La vocación, un proyecto de vida
Enviado por ADSG95 • 22 de Enero de 2013 • Trabajo • 1.044 Palabras (5 Páginas) • 699 Visitas
De qué hablamos cuándo hablamos de vocación? ¿Cómo definir la elección de una carrera? ¿En qué consisten los tests de orientación vocacional? ¿Son realmente efectivos? La elección de una carrera no sólo implica un determinado perfil profesional, sino que abarca el proyecto de vida. Por eso, a la hora de las decisiones conviene aclarar todas las dudas respecto del concepto de vocación y de la real efectividad de las pruebas de orientación.
La vocación, un proyecto de vida
En principio, la vocación no debe identificarse con la mera elección de una determinada carrera. Según la Licenciada María Inés García Ripá de Rivas, Directora y Coordinadora del Servicio de Orientación Vocacional de la Universidad Católica Argentina (UCA), "la vocación es el llamado a ser nosotros mismos, a ser plenamente aquello que se tiene que ser". Por eso, el término vocación debería identificarse con el proyecto de vida, con el desarrollo de la personalidad dentro de un concepto amplio.
El problema es que, generalmente, se suele confundir el término vocación con una especie de llamado sobrenatural, vinculado con una fuerza que determina lo que se debe ser naturalmente sin esfuerzo ni búsqueda.
Así lo confirma la Licenciada Diana Aisenson, Directora de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Universidad de Buenos Aires (UBA), "tendemos a identificar la vocación con lo ya dado, con lo que viene de origen y podemos no reconocer, entonces, que la construimos a lo largo de nuestra vida".
La búsqueda de la vocación, entonces, resulta un proceso de definición amplio que implica, entre otras cosas, la elección de una carrera. "En la actualidad, ayudar a un joven a descubrir su vocación es ayudarlo a desarrollar sus intereses, sus capacidades y posibilidades personales y a construir un proyecto personal de vida, de estudio y de trabajo", continúa Aisenson, especialista en orientación a estudiantes.
Y en ese proceso, el joven debe considerar sus intereses, inquietudes, habilidades y recursos. "El alumno debe aprender a diferenciar una elección de una decisión. La primera se vincula con los intereses y gustos. Mientras que en la segunda se incorporan otras variables porque una decisión implica un proyecto en el que se evalúan los intereses, las aptitudes y los recursos disponibles de manera tal que la decisión del alumno sea real y factible", explica Javier Nicoletti, Director del Programa de Atención y Orientación al Alumno de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Desde la UCA, Ripá de Rivas enfatiza "se debe elegir algo relacionado con uno, no sólo a nivel de lo económico".
El papel del orientador
La función de un orientador vocacional será, entonces, la de ayudar al joven a conocerse a sí mismo sin esperar respuestas reveladoras. "La orientación vocacional no hace magia. Obtiene una placa de la cabeza del alumno en función del aquí y el ahora y extrae un diagnóstico. Se trabaja con cada uno para mostrarle el abanico de posibilidades exitosas que tiene a su alcance. Así, a largo plazo, puede autoconocerse y, luego, decidir", continúa Nicoletti al hablar de la función específica de los talleres de orientación vocacional.
De la misma manera, Nuria Cortada, Profesora Consulta de la Facultad de Psicología de la UBA, afirma
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