¿Lo que se denomina la cuarta revolución industrial, es realmente una revolución?

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¿Lo que se denomina la cuarta revolución industrial, es realmente una revolución?

Oscar Leonardo Bohórquez Navas

Ensayo.

Todo está cambiando, la revolución presupone cambios, pero ¿Lo que se denomina la cuarta revolución industrial, es realmente una revolución? Podemos considerar que existe una cuarta revolución industrial como independiente y autónoma y no como extensión de la llamada tercera revolución industrial o digital, para lo cual debemos remarcar una serie de cambios y hechos que la sitúan como tal, más que como extensión de su predecesora.

El significado de revolución indica un gran cambio, uno abrupto y definitivo. Las revoluciones se vienen produciendo a lo largo de la historia cuando nacientes tecnologías y novedosos medios de percibir el mundo, permiten un cambio profundo en las estructuras sociales y sistemas económicos.

Cada revolución industrial ha dado paso a nuevas posibilidades. Todo comienza con la máquina de vapor, esta es un buen ejemplo de uno de los hitos más grandes en la industrialización, este marcó un antes y un después en el desarrollo humano. (Cipolla, 1989, p. 58). La cuarta revolución industrial, igual que sus precedentes, supone un salto cualitativo que cambia la escala, el alcance y la complejidad del panorama intelectual colectivo.

Como expone Cipolla (1989), no basta con que se produzcan ciertos cambios menores en cuanto a los modelos de producción, si estos no llegan a impactar considerablemente en el carácter económico y social, pues con cada revolución comienza una historia nueva y distinta a la anterior, cumpliéndose así una de las características básicas del concepto de revolución. (P.33)

El primer cambio profundo en nuestra modo de vida, la transición del cazador-recolector a la agricultura, se dio aproximadamente hace más de diez mil años y se produjo como consecuencia de la domesticación de animales, acto seguido, la revolución agrícola permitió que uniendo la transformación de energía mecánica generada por los animales junto con la de los seres humanos, con vistas a la producción, mejorará sustancialmente la producción de alimento, estimulando el sedentarismo y el establecimiento de la población facilitando así asentamientos humanos cada vez más grandes. Esto condujo inevitablemente a la urbanización y el surgimiento de las ciudades.

La revolución agrícola marco el comienzo de una serie de revoluciones industriales, que en conjunto produjeron una serie de cambios sociales, políticos, económicos, sociales, ambientales, científicos y antropológicos notables para el desarrollo de la humanidad como la conocemos hoy en día. Estas revoluciones marcaron no solo la transición de la energía muscular a la mecánica, sino que evolucionaron hasta lo que se plantea en la actualidad como la cuarta revolución industrial: un mayor poder cognitivo en favor del aumento en la producción humana.

La primera revolución industrial surgió del descubrimiento de que las máquinas de vapor podían generar energía mecánica y desarrollar tecnologías emergentes tales como el aprovechamiento del vapor en la generación de movimiento usado en el transporte, “El transporte rápido y barato ha sido uno de los principales frutos de la Revolución Industrial” (Schwab, 2016a, p. 23), marcando así el comienzo de la producción mecánica.

La segunda revolución industrial, hizo posible la producción en masa, fomentada por el advenimiento de la electricidad y la cadena de montaje. Es en este momento donde surge la creación de empresas modernas en cabeza de las compañías ferroviarias, como representantes principales de esta época, en la cual se cumplieron ciertas características, denotadas por Chandler (1977), tales como la creación de jerarquías de ejecutivos asalariados y unidades operativas, que denotan la complejización en la estructura de las organizaciones marcando un cambio notable en la forma de ordenamiento empresarial interno, así como en la forma de producir.

La tercera revolución industrial se inició en la década de los 60’s, conocida como la revolución digital fue enmarcada por el desarrollo la computación, la electrónica y el desarrollo de los microcontroladores, lo cual sin duda cambia no solo nuestra visión de tecnología en el desarrollo de la información y las telecomunicaciones, sino que además genera un cambio en la manera en que se gestionan las empresas (Chicaiza, 2016, p. 19).

Habiendo situado de una manera histórica y evolutiva el desarrollo de lo que conocemos como primera, segunda y tercera revolución industrial creo estar ante el albor y surgimiento de una cuarta revolución industrial. Esta comenzó a principios del siglo XXI y está basada en la revolución digital, la cual combina sistemas digitales, físicos y biológicos. Esta cuarta revolución es caracterizada por una serie de factores y consecuencias en todos los aspectos sociales: "Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia… Y está interfiriendo en casi todas las industrias de todos los países" (Schwab, 2016a, p. 46)., por tanto, podemos pensar en ella como una nueva revolución y no como la extensión de la tercera.

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