Las 8 Monedas

SER MEJOR PARA VIVIR MEJOR

Según una original fábula, todos al nacer recibimos ocho monedas, cada una equivalente a diez años. Si tomamos en cuenta que utilizamos una moneda durante la última etapa de nuestra existencia; en realidad sólo podemos usar siete monedas para vivir de la mejor forma. Sabemos que nuestra vida es finita, que cada día, cada año que pasa ya no volverá. Por eso hay que sacarle jugo a cada evento, a cada día, a cada moneda. Los antiguos romanos decían “carpe diem”, esto es aprovecha el día.

Hagamos cuentas de las monedas que nos restan y decidamos la mejor forma de usarlas en nuestra vida, que tal una actitud como la que Robert Fisher recomienda en su libro: “El Caballero de la Armadura Oxidada”.

El autor describe cómo al paso del tiempo nos vamos llenando de barreras, actitudes, hábitos que nos impiden conocernos, querernos y respetarnos para así ser capaces de querer y respetar a los demás. Vamos cubriéndonos de una armadura que nos impide conocernos.

Según el texto: “había una vez un caballero que hacía lo que suelen hacer los caballeros buenos, generosos y amorosos: luchaba contra sus enemigos que eran malos, mezquinos y odiosos. Mataba dragones y rescataba damas en apuros. Nuestro caballero era famoso por su armadura. Partía con ella a cuanta batalla lo invitaban. Le gustaba tanto que la empezó a usar día y noche, hasta que su esposa y su hijo le empezaron a reclamar que se la quitara. Él al principio no quería, pero cuando finalmente decidió quitársela, para su desgracia ya no pudo pues la armadura se la había vuelto permanente”.

La armadura de esta narración significa las barreras, actitudes y hábitos negativos que nos impiden ser nosotros mismos. ¿Pero cómo lograr deshacernos de esta coraza? Por supuesto siguiendo un proceso de cambio que comprende cuatro fases:

1. Aprender a meditar, a disfrutar y a escuchar a los demás. En nuestra vida sólo hablamos de lo que hemos hecho y de lo que vamos a hacer, pero pocas veces disfrutamos lo que estamos haciendo.

2. Aprender que en nuestro interior tenemos amabilidad, compasión, amor, inteligencia y generosidad y que lo único que necesitamos es dejar salir estos sentimientos y aptitudes, pues siempre han estado ahí.

3. Aprender a eliminar al dragón del miedo y la duda. Con voluntad y osadía desechar los: “no se puede”, “es imposible”, “yo sólo no puedo”.

4. Aprender a desprendernos de nuestras barreras, creencias, actitudes y hábitos equivocados.

Todo esto nos conduce a conocernos, querernos, respetarnos para ser así capaces de querer y respetar a los demás, y por lo tanto, poder usar inteligentemente las monedas que nos quedan.

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