Las Miradas Seductoras En El Parque
Enviado por Adrian_18 • 29 de Mayo de 2013 • 2.779 Palabras (12 Páginas) • 270 Visitas
Las miradas seductoras en el parque.
Adrián Mendieta Moctezuma.
La intención es llevar a alguien a la cama, y no precisamente para dormir. En lugar de eso sacudir las sabanas con ritmo mientras disfrutamos del cuerpo que nos acompaña. Pero detengámonos por un momento, para llegar a ésta etapa todavía hay que pasar un proceso bastante largo. Se tendrá que poner en acción nuestras capacidades físicas, intelectuales, emocionales y económicas para poder conquistar a alguien. Con esto me imagino las diversas formas de cortejo que hemos adoptado en la actualidad. Desde conocer a la chica de tus sueños en un parque, la escuela, en la calle, o en situaciones bastante ridículas como al caerte del autobús, levantas la vista apenado, y la descubres con una sonrisa majestuosa.
Hay varias preocupaciones para el ser humano. Como conseguir trabajo, conservarlo, aumentar su fortuna, su propia existencia etc. Pero ante éste haber de circunstancias, la sexualidad (practicar el coito) toma un valor bastante importante. Tanto de los sujetos que están en búsqueda de la persona indicada, hasta los emparejados que avivan el amor día tras día, o bueno, buscando carne nueva para salir de lo rutinario. Muchas personas llevan al borde esta necesidad, dedicando todo su tiempo a buscar con quien aparearse. Antes de salir de casa tratan de vestirse, peinarse y arreglarse de la forma más provocativa, para atraer a otro ser. También hay quienes a pesar de todo su esfuerzo no logran su objetivo y regresan a sus hogares devastados por no haberle quitado la ropa a alguien más. Esto debido a su poca suerte o pésima estrategia de seducción.
Los animales tienen distintos rituales de apareamiento, o simplemente la hembra entra en estado reproductivo (celo), y el macho sabe, por instinto, lo que tiene que hacer. Algunos arácnidos tienen particulares formas de apareamiento; después de la cópula la araña hembra devora al macho. En algunas especies, a sabiendas de ésta acción, el macho se desprende de sus órganos genitales para huir y así evitar ser la cena de la hembra. Qué horrible ser macho entre los arácnidos. Si la especie humana fuera así, sin duda se extinguiría la infidelidad, pues el hombre ya sin genitales no podría más que resignarse a platicar sobre tejido y la telenovela de las nueve con la araña que tiene a su lado. Algunos animales luchan entre ellos para poder ser los ganadores y representar a su clan siendo los “machos alfa”, tal es el caso de los leones, lobos entre otros mamíferos. He aquí una bella similitud entre la raza humana. También el hombre tiende a seguir estos rituales, es muy común ver ejemplos de ello en los lugares que transitamos, por ejemplo, los juegos de futbol en las escuelas, principalmente en las preparatorias o universidades, donde el comportamiento de los participantes, me recuerda parcialmente la actitud de los leones. Uno de los machos lleva al juego a su chica con la que comparte sus noches, y ella se acomoda entre las gradas, precisamente en el lugar donde se observa toda la cancha. Cuando los otros machos, amigos del novio, observan su belleza, sus rostros y miradas cambian. Comienzan a jugar de una forma exagerada, para sorprender a las mujeres y que mejor, que lucirse frente a la chica del líder del equipo. Paradójicamente no pasa de ser una escena agradable y graciosa, pues ella, al percatarse de las miradas colectivas de los jugadores, su nivel de indiferencia aumenta y los pobres chicos se quedan rezagados observando como “el león alfa” sale del campo deportivo abrazando a su hembra.
Mientras los monos hacen bailes extraños para seducir a las hembras, el hombre regala flores y chocolates[1], gracias a la herencia de la cultura televisiva y las costumbres clásicas de conquista. Aunque la mayoría de las veces resulta una táctica bastante inútil; por lo aburrido y monótono que se volvieron estos rituales. Hoy día muchas personas se aburren de las circunstancias cotidianas y recurren a alternativas como el internet, o sea, encontrar gente por medio de las redes sociales.
En Facebook es incontable el número de fotografías alteradas y exageradas. Algunos sujetos tratan de buscar ángulos casi milagrosos para que la geometría de sus rostros se vea lo mejor posible. Otros acercan la cámara para ocultar cualidades que para ellos no son atractivas o buscar diferentes enfoques. Otros se alejan, o casi se ponen de cabeza…, bueno, si el caso es fotografiar las formas más extrañas de nosotros, muchos cumplen con el objetivo. Por un lado, alteradas o no las fotografías, el gusto es particular. No hay ninguna regla que obligue a conformarnos con la foto del IFE, o las surrealistas del facebook. Esta actividad se da en todas las edades y países, lo mejor es que puedes curar tus trastornos al editar tus fotos mintiendo sobre tus gustos, y pasar de un aburrido ermitaño a todo un rockstars. Y si somos ingenuos y creemos estas mentirillas, la realidad nos alcanza cuando la Madonna que estamos cortejando, no tiene nada de lindura, y a esto le agregamos que no la hemos visto y tal vez jamás la conozcamos en vivo y a todo color. Tendemos a caer en una falsedad. Aunque también se pueden tornar divertidas. Si tienes suerte, paciencia y no la toma tan enserio, podrá ser un medio estable por unos cuantos días antes de que te aburras. Nuestra tecnología aumenta cada vez más, si llegamos a los cuarenta y estamos solteros y hay deseo de casarse, tal vez haya “bodas cibernéticas”. La felicidad está a unos cuantos años de nosotros sólo hay que esperarla.
En internet también se pude practicar una forma sexo. Hay algunas páginas especiales para estas actividades. Por medio de un chat conoces y seleccionas gente, prendes tu cámara web y dejas fluir la imaginación y la autoexploración, en otras palabra practicar sexo cibernético es, literalmente, masturbarse frente a una pantalla. Una forma bastante entretenida para salir del aburrimiento. No soportas cambios de humor, escenas de celos, evitas embarazos no deseados, bueno, una gran cantidad de problemas. Pero no hay que olvidar que recurrir constantemente a esto se puede volver adictivo. Estudios psicológicos sobre la vida en el internet arrojan supuestos índices de baja autoestima cuando le dedicamos demasiado tiempo a las relaciones cibernéticas. Nuestras vidas se tornan descuidadas, inconscientemente dejamos de querernos, dejamos de tomarnos en cuenta, y plasmamos sentimientos que no expresamos a través del internet. Por ello el exceso en la web, reduce las capacidades de relacionarnos, mentimos y adoptamos posturas que no corresponde a nosotros como la creencia de amor que no tenemos. Masturbarse ante una pantalla es, sin duda un acto de estupenda liberación,
...