MOTIVACION AL APRENDIZAJE EN EDUCACION SECUNDARIA
Enviado por ely.frape • 29 de Octubre de 2013 • 8.855 Palabras (36 Páginas) • 435 Visitas
Trabajo de Investigación:
Motivación para el aprendizaje en educación secundaria
1. INTRODUCCIÓN.
Con el presente trabajo de investigación se pretende destacar la importancia de la motivación al aprendizaje en educación secundaria, realizando un análisis detallado de los componentes motivacionales más relevantes, así como su repercusión en el aprendizaje del estudiante.
Según García (2009) el análisis se debe plantear partiendo de dos supuestos básicos; el primero consiste en asumir el carácter integrado de los aspectos motivacionales y cognitivos por lo que deben ser tratados de forma conjunta. El segundo consiste en considerar el importante papel que juegan los contextos en los que está inmerso el alumno que aprende en el desarrollo de la motivación.
El trabajo es realizado en una escuela de educación secundaria donde por medio de observación participante en el contexto escolar con jóvenes de 12 a 14 años que cursan el segundo grado, se identifica una desmotivación hacia el aprendizaje de los contenidos curriculares, a la participación en equipo y a la misma asistencia a cumplir con la tarea educativa, esto debido a que no se sienten motivados a aprender por llevar una educación tradicional y existir muy pocas asignaturas donde se propicia la opinión individual, la participación, el uso de la tecnología y de diferentes técnicas con las que los alumnos podrían motivarse al recibir un aprendizaje de forma diferente.
Como señalan Huertas, 1997, Pozo 1999, Mínguez (2001), la falta de motivación es señalada como una de las causas primeras del deterioro y uno de los problemas más graves del aprendizaje, sobre todo en educación formal. Numerosas investigaciones han mostrado la importancia de la motivación en el aprendizaje, ya que sin motivación no hay aprendizaje.
En investigación realizada, Barrios (2010) dice que el alumno debe percibir la utilidad de los objetivos de la tarea a realizar. Todo alumno que no perciba dicha utilidad no estará motivado. El contenido no tiene por qué ser interesante en sí mismo, va a depender fundamentalmente de la forma en que el profesor lo presente. Por ello, es necesario utilizar metodologías activas y participativas en la que los alumnos jueguen un papel importante en su propio proceso de aprendizaje.
Barrios (2010), explica que el sentirse competente le supone al alumno pensar que puede aprender, lo que favorece que tenga sentido realizar el esfuerzo necesario para conseguirlo. El alumno va afianzando una valoración de su competencia como estudiante en función de los resultados que obtiene, de los comentarios que sobre estos resultados se realizan y de las expectativas que transmiten profesores, padres y compañeros.
Sobre el trabajo del profesor, se debe mostrar al alumno que le importa como persona, independientemente de que sea un buen o mal alumno. Para los alumnos tiene más sentido llevar a cabo su actividad intelectual si perciben que el profesor quiere ayudarle. Deben sentir que son escuchados y se preocupan de que aprendan sin estar sujetos a comparaciones ni favoritismos, favoreciendo así su rendimiento. Barrios (2010)
1.1 Antecedentes
Al indagar sobre antecedentes de la motivación, Pérez (2007) menciona que ésta tiene sus antecedentes desde la era primitiva cuando los hombres buscaban una explicación ante las cosas que le rodeaban, inspirados por satisfacer las necesidades que les aquejaban tales como: alimentación, vestido, relación y una organización. Concebida principalmente como motivación primaria y posteriormente la motivación secundaria que es la que pretende alcanzar los propósitos y objetivos que el propio hombre se propone entre los cuales se puede mencionar: estudios, compra de un automóvil, paseo a cierto lugar, etc.
En los últimos años la motivación ha adquirido relevancia, razón por la cual las aportaciones de las teorías de la motivación, son utilizadas como base teórica en diversas investigaciones. Sin embargo, esta producción científica no puede ser totalmente clarificada si no contamos con un conocimiento previo de su historia.
En información recabada Pérez (2007) señala que durante el siglo XIX la motivación tomó un enfoque intelectual y materialista, primeramente las aportaciones evolucionistas de Charles Darwin, dieron oportunidad de retomar aspectos como: instinto, interés, castigo, etc.
Siguiendo en los años setenta a integrarse algunas cuestiones relacionadas con la motivación, tales como las atribuciones causales, las percepciones de eficacia y control, las percepciones de competencia, pensamientos sobre metas y, especialmente, la incorporación del autoconcepto como principal elemento en el estudio del proceso motivacional, la motivación continua siendo un desafió importante en la educación. Hoy los estudiantes están muy desmotivados y es muy importante hacer algo frente a esto.
Según Valles (2008) el autoconcepto es la suma de creencias de un individuo sobre sus cualidades personales, lo que la persona sabe de sí misma y lo que cree que sabe. Este concepto de sí mismo se va formando a lo largo de nuestra vida. Es la interpretación de nuestras emociones, nuestra conducta y la comparación de la misma con la del otro, si es similar con la nuestra o no.
Por otro lado Cabanach (1996) menciona que como futuros profesores se debe tener más que la responsabilidad de entregar conocimientos, también de aportar en el desarrollo personal de cada uno de los estudiantes, el poder influir en cierta forma en su autoestima y su personalidad. El docente debe ser también un “orientador” con quien el alumno se sienta en confianza, que sienta que es tomado en serio, para que de esta manera el docente pueda trasformar la desmotivación del alumno, o la motivación externa que este tiene, en una motivación intrínseca, donde el estudiante se interese por lo que va a aprender o está aprendiendo porque lo quiere y no porque se le obligue a hacer.
Es un tema que se debe tomar muy seriamente ya que afecta directamente a la educación y depende mucho de los futuros profesores que puedan motivar a los alumnos a ser mejores, que no solo deben hacerlo por satisfacer a otras personas ni por cumplir una tarea, pensar en que los alumnos siempre pueden ir más allá y de que como profesores deben demostrar que se les tiene la suficiente confianza de que pueden hacer muchas cosas y que sólo depende de ellos mismos. Cabanach (1996)
1.2 Justificación
Uno de los problemas que más preocupa hoy al profesor es el de la motivación de sus alumnos hacia el estudio. Esta percepción no está exenta de fundamento, como lo demuestran los abundantes estudios sobre actitudes realizados desde hace dos décadas.
En efecto las reformas
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