Las 5 Tentaciones De Un Gerente

Las 5 tentaciones de un gerente.

Primera tentación.

Anteponer la posición a los resultados, en la fábula Charlie comienza la explicación haciendo una pregunta a Andrew: ¿cuál ha sido el mejor día de su vida? a lo cual Andrew responde: “el día que me ascendieron a gerente”, de esta manera el autor ejemplifica como un gerente puede incurrir en la “tentación” de proteger su carrera y anteponerla a los resultados de su compañía.

El autor explica a través de Charlie: “Claro que una persona puede estar orgullosa de cumplir metas. Pero no tanto como de haber logrado algo gracias a su posición. En efecto, un gran gerente debería sentirse abrumado por la necesidad de lograr algo. Eso es lo que lo motiva, El logro, no el ego, una vez que el ego queda satisfecho, la persona se dedica a gozar de los frutos de su nueva posición, trabaja menos horas, se preocupa menos por el desempeño de su compañía que por su propia comodidad y posición”.

El objetivo más importante que un gerente debe adoptar es producir resultados, muchos gerentes anteponen otra cosa a los resultados, con lo cual caen en la tentación del deseo de proteger la posición y la carrera, cuando llegan a puestos gerenciales, muchos de ellos se dedican solo a conservar su posición. Esto se debe a que su verdadero propósito en la vida ha sido la ganancia personal.

Esto lleva a muchos gerentes a tomar decisiones en favor de su ego o reputación o, lo que es peor aún, a evitar las decisiones que puedan atentar contra ellos. Premian a las personas que contribuyen a su ego en lugar de premiar a quienes contribuyen a los resulta dos de la empresa.

Al final el autor plantea preguntas dirigidas a lectores con puestos gerenciales y pone consejos, el consejo que da para evitar la primera tentación es: “haga de los resultados el parámetro más importante para medir su éxito personal o, de lo contrario, renuncie a su cargo. El futuro de la empresa que usted dirige es demasiado importante para los clientes, los empleados y los accionistas como para convertirlo en rehén de su ego personal”.

Segunda tentación.

Anteponer la popularidad a la necesidad de exigir cuentas, Charlie explica a Andrew que esta tentación se trata de “querer contar con la simpatía de sus subalternos inmediatos en lugar de exigirles cuentas”. Andrew responde que no ha caído en esta tentación argumentando que una semana antes había despedido a su director de marketing por no considerarlo apto ya que no daba resultados satisfactorios, Charlie le hizo darle cuenta que había sido injusto al despedirlo sin avisarle que su puesto peligraba y que no se lo había advertido por temor a perder su simpatía.

Charlie puso de ejemplo lo que hacía su padre que había sido gerente con sus subalternos: “Les decía lo que esperaba de ellas y les recordaba constantemente esas expectativas. Cuando Fallaban, dejaba muy en claro las consecuencias, Fueran financieras o de otro tipo. Con el tiempo, si una persona no encontraba la Forma de mejorar, sencillamente renunciaba”

El autor expone que hasta los gerentes que resisten la tentación de dedicarse a proteger su posición también fallan en ocasiones. Porque no exigen que sus subalternos asuman responsabilidad y rindan cuentas sobre los compromisos cruciales para generar resultados. Esto sucede porque buscan ser queridos. Son muy pocas las personas de una empresa con las cuales el gerente pasa buena parte de su tiempo, a excepción de los subalternos inmediatos. Esos subalternos suelen tener la misma edad y el mismo nivel de ingresos que el gerente, no es de extrañar que el gerente vacile cuando se ve en la necesidad de llamarles la atención a esas personas por no cumplir con las expectativas.

“Haga esfuerzos para ganarse el respeto y no el afecto de sus subalternos inmediatos. No vea en el/os un grupo de apoyo sino unos empleados claves que deben cumplir con sus compromisos para que la compañía pueda generar resultados predecibles. Y recuerde, si esas personas fracasan en última instancia, de todas maneras no le estarán agradecidas”. Es el consejo que da el autor para evitar la segunda tentación.

Tercerea tentación.

Anteponer la certeza a la claridad, se refiere a querer asegurarse excesivamente de que las decisiones que se tomen sean acertadas, Primero la explicación cientifica

En la fábula el autor, a través de Charlie, lo explica de la siguiente manera: “Es la tentación de preferir la certeza por encima de la claridad. Algunos ejecutivos le temen tanto a equivocarse que esperan hasta estar totalmente seguros de las cosas antes de tomar una decisión. Eso hace que sea imposible exigir responsabilidad a los demás, no es posible exigirles cuentas a las personas por cosas que no estén claras. Si no está dispuesto a tomar sus decisiones con base en una información limitada, no podrá ser claro”.

Se trata de saber aceptar que uno se equivoca sin sentirse culpable por ello ya que es imposible tomar decisiones sin cierto grado de incertidumbre, también de no perder

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