Los Cuatro Acuerdos Dr. Miguel Ruiz
Enviado por najzasnaj • 16 de Octubre de 2013 • 1.200 Palabras (5 Páginas) • 780 Visitas
Los Cuatro Acuerdos
Dr. Miguel Ruiz
Cuenta la historia una anécdota muy importante que nos hace reflexionar de cómo realmente solo somos una motita de polvo en el universo. Estando Job afligido y tratando de justificarse y defenderse de las acusaciones que le hacían, inconscientemente empezó a responsabilizar a Dios de sus tragedias; Dios, al escuchar pacientemente todos los argumentos contesto: “¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento.” Con esta respuesta innegable nos damos cuenta de que todo lo que está a nuestro alrededor existió, existe y existirá por tiempos indefinidos sin que nosotros podamos cambiarlo, ya que al nacer lo que está a nuestro alrededor es lo que se nos impone. El autor habla, y concuerdo con él, que todo es impuesto, el idioma, la religión, las costumbres, valores morales, en fin todo. Es verdad, podemos forjar un entorno diferente, un ambiente, una forma de vivir, pero esta solo se da cuando somos adultos que podemos tomar decisiones propias pero se condicionan a la capacidad de nuestra conciencia, experiencia y conocimientos. Así que, teniendo en cuenta esto, hemos de agradecer lo recibido y que no quita que todo lo anterior es cierto, y también que las personas a título individual consideren que muchas de las cosas que nos enseñaron y en las que creemos sean erróneas. El autor hace una reflexión a la esencia del ser humano, somos soñadores desde nacimiento. Forjamos ideas en nuestro interior, que tratamos de alcanzarlas o al menos alucinar que ellas nos alcanzan. Somos un espejo de la vida, donde las acciones tienen repercusiones y solamente Dios es la luz que nos puede guiar.
También el autor nos recuerda (la verdad que los seres humanos somos tan tontos que necesitamos leer o escuchar por parte de alguien más lo que necesitamos saber o recordar) que el miedo, la culpa y el sentimiento de ser víctimas de algo no son más que una autoflagelación, es decir que somos nosotros mismos somos quienes más nos maltratamos a sí mismos. Al luchar por la aceptación de los demás, por captar la atención de todos caemos en ocasiones en el error de sobajar nuestra dignidad, nuestra persona, lastimando tristemente nuestra autoestima. Necesitamos sentir que tenemos razón y que los demás están equivocados. Confiamos en lo que creemos, y nuestras creencias nos invitan a sufrir. Nos resulta imposible ver que no somos libres. La realidad es que”cuando mejor nos aceptamos y nos amamos a nosotros mismos” es cuando los demás podrán amarnos. Y eso es reciproco, porque a nosotros nos agrada estar con personas que tienen valía, que aportan amor, respeto, etc. y, evitamos gente triste, conflictiva, soberbia y depresiva.
Los acuerdos a considerar surgen a raíz del miedo, si cometemos un error delante de los demás, intentamos negarlo y taparlo. Por ello es fundamental un compromiso voluntario con nosotros mismos para reconocer que nuestra vida está gobernada por nuestros acuerdos. Cuando finalmente estemos dispuestos a cambiarlos, usando amor, energía, entusiasmo, entonces, solo entonces podremos vencer el miedo y la inseguridad. Analicemos ahora brevemente cada uno de los acuerdos propuestos por el autor.
Ser impecable con nuestras palabras.
“La lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandes alardes. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque!”. Este acuerdo es el más importante y la base de los tres siguientes, es por llamarlo así el fundamento de los demás. Se nos doto con el privilegio extraordinario de emitir sonidos y transformarlos en palabras. Por ello la relevancia del mismo ya que las palabras que empleamos pueden edificar o destruir, pueden liberar o esclavizar. Debemos hacer un pacto con nuestros
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