Lo Que No Debes Hacer
Enviado por michael766 • 30 de Noviembre de 2013 • 395 Palabras (2 Páginas) • 213 Visitas
1. Deberá tener un control absoluto del manejo manual del micrófono, pues verlo batallar para encenderlo, así como darle golpecitos para ver si ya está encendido o decir bueno, bueno, para certificar si se escucha; es malo, malo, o cuando menos risible.
2. Por anticipado, deberá pensar, en quiénes es probable que sean las autoridades que presidan el acto o ceremonia, y apuntar sus nombres en tarjetas de papel brístol en media carta, en estricto orden jerárquico, dejando buen espacio entre nombres y cargos, para que pueda testar el nombre de la autoridad que no asista y escribir a mano el nombre de su representante, el cual no podrá conocer sino minutos antes de empezar el evento.
3. El orden jerárquico en la presentación de las autoridades es vital y tiene que ver con la supervivencia política del maestro de ceremonias, toda vez que si se nombra después a alguien que debe ir antes, con toda seguridad esto acarreará al maestro de ceremonias la enemistad del relegado, no se diga si es un evento político. Peor todavía si se omite por la precipitación de la presentación de alguien, ya que éste pensará que ello fue hecho con toda intención de ningunearlo y sobrevendrá sobre el maestro de ceremonias, ya no un odio jarocho, sino un odio tabasqueño, que es peor todavía.
4. El maestro de ceremonias debe ser breve y sobrio. Por tal razón deberá hacer una introducción del acto de manera bastante breve y la presentación de cada número del programa todavía más breve y sobria. Hubo y hay maestros de ceremonias que echan mano de un rollo en la presentación de cada número, con lo cual pueden dar al traste con cualquier ceremonia, al prolongar con veinte minutos o media hora más una ceremonia que estaba programada para cuarenta y cinco minutos o máximo una hora. Mucho menos tapará con un rollo al orador oficial o principal del acto.
5. El verdadero maestro de ceremonias es como el réferi de una pelea de box, deberá sentirse pero no verse, mucho menos taparle al público a las figuras principales.
6. El maestro de ceremonias debe tener la suficiente agilidad mental para asimilar los cambios o variaciones del programa, que casi siempre ocurren, así como saber a quiénes hacerle caso en esos cambios, porque a veces hay varios que quieren hacer sentir su autoridad y transmiten mensajes confusos y contradictorios.
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