Los Valores
Enviado por rubicitasexi • 29 de Mayo de 2013 • 5.952 Palabras (24 Páginas) • 310 Visitas
Valores, actitudes y habilidades necesarios en la enseñanza de las ciencias y su relación con el desarrollo cognitivo de los alumnos de educación básica*
La enseñanza de las ciencias y la adquisición de conocimiento científico por parte de los alumnos tiene valor por ese solo hecho: saber ciencia. Tener explicaciones verdaderas acerca de los fenómenos naturales y conocimientos acerca de los diversos seres que habitamos el planeta puede ser un objetivo válido de la educación básica; pero quizá más importante aún es que los alumnos resuelvan problemas con eficiencia, hecho que una buena enseñanza y aprendizaje de las ciencias debe lograr. Las ciencias, las matemáticas y la tecnología pueden contribuir de manera significativa a alcanzar ese objetivo, ya que en su quehacer está implícita la búsqueda de soluciones a los problemas que estudian. Estas soluciones van desde lo más teórico hasta lo puramente concreto.
La literatura sobre resolución de problemas ha crecido mucho en los últimos tiempos y en buena medida trata acerca de las habilidades que las personas requieren aprender o desarrollar para resolver problemas. Entre las más importantes se encuentran las siguientes:
•La habilidad e inclinación para resolver problemas depende de que las personas cuenten con ciertos conocimiento, habilidades y actitudes, los cuales pueden adquirirse y desarrollarse.
•Las habilidades manipulativas, cuantitativas, comunicativas y críticas son indispensables para la resolución de problemas.
•La resolución de problemas debe aprenderse en una variedad de contextos y propiciar la reflexión como parte de cada situación por resolver, reflexión que dará lugar al desarrollo de una habilidad general para la resolución de problemas, la cual podrá ser aplicada a nuevos contextos. La variedad de experiencias de solución y la reflexión particular en cada situación son la clave para alcanzar la eficacia y la eficiencia en la resolución de problemas.
•En la resolución de problemas, la mera memorización (que puede aplicarse tanto a conocimientos como a habilidades) debe remontarse, si se quieren alcanzar la eficiencia y la eficacia.
En el capítulo 12 del libro Ciencia: conocimiento para todos (AAAS, 19997), denominado “Hábitos de la mente” se describen los valores, actitudes y habilidades más relacionados con la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias. Aquí, se describirá en más detalle el desarrollo esperado, de tales valores, actitudes y habilidades, expresados como conductas verificables de los alumnos, por grupo de edad. No sin antes aclarar que:
•El desarrollo de dichos valores, actitudes y habilidades se da a lo largo del estudio de las ciencias naturales y no depende del aprendizaje de un contenido en particular.
•Desglosar estos valores, actitudes y habilidades en listados agrupados por edad tiene un propósito didáctico para los maestros, pero se debe ser cuidadoso en su interpretación a fin de no caer en una sobreesquematización y en la tentación de enseñarlos como si fueran contenidos temáticos. Su desarrollo por parte de los alumnos sólo se conseguirá si se ponen en práctica estrategias didácticas adecuadas.
Valores y actitudes
Honestidad. La honestidad es uno de los valores más apreciados, especialmente por aquellos que se dedican a la ciencia. Su ejercicio es esencial como parte de la práctica científica. Imbuir este valor a los alumnos es una condición indispensable de la enseñanza de las ciencias. La escuela ofrece múltiples oportunidades para mostrar a los alumnos el significado de la honestidad, practicarla y valorarla. En ciencias debemos enseñar a los alumnos a reportar y registrar siempre los resultados obtenidos y no lo que hubieran querido obtener o lo que piensan que el maestro quiere que reporten.
Curiosidad. La curiosidad es natural en niños y niñas desde que nacen y en estricto sentido no requiere enseñarse. El problema es el contrario: ¿cómo podemos evitar que se evapore al tiempo que orientamos a los alumnos a que la desarrollen para hacerla productiva? Al fomentar la curiosidad de los alumnos acerca del mundo natural, los maestros lograrán que esa curiosidad se dirija a otros ámbitos. Con el tiempo los alumnos aprenderán que hay algunos medios más eficientes que otros de satisfacer la curiosidad, y que encontrar soluciones es tan divertido e interesante como plantearse nuevas preguntas.
Escepticismo. Balancear la receptividad de ideas nuevas con el escepticismo puede ser un ejercicio difícil para los alumnos, porque cada una de estas virtudes “irá en dirección opuesta”. Incluso en ciencia hay dificultad para aceptar nuevas teorías al tiempo que se descartan otras vigentes. Sin embargo, ésta es una de las tareas fundamentales en la enseñanza de las ciencias: el maestro debe cuidar que, mientras un alumno explica las razones en las que se apoya su conjetura, los demás escuchen con atención. Si bien la conjetura puede parecer convincente, no podemos aceptar que lo sea mientras no contemos con la evidencia suficiente para fundamentarla.
Preescolar a segundo grado
En este rango de edad es prioritario fomentar la curiosidad que de manera natural tienen los alumnos acerca del mundo que los rodea. Los fenómenos naturales capturan su atención fácilmente y a menudo hacen preguntas que no son fáciles de responder. Es tarea del maestro buscar respuesta a todas sus preguntas, aún si no es de forma inmediata. Reconocer que no se sabe todo y que con frecuencia es necesario investigar ayuda a establecer tanto la credibilidad del maestro como la importancia de la investigación en sí.
Al tiempo que los niños aprenden a leer y escribir, deben iniciar una colección de temas sobre los que a menudo piensen, conjeturen y busquen explicaciones, sin detenerse ante la dificultad que pueda implicar dar respuesta a las preguntas que se planteen. La tarea más importante del maestro en este terreno es ayudar a los niños a escoger aquellas preguntas que podrán resolver a través de ciertas actividades como son recolectar, clasificar, contar, dibujar, desarmar o construir. En este nivel, las preguntas que pueden responderse descriptivamente son preferibles sobre las que sólo tienen una respuesta abstracta. Los alumnos de esta edad tienen mayores posibilidades de responder al cómo y qué que al por qué.
De cualquier forma, no se debe confinar a los alumnos a la sola respuesta de preguntas empíricas. Algunas preguntas cuya respuesta requiere de una explicación pueden ser utilizadas para alentar el desarrollo de los hábitos del pensamiento científico. En ese sentido, los estudiantes deben aprender que a la pregunta de “¿por qué las plantas no crecen en la oscuridad?”, los científicos la responden con otras: “¿será cierto que las plantas
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