Las revoluciones políticas, económicas o sociales
Enviado por Mariana123V • 25 de Octubre de 2013 • 785 Palabras (4 Páginas) • 227 Visitas
TRODUCCIÓN
Me parece que una clase completamente distinta de moralidad y de conducta, y una acción que
surja de la comprensión de todo el proceso del vivir, se han vuelto una necesidad urgente en nuestro
mundo de crisis y de problemas en constante aumento. Tratamos de abordar estos problemas
mediante métodos políticos y de organización, mediante reajustes económicos y diversas reformas;
pero ninguna de estas cosas resolverá jamás las complejas dificultades de la existencia humana, aun
cuando puedan ofrecer un alivio transitorio. Todas las reformas, por extensas y aparentemente
duraderas que sean, son en sí mismas causa de ulterior confusión y nueva necesidad de reformas. Sin
comprender todo el complejo ser del hombre, las meras reformas producirán sólo la confusa
exigencia de más reformas. Las reformas no terminan nunca y, a lo largo de estas mismas líneas, no
existe una solución fundamental.
Las revoluciones políticas, económicas o sociales tampoco son la respuesta, porque han
producido tiranías espantosas o la mera transferencia de poder y autoridad a manos de un grupo
diferente. Tales revoluciones jamás son la salida para nuestra confusión y para el conflicto en que
vivimos.
Pero hay una revolución que es por completo diferente y tiene que ocurrir si hemos de emerger
de la inacabable serie de ansiedades, conflictos y frustraciones en que estamos atrapados. Esta
revolución tiene que comenzar no con teorías e ideaciones que, a la larga, demuestran ser inútiles,
sino con una transformación radical en la mente misma. Una transformación semejante sólo puede
tener lugar mediante una educación correcta y el total desarrollo del ser humano. Es una revolución
que ha de ocurrir en la totalidad de la mente, y no sólo en el pensamiento. El pensamiento, después
de todo, es sólo un resultado y no la fuente, el origen. Tiene que haber una transformación radical en
el origen mismo y no una mera modificación del resultado. Al presente, nos entretenemos con los
resultados, con los síntomas. No producimos un cambio vital desarraigando los viejos métodos de
pensamiento, liberando a la mente de las tradiciones y los hábitos. Es en este cambio vital en el que
estamos interesados, el cual sólo puede originarse en una correcta educación.
La función de la mente es investigar y aprender. Por aprender no entiendo el mero cultivo de la
memoria o la acumulación de conocimientos, sino la capacidad de pensar clara y sensatamente sin
ilusión, partiendo de hechos y no de creencias e ideales. No existe el aprender, si el pensamiento se
origina en conclusiones previas. Adquirir meramente información o conocimiento, no es aprender.
Aprender
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