Liderazgo transpersonal

Liderazgo transpersonal:

el liderazgo transpersonal es entendido por Gairín y Darder (2009) como el aprendizaje organizacional logrado a partir del uso de cualidades como la asertividad, empatía, escuchar, expresión de sentimientos, necesidades, deseos, autorregulación emocional, respeto a la dignidad y sentido común de las personas.  Para poder ser un buen líder es fundamental comenzar por nosotros mismos, debido a que lo transpersonal es lo que está más allá de la personalidad.

El liderazgo transpersonal propicia las estrategias de motivación, planificación, acción, optimismo y confianza que forman parte de esa identidad formada por nosotros mismos.

El liderazgo, se basa principalmente en la toma de decisiones conscientes, en el criterio que tenemos para decidir entre una u otra cosa;  esto indica que se fundamenta en la posibilidad de lo que hacemos con ello, cómo lo percibimos, lo sentimos, y cómo actuamos, es por ello que aprender a ser un buen líder es importante tanto en la vida personal como en la profesional.

 Cabe considerar por otra parte, que el liderazgo transpersonal es un proceso continuo y constante de desarrollo personal y profesional, a través de la práctica de nuevas competencias, el cual se fortalece gracias a las disciplina que uno ejerce , las diversas opiniones, la reflexión y el debate para encontrar mejores respuestas y con ello favorecer un buen correcto nivel de liderazgo.

Un liderazgo actual, con visión, y alto rendimiento asegura sus beneficios cohesionando mentalidad, disposición e identidad como pilares y garantía de éxito. Diseñado así  para impactar en el entorno personal y de campo, y establecer la identificación del “Ser como Líder” que se desarrolla bajo las directrices de un novedoso y exclusivo modelo de aprendizaje que asegura una trayectoria rentable y eficaz de liderazgo de alto impacto.

De todo lo planteado se concluye que un individuo para ser líder debe en primer lugar desearlo, en segundo lugar formarse para desarrollar o fortalecer sus competencias y disfrutarlo, luego debemos  considerar que son elementos de vital importancia para el logro de las metas propuestas. Tengamos el coraje y la decisión de vivir nuestras vidas con la capacidad de liderazgo, tengamos claras las metas y propósitos a lograr, valoremos nuestra presencia y aporte, y estemos conectados con la empatía, el respeto, la flexibilidad, la confianza y la motivación.

Sintámonos merecedores, responsables y co-creadores de las experiencias que nos circundan, estemos dispuestos a ir más allá de la comodidad. En vez de pedir que aparezcan líderes, decidamos a ser uno de ellos, enseñemos el valor del liderazgo a los más jóvenes y estemos conscientes; que viviendo desde nuestra acción y responsabilidad personal es la mejor forma de crecer y obtener los resultados que deseamos, como personas, grupos y nación.

...