Los Principios y Valores que Orientan la Alfabetización Tecnológica
Enviado por fredvangely • 23 de Julio de 2013 • Informe • 2.190 Palabras (9 Páginas) • 409 Visitas
Los Principios y Valores que Orientan la Alfabetización Tecnológica
Los principios son reglas o normas de conducta que orientan la acción de un ser humano. Se trata de normas de carácter general. Entre ellos Tenemos: la ética, la libertad, la equidad, la soberanía, la integridad territorial, la independencia y la cooperación.
Se entiende por valores a todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. Estos perfeccionan al ser humano en cuanto a ser humano, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Entre ellos tenemos: El Respeto, La Honestidad, El Humanismo, El Amor, La Responsabilidad, La Solidaridad y la Verdad.
Principios:
• La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.1 La ética es una de las principales ramas de la filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la argumentación. El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como "bueno", "malo", "correcto", "incorrecto", "obligatorio", "permitido", etc., referidos a una acción, una decisión o incluso también las intenciones de quien actúa o decide algo. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "Ese hombre es malo", "no se debe matar", etc. En estas declaraciones aparecen los términos "malo", "no se debe", etc. que implican valoraciones de tipo moral.
• Libertad es la capacidad del ser humano para obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida. Por lo que es responsable de sus actos.1 Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX, la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad, aunque la igualdad limita la libertad de unos en beneficio de otros.
Según las acepciones 2, 3 y 4 de este término en el diccionario de la RAE,1 el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, aquello que permite al ser humano decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. Pues la libertad implica una clara opción por el bien y el mal, solo desde esta opción se estaría actuando desde la concepción de la Teleología.
La quinta acepción del término1 define la libertad como la "facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres". En base a ello, la protección de la libertad interpersonal, es objeto de una investigación social y política.
El fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y filosófica. Ambas formas de la libertad se unen en cada individuo como lo interno y lo externo de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso y de lucha por el poder; las sociedades que luchan por el poder en la definición de los valores de los individuos y de la persona que lucha por la aceptación social y en el establecimiento de valores de la propia en el mismo[cita requerida].
El término equidad (del latín aequitas, de aequus, "igual"; del griego "͗επιεικεία", virtud de la justicia del caso en concreto) puede definirse, según el Diccionario de la lengua española, como:
• la "bondadosa templanza habitual"; a la propensión a dejarse guiar por el deber o por la conciencia, más que por la justicia o por la ley escrita;1
• la justicia natural, opuesta a la ley escrita;2
• una moderación en el precio de las cosas o en las condiciones;3
• una "disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.4 Este ideal está íntimamente enlazado con el precepto exclusivamente jurídico de Ulpiano en sus "Tria Praecepta Iuris" (tres principios del derecho), el suum cuique tribuere (dar a cada uno lo suyo).
El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.1
El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única2 que necesita que se comprenda al otro.3 Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.4
La honestidad es el valor de ser decente, recatado, razonable justo u honrado. Desde un punto de vista filosófico es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo con como se piensa y se siente. Esta diferencia de significados proviene de la incorrecta traducción del inglés, ya que en ese idioma ser honesto significa no ser dado a la mentira o al engaño, a diferencia del español, cuyo término para ese significado es el de "sinceridad" o "franqueza", no el de "honestidad".
En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo. Dado que las intenciones se relacionan estrechamente con la justicia y se relacionan con los conceptos de "honestidad" y "deshonestidad", existe una confusión muy extendida acerca del verdadero sentido del término. Así, no siempre somos conscientes del grado de honestidad o deshonestidad de nuestros actos. El autoengaño hace que perdamos la perspectiva con respecto a la honestidad de los propios actos, obviando todas aquellas visiones que pudieran alterar nuestra decisión.
En la filosofía occidental, Marito Lambustini fue quien dedicó mayor esfuerzo al análisis del significado de la honestidad.
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