MENORES DE EDAD VÍCTIMAS DE MAP Y MUSE EN COLOMBIA 1997- Marzo 2013

La historia del conflicto armado en Colombia ha registrado en los últimos años una verdad aterradora sobre el daño causado por las minas antipersonal que ha terminado por afectar al grupo poblacional más inocente de nuestra sociedad como lo son los menores de edad, los cuales a pesar de no hacer parte de la guerra han sufrido las consecuencias que de ella se derivan.

Colombia actualmente sigue siendo el país más afectado por las minas antipersonal en el mundo solamente superado por Pakistán y Afganistán al incluir artefactos explosivos improvisados (AEI). Esta situación que se utiliza como parte de una estrategia de guerra por muchos de los grupos armados no estatales es considerada como una grave limitación para el acceso humanitario y la movilidad de la población civil. A pesar de los esfuerzos que se han llevado a cabo por las diferentes organizaciones, las minas siguen siendo plantadas y siguen hiriendo y/o matando a miles de seres humanos.

El uso de las minas han sido determinantes en el caso de la llamada “táctica militar” con el fin de detener a las tropas contrarias. Evidentemente estas trampas mortales están lejos de respetar los principios del Derecho Internacional Humanitario pues terminan finalmente atentando contra la integridad de la población.

Según el Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (PAICMA) se calcula que el número de víctimas de minas antipersonal en Colombia a partir del año 1997 es aproximadamente de 9611 (incluido primer trimestre 2013). De este total de víctimas 930 corresponden a menores de edad en el periodo de estudio.

“…yo no sueño con nada, eso pa’ qué… antes estudiaba y era bueno pa’ eso…ahora no puedo estudiar porque me hecha a doler la vista…tampoco me gusta comer mucho porque me duele el estómago. Como la bomba me sacó las tripas, pues me las tuvieron que poner de mangueras…antes me gustaba jugar fútbol pero ya no puedo, porque por esta vista (ojo derecho) no veo nada, y por esta (ojo izquierdo) ya casi no veo…yo creo que dentro de poquito me voy a quedar ciego…”

Regiones de todo el país han vivido a lo largo del tiempo bajo la constante amenaza de la siembra de minas antipersonal con consecuencias donde también se incluye el desplazamiento forzado. Las cantidades de minas distribuidas en el país ha hecho imposible precisar la cantidad y ubicación total lo que a su vez ha dificultado igualmente las labores de desminado, tanto militar como humanitario.

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