Las ideologías liberales
Enviado por drankks • 3 de Diciembre de 2012 • Tesina • 5.920 Palabras (24 Páginas) • 367 Visitas
El neoliberalismo brinda al individuo plena libertad de desarrollarse económicamente según sus habilidades y además con una casi nula intervención del Estado. Sin embargo se puede inferir la característica utópica de esta definición dadas las circunstancias económicas actuales que nos demuestran lo contrario. James Petras (sociólogo estadounidense, doctorado por la Universidad de California en Berkeley) tiene una concepción desmitificada del término como él mismo lo señala en una conferencia para una universidad chilena en 2007: “Lo que debemos entender es que el neoliberalismo es sumamente activo y abusa del Estado como instrumento de política. Interviene en todos los países, socializando la deuda, transfiriendo la deuda privada al sector estatal y forzando a los ciudadanos a asumir las responsabilidades por una deuda adquirida por el sector privado. El Estado interviene sobre la locación de recursos dentro del presupuesto, canalizando recursos hacia los sectores exportadores, orientando su política salarial; interviene la política laboral bajando los salarios y las condiciones de trabajo, etc. Entonces, hay tanto intervencionismo estatal como antes. Hay tanto estatismo ahora como antes. La diferencia es la composición, la definición de clase que orienta el nuevo estatismo. La orientación del nuevo estatismo está dirigida hacia la reconcentración de intereses hacia arriba; y antes el estatismo nacional y popular estaba orientado a la redistribución de intereses hacia abajo. Las clases dominantes ahora están orientadas hacia el mercado mundial, donde miran la mano de obra como un costo y no como un potencial consumidor. En otras palabras, el problema fundamental no es enfocar el mercado, sino analizar las clases que a partir del Estado intervienen, para definir cómo funciona el mercado. No hay mercado libre, lo que hay es un mercado condicionado por la estructura social y la concentración de poder. Hay que dejar de mistificar, hablando del mercado como si fuera una entidad independiente de la estructura social”.
Las ideologías liberales
El liberalismo clásico del siglo XIX, tomando en cuenta algunos de los criterios económicos del economista escocés Adam Smith (1723-1790) relacionados con la concepción de la iniciativa privada o la limitación del crecimiento del Estado y su intervención.
Las teorías del economista austriaco Friedrich von Hayek (1899-1992), considerado por algunos autores en economía como el “padre del neoliberalismo”. Hayek concibe una intervención mínima del Estado, desregulando, privatizando, disminuyendo programas sociales (como las subvenciones a la vivienda o a la seguridad social y restringiendo al poder sindical), todo esto lo expresa en el escrito “La constitución de la Libertad” publicado en 1960.
Hayek toma parte activa en la fundación de la “Sociedad del Monte Pelegrino” en 1947 (llamada así por la localidad suiza en la que se instaura). Se reúnen en torno a ella diversos intelectuales que llegarían a ser los generadores de ideas que influirían a partir de ese momento en las políticas de Estado de numerosos países desarrollados.
El monetarismo, que es una teoría macroeconómica impulsada en la década de los 70 por el economista estadounidense Milton Friedman (1912-2006) y la escuela de economía de Chicago. Dicha teoría analizaba el concepto de “inflación” (aumento de los precios), la cual es considera por Friedman como un problema monetario (hay más dinero en la calle que el que debería haber en las reservas de un Banco Central, de manera que no está respaldado). Así mismo, advierte que se deben reducir los gastos del gobierno si no hay una suficiente recaudación de impuestos (déficit público).
El neoliberalismo en México
La crisis internacional de los años setenta del siglo pasado marcó de manera negativa el desarrollo económico de México durante los dos sexenios previos al de Miguel de la Madrid. Dicha crisis acaba con el “Milagro Mexicano”, o “Modelo de Desarrollo Estabilizador”, el cual consistía en una serie de políticas económicas y sociales ejercidas en México de 1940 a 1970, y que básicamente radicaban en un “proteccionismo” estatal que buscaba el crecimiento económico del país “desde adentro” fomentando la exportaciones y controlando las importaciones, reflejándose en una protección arancelaria y subsidios a la producción industrial nacional frente a la importación de mercancías, inversión pública en infraestructura, apoyo a la producción agrícola y a su exportación, un tipo de cambio estable de $12.50 pesos por dólar y una prudencia gubernamental evitando el endeudamiento mas allá de sus posibilidades. Bajo la presidencia de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) comienzan los estragos de la ya tan mencionada crisis internacional de la época y de una política estatal deficiente que se caracterizaba por proyectos de crecimiento insostenibles y un desdén hacia la inversión privada. Todo esto impactó a nuestro país principalmente a través de un desmesurado endeudamiento externo del orden de unos $4,262millones de dólares al inicio de su sexenio, hasta alcanzar la increíble cifra de $19,600millones de dólares (deuda externa pública) al final de su mandato. El tipo de cambio pasó de los $ 12.50 pesos por dólar, estable desde el “Milagro Mexicano”, aun monto de $22.00 pesos por dólar, es decir, una devaluación del peso de un 76%. Desafortunadamente estas cifras tan alarmantes no concluirían en la presidencia de su sucesor José López Portillo (1976-1982), al contrario, se agravaron aún más.
Desde el principio de su mandato, López Portillo garantizó como prioridad de su gobierno la recuperación económica de su país y comenzó su plan de recuperación económica confiado en un principio por el auge en las exportaciones de petróleo hacia los EE.UU., además, se descubrieron importantes yacimientos de petróleo en Chiapas, Tabasco, y en la sonda de Campeche. Otras de sus medidas fueron una reforma fiscal que, entre otras cosas, consistía en la creación del I.V.A. (Impuesto al Valor Agregado) que encareció todos los productos de un 4% a un 10%, afectando con ello gravemente a la población marginada, y la estimulación a la inversión de capital privado. Pero, al final, la administración de López Portillo resultó, además de corrupta e intensamente nepotista, ser sumamente incompetente ya que no pudo, no supo, ó simplemente no quiso administrar eficientemente los frutos de la corta bonanza petrolera, despilfarrándolos en parte a través de subsidios hacia paraestatales corruptas e improductivas, en políticas populistas de control social y por supuesto como se mencionó anteriormente en actos de corrupción. A lo anterior hay que añadir que los precios
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