Los Programas De Ajuste Estructural Definidos Por El FMI Y El Banco Mundial Eric Toussaint
Enviado por Sarasoll • 11 de Septiembre de 2014 • 1.861 Palabras (8 Páginas) • 574 Visitas
Capítulo 11
Los programas de ajuste estructural definidos por el FMI y el Banco Mundial
Eric Toussaint
ES INTERESANTE subrayar que el mismo vocablo aparece indistintamente en las recomendaciones de política económica que se refieren a los países industrializados, al Tercer Mundo o a los países del ex-campo llamado socialista. La ola neoliberal da nacimiento a un conjunto coherente y homogéneo de recetas, siendo poco más o menos las mismas en el Norte y en el Sur. La "flexibilidad" se transformó en la palabra de moda. En el Norte se trata de hacer saltar algunos cerrojos institucionales y de disminuir conquistas sociales que habían acompañado y sostenido el éxito de la posguerra, ya que éstas estaban pesando en las condiciones de rentabilidad en tanto obstáculos a la acumulación capitalista.
En el Sur, es la intervención del Estado bajo todas sus formas lo que es el blanco de las "cartas de intención" negociadas por el FMI con los países endeudados que reclaman un arreglo de sus deudas (Coutrot y Husson, 1993).
Si las relaciones del FMI con los países de la Periferia son antiguas, es en los años ochenta, tras la emergencia de la crisis de la deuda, cuando aquél les consagra una parte importante de sus actividades y gana en poderío. En cuanto al Banco Mundial, como se ha visto, su intervención crece en la Periferia desde fines de los sesenta.
A partir de principios de los años ochenta, el Banco Mundial y el FMI forman una dupla para administrar la crisis de la deuda y poner en marcha las políticas de ajuste. En el mismo momento se transforman en los grandes recaudadores de las deudas.
Una paradoja: aunque los objetivos de retorno al crecimiento no se alcanzan nunca de forma duradera, y aunque la inestabilidad financiera se desarrolla parcialmente como consecuencia de las políticas del FMI y del Banco Mundial, estas dos instituciones se refuerzan. A partir de la crisis mexicana de 1994 hay que señalar sin embargo que el FMI tomó preponderancia respecto al Banco Mundial en la definición de las políticas a seguir.
La preeminencia del FMI se confirma también en la crisis asiática de 1997/1998. El papel del Banco Mundial se mantiene en primera línea en lo que concierne a los países más pobres, a las relaciones con las ONGs (para "recuperarlas") y a los programas dirigidos a los más pobres.
En lo que se refiere a la palabra "ajuste", para los países del Sur la cuestión es saber a qué es necesario ajustarse. Si se admite que la economía mundial no es unitaria sino que está jerarquizada y que los países en desarrollo no pueden imitar simplemente las políticas seguidas antaño por los países industrializados, la respuesta es clara: el ajuste estructural no ofrece realmente perspectiva de desarrollo.
Los objetivos anunciados de los préstamos de ajuste
"La ideología simplista del libre mercado tendió un velo. Lo que verdaderamente pasó detrás, es la puesta en práctica de un nuevo mandato. El cambio de mandato y de objetivo, aunque fue discreto, no tuvo nada de complicado. El FMI dejó de servir los intereses de la economía mundial para servir a los de las finanzas mundiales. La liberalización de los mercados financieros quizás no contribuyó a la estabilidad económica mundial, sino que abrió inmensos mercados nuevos a Wall Street. (…) Si uno examina el FMI como si su objetivo hubiera sido el de servir los intereses de la comunidad financiera, uno encuentra un sentido a sus actos que, sin esto, aparecerían contradictorios e intelectualmente incoherentes"
Joseph Stiglitz, El malestar en la globalización, 2002.
Los objetivos anunciados de los préstamos de ajuste encuentran su quintaesencia en el Artículo 1 de la Carta del FMI donde se puede leer que "se favorecerá el crecimiento equilibrado del comercio internacional". En este sentido, los países que importan siempre más de lo que exportan tienen necesidad de ser sostenidos financieramente para no ser excluidos de los intercambios internacionales. Sin préstamos, no hay compras. Según la explicación dada por el FMI, no solamente sus intervenciones permiten a estos países continuar participando del intercambio internacional, sino que por medio de los programas de ajuste se les permite acrecentar esta participación (Lenain, 1993; Christin, 1995; Norel y Saint-Alary, 1988).
Los estatutos del FMI estipulan todavía que debe "adoptar políticas que ayuden a sus miembros a resolver sus problemas de balanza de pagos y que tomará las medidas apropiadas para el uso temporal que será hecho de sus recursos". En virtud de ello, el FMI interviene directamente en la determinación de las políticas económicas de los países prestatarios.
En relación a la deuda, un programa de ajuste es la mejor garantía existente de que un país podrá seguir pagando. En efecto, la gran prioridad de estos programas son las recetas exportadoras (ingresos de exportación). Ahora bien, una fuerte proporción de estas recetas retoma rápidamente el camino hacia el FMI y el BM, primeros acreedores a recuperar las sumas prestadas, y a continuación los bancos privados (reunidos en el Club de Londres), o los estados agrupados en el Club de París. Los unos y los otros sacan una ventaja evidente de la colaboración con el FMI y el Banco Mundial.
Deuda y ajuste estructural
Porque los países están endeudados, el FMI y el Banco Mundial pueden obligarlos (es una suerte de chantaje económico) a reorientar de manera "apropiada" su política macroeconómica conforme a los intereses de los acreedores internacionales.
El objetivo consiste en imponer una relación de legitimación del servicio de la deuda manteniendo a las naciones deudoras en una sujeción que les impide embarcarse en una política económica nacional independiente (Chossudovsky, 1994).
El programa de ajuste estructural ha sido aplicado a gran escala. Aunque las circunstancias que reinan en los países que deben "ajustarse" son notablemente diferentes, la misma receta
...