Los Gustos De Medianoche
Enviado por tano2486 • 28 de Diciembre de 2012 • 764 Palabras (4 Páginas) • 329 Visitas
Los Gustos de Medianoche.
Volviendo a casa.
(1)
Después de ocho horas de viaje en mi auto, pasando Puerto Goilin, siguiendo por la Ruta N.26. se encuentra la Ciudad costera de Mar Jender. Destino de muchas familias en busca de tranquilidad, mar y sol. El cartel de “Bienvenidos a Mar Jender, Capital de la Ciudad de Tolpin’’ me saluda desde lo alto y soy consiente de que paso mucho tiempo desde mis ultimas vacaciones en este sitio, pero a pesar de eso, puedo notar que todo esta tal y como lo recuerdo. En si, tan solo fueron nueve años los que viví lejos de aquí, no debería haber cambiado tanto. Decido detener el auto, para contemplar el paisaje de lo que alguna vez fue el paraíso para mi y mi hermana. Dos niños, bastante traviesos, de diez y ocho años, que vacacionaban con sus padres disfrutando los momentos en familia, donde no pensábamos en otra cosa mas que divertirnos y disfrutar de esos días soleados de verano. Jamás se nos podía ocurrir, ni siquiera imaginar, lo que algunos años mas tarde ocurriría y cambiaria nuestras vidas. Pensando en aquellos días felices, de los pocos que aun conservo en mi corazón, miro hacia el horizonte. Allí, donde los Montes Geraon rodean lo que alguna vez fue mi Ciudad, siento dentro de mi aquellos sentimientos tan diversos entre si; tristeza, miedo, felicidad, paz; mezclándose en mi mente hasta convertirse en una bomba de tiempo; explotando dentro de mi y llenándome de dolor, logrando que mi voz exprese lo que tanto tiempo calle: -Perdón por escapar y no afrontar el destino. Esta vez, no te voy a fallar!- Lagrimas recorren mis mejillas y el pecho me late con fuerza. ‘’Tengo que calmarme!’’ pienso, mientras vuelvo al auto, tratando de controlar mi respiración. Seco mi rostro y en el espejo retrovisor, veo el reflejo de mis ojos: -Ni siquiera llegue y ya logras que me ponga así- digo, mientras pongo el marcha mi coche y vuelvo al camino.
Cruzo Mar Jender por la Avenida central, viendo donde tomar la Ruta N.11, el camino más directo hacia la Capital, y una tímida sonrisa nace en mis labios al darme cuenta que tenia razón. Nada cambio aquí. Los mismos restaurantes, heladerías, casas de videojuegos, locales de ropa, discotecas, bares. Todo, a pesar de los cambios en las fachadas adaptándose a las nuevas tendencias, todo esta en el mismo lugar y me prometo a mi mismo que si puedo volver a pasar por acá, voy a disfrutar mas de todo esto.
(2)
Al encontrar la señalización que buscaba, comprendí que nueve años lejos de un lugar, logran que te olvides de algunas cosas. No recordaba, que trecientos cincuenta kilómetros separan Mar Jender de Tolpin. Algo más de tres horas tenia por delante, pero mi cuerpo me pedía un descanso.
Recuerdo el hotel de la Ciudad y donde se encuentra, ya que es donde pasábamos las vacaciones en familia, y me dirijo hacia allí. Comer, ducharme y dormir es lo que
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