Las movilizaciones de Seattle
Enviado por kathisait • 19 de Septiembre de 2014 • 1.411 Palabras (6 Páginas) • 208 Visitas
Resumen, abstract, resumé
Después de las movilizaciones de Seattle, la integración y la mundialización del
comercio y las finanzas, se topan con actores que tienen distintos grados de
exclusión en esos procesos, lo cual cuestiona las identidades ciudadanas
complejas que emergen más allá de lo nacional, obstaculiza las identidades
cosmopolitas inclusivas que se plantean como alternativas mundiales a la
globalización y acentúa la crisis de gobernabilidad del modelo democrático
tradicional. Un conjunto de actores heterogéneos formados por tendencias
políticas disímbolas (anarquistas, trotskistas, socialistas, entre las principales),
de movimientos identitarios de afirmación ciudadana, defensa del ambiente y de reivindicaciones multi-culturales (ecologistas, minorías étnicas y sexuales, etc.) de agrupaciones sindicales del campo y la ciudad, de organismos eclesiales de base territorial, de asociaciones defensoras de los derechos humanos; actores que enfrentan desde dos perspectivas la difusión globalifílica del modelo neoliberal: la negación total y la resistencia contra la globalización (globalifóbicos), o la construcción de alternativas de base frente a los efectos perversos de aquella (globalicríticos), que prefiguran la democracia deliberativa como un sistema de gestión complejo desde abajo.
Introducción
Después de 1945, se empieza a desplazar al Estado como actor protagónico del sistema mundial; las trasnacionales fueron invadiendo la esfera de lo público estatal hasta el
grado de pretender minimizar al Estado, restándole sus funciones como agente
regulador de toda relación entre el mercado y la sociedad. Una fecha simbólica
de este desplazamiento es la de 1973-1974, con el embargo petrolerodecretado por la OPEP cuando se contraponen los intereses de los estados poseedores de petróleo pertenecientes al cártel internacional y las grandes trasnacionales del oro negro.
durante casi tres decenios, plantearon nuevas demandas de gestión internacional que rebasaron el ámbito tradicional del Estado nación. Así, la organización del sistema mundial empieza a reposar sobre actores del mercado que reclaman una cada vez mayor subordinación de los estados  y de su influencia en las relaciones internacionales- a los intereses privados.
El énfasis puesto en relaciones de libre mercado a escala mundial supuso, entre las principales estrategias, la desarticulación del Estado Benefactor, la apertura y liberalización de las economías y la extensión voluntarista de la democracia liberal como utopía planetaria. Con el decenio de los ochenta llegan los éxitos macroeconómicos; los encabezan la Thatcher, en Gran Bretaña y la dupla Reagan-Bush (padre) en Estados Unidos. También se acentúan las desigualdades, tanto en los países centrales como en los periféricos, pues la vocación abarcadora universalista del capital arrastra a economías emergentes y a los sectores más dinámicos de las trasnacionales. Nuevos espacios públicos que son ganados por esos actores no estatales, los cuales, sin embargo, no son indiscutibles ni definitivos. Se empiezan a asomar los actores no estatales que provienen de la sociedad civil, aunque en la protesta y la resistencia, aún sin proyecto.
Entre el final de los ochenta y el inicio de los noventa, con la estrepitosa caída del socialismo realmente existente, se quiso proclamar de manera triunfalista el fin de la historia y la hegemonía del pensamiento único, usando el artilugio de hacer equivalentes mercado y sociedad, con la democracia. No obstante, el triunfalismo antiestatal deja que los costos de la gestión de los conflictos, cuya responsabilidad no asume el mercado, se dejen a un supuesto Estado Mínimo (en su regulación social), que es a la vez arbitro interesado y gestor de intereses sesgados favorecedores del capital financiero especulativo (un Estado maximizador de ganancias).
Si las trasnacionales erosionaron por lo alto las atribuciones del Estado nacional, actor definitorio del sistema mundial, desde abajo también surgieron otros actores no estatales que reclaman nuevos espacios públicos antes pertenecientes a ese Estado nacional centralizador del espacio público. Sindicatos, indígenas, campesinos, ecologistas, grupos de base territorial de origen eclesial o grupos desposeídos con distinto grado de organización, empiezan a ganar visibilidad internacional, al reclamar posiciones en ese espacio público mundial que ahora van ocupando esos actores no estatales nacidos desde abajo: Chiapas, con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional; Porto Alegre y el Estado Río Grande do Sul, en Brasil, con el presupuesto participativo, o el estado de Kerala en la India, con sus altos estándares en la calidad de vida y su democracia local participativa, son algunos ejemplos paradigmáticos.
Las transiciones políticas,
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