MUJERES QUE RECIBEN LA VIDA CON SUS MANOS
Enviado por abguerrero • 10 de Abril de 2018 • Reseña • 703 Palabras (3 Páginas) • 110 Visitas
051200642015- Angie Brigitte Guerrero Celis
MUJERES QUE RECIBEN LA VIDA
CON SUS MANOS
Durante los últimos 25 años María Luz Alboran Pérez se ha dedicado a ser partera, acto que para muchos puede ser denominado como un don, un saber ancestral que se ha alimentado de la sabiduría africana e indígena pero que para ella es un trabajo como cualquier otro. Proveniente de un pueblo tolimense y de una familia numerosa en donde siempre se hizo lo que su padre y sus cuatro hermanos dijeran.
—Un día, el 4 de septiembre de 1965, nunca se me olvida, muere mi única hermana a consecuencia de un parto, no sabíamos porque causa, solo nos dijeron que tenia dolor en la panza entonces mis padres se la llevaron donde un partero aquí en el pueblo, en ese entonces casi no se confiaba pero era lo único, entonces ya fue al otro día que la trajeron muerta el bebé nació, pero ella murió.
La perdida de su hermana la marco tanto que fue esto lo que la impulso a convertirse en una partera, ya que a sus 22 años de edad se sentía amenazada, pues muchas mujeres morían al momento de dar a luz a sus hijos. Asegura que lo aprendió de una amiga de su padre, a donde esta iba ella la acompañaba, veía los partos desde las ventanas y así empezó atendiendo a algunas amigas embarazadas en su pueblo Chaparral, más de una vez fue tratada de bruja, cosa que nunca entendió pues siempre a considerado su oficio como algo digno y muy bonito, cuando se le pregunta por lo que hace siempre responde que una partera es una persona que esta para servir, que apoya a otra mujer durante el embarazo, el parto y hasta en la crianza, son mujeres sabias con unas habilidades específicas para atender a la madre y a la criatura.
Durante el transcurso de estos años su ambiente de trabajo ha sido su propia casa, en muchas ocasiones las madres la visitan antes del parto para saber cómo se encuentra el pequeño, María Luz les mide el volumen del vientre con un metro de costura, escucha el corazón del bebé con una copa de metal y las masajea para conocer en qué posición esta. Cuando la mujer llega en trabajo de parto sus únicas herramientas son unos simples guantes, aceite de cocina y tijeras, no tiene ningún método y fue su madre quien le ayudaba a encargarse de todo.
— Cuando sabes lo que es parir y lo mucho que duele no le dices nada a ninguna mujer, solo le dices: “Estoy contigo” “Tranquila” la sobas, la entiendes.
El parto de sus dos hijos, Juan Andrés y Juan Pablo, los atendió su más íntima amiga, también partera, para ella estos fueron los dos partos más largos en los que ha estado, las parteras saben que los nacimientos son duros pero después de este momento se convirtió en testigo de que para traer una vida al mundo se necesita de mucho amor y energía.
María luz no recuerda cuantos partos a atendido, pero sin importar esto asegura con mucha felicidad que nunca a perdido a ninguno de sus pacientes a pesar de que a tenido que luchar con partos complicados a recibido en sus brazos a mellizos, primerizos, sentados y de pie.
— Es muy bonito, muchas de las niñas que he recibido se convirtieron en mamás y recibí a sus hijos también, por fortuna.
Para ella este no es un trabajo de libro, este trabajo es hablando, es mirando, es tocando, es analizando y es observando no como lo hace los médicos estudiados. Para mucha gente de su pueblo y de la región las parteras son consideradas como las madres de todos, las abuelas de todos, puesto que muchos de ellos han llegado a este mundo en manos de una de ellas. Comenta con tristeza que las nuevas generaciones piensan que este es un oficio olvidado, pero aún en muchos rincones del país, en pueblos y en lugares alejados del Tolima existe la partería tradicional.
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