MARÍA CANO “LA FLOR DEL TRABAJO”
Enviado por SANDRAGC • 7 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 600 Palabras (3 Páginas) • 454 Visitas
MARÍA CANO “LA FLOR DEL TRABAJO”
La necesidad de un pueblo, la injusticia, el dolor y el hambre causadas por la miseria al que fueron sometidos, causaron que las banderas ideológicas machistas de hombres y mujeres de la época se dejaan en un segundo plano para dar paso al surgimiento de una Mujer, que fuera vocera de todos, que hablara por los desvalidos y los explotados. María Cano, por sus continuas luchas mereció ser llamada la “flor del trabajo” en Medellín.
En los años 20 las protestas y manifestaciones en contra de las injusticias laborales apenas estaban empezando, abriendo paso a la exigencia apenas lógica y humana de los derechos de trabajadores, obreros y presos políticos, encarcelados por convertirse en la piedra en el zapato del gobierno nacional que se apoyaba en la obediencia ciega de una fuerza pública sin formación ni criterio. El partido Socialista Revolucionario tuvo su nacimiento con el fin de apoyar a estas personas y con El renace la esperanza de muchos, pero también crecen las dificultades y atropellos en la vida de María Cano al querer destruir su nombre y su reputación y con ello buscaban destruir su lucha, los ideales que representa. Sin embargo su convicción y su firme carácter le permitieron seguir adelante, apoyando el movimiento sindicalista de as bananeras, pero su lucha y su entrega, terminaron por costarle la vida, no porque pereciera en la espantosa masacre de aquellos días, sino porque tanto dolor, soledad e injusticia le fueron destruyendo por dentro.
Es la historia de nunca acabar, siempre alguien lucha por nobles ideales, se gasta por dentro y por fuera y, estoy convencida que nadie recuerda, agradece o recompensa estos sacrificios, por el contrario, a tantos hombres y mujeres que ofrendaron su vida y sus sueños, los dejamos atrás en el olvido; y salvo por brevísimos instantes y claramente por presión académica, no por gusto o voluntad propia, los retomamos. Tal vez esta sea la causa de que ya no haya verdaderos líderes en nuestra sociedad, la época de los caudillos se acabó. Los dejamos acabar a causa de indiferencia, tolerancia a la injusticia, a nuestra falta de memoria, o memoria selectiva que sólo se activa para lo que nos conviene. Perdimos el poder de comprometernos y nos gusta más que sea otro quien tome la vocería. Algunos obran así por miedo, otros por ignorancia; si, la misma que nos lleva a vender o a regalar nuestra voluntad por un tamal o un plato de lechona, esa misma que por el deseo de recibir un mísero subsidio nos convierte en títeres, en seres manejables, que vamos al ritmo que nos muestre la vida sin interiorizar o metabolizar nuestra situación actual dejando que todo pase sin decir o hacer nada.
Siempre he promulgado la siguiente frase y la aplico para mi vida: “Si no está de acuerdo, tiene dos opciones: o toma una decisión y lo cambia, o no hace nada pero no se queja”, y tristemente los Colombianos aprendimos a no hacer, pero cómo criticamos, que tristeza!.
Posiblemente mi posición también es cómoda, pues mis opiniones las expreso en mi medio, entre conocidos y amigos y baso mi vida en decisiones coherentes, claro, es mi opinión. Pero también soy el tipo de persona que evita las confrontaciones, salvo que sean estrictamente necesarias. Muchas veces digo que no se discute contra “ideas estúpidas”, pero si hoy lo pienso: cuál de las ideas es la que merece esta calificación, la ajena o la mía por pensar en tener la razón? El tiempo y la propia vida me responderán.
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