Magtetoterapia
Enviado por cyberjamz • 11 de Septiembre de 2014 • 4.039 Palabras (17 Páginas) • 215 Visitas
INTRODUCCION
En magnetoterapia en lugar de usar imanes permanentes lo habitual es generar un campo magnético exógeno con el que tratamos la zona bajo tratamiento. El campo magnético es generado mediante unas bobinas de cuya arquitectura depende el campo magnético producido. Los equipos de magnetoterapia son generadores que activan a las bobinas imponiendo la frecuencia y la intensidad del campo.
Existen dos rangos de intensidades terapéuticas, los campos del orden de los picoteslas que actúan sobre el cerebro, y los de militeslas que actúan sobre los tejidos no nerviosos. Son los primeros los que vamos a analizar en este trabajo.
Dentro de la magnetoterapia, la estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica neurofisiológica que permite la inducción, de forma segura y no invasiva, de una corriente en el cerebro.
Esta técnica se fundamenta en el potencial que poseen los campos magnéticos para generar en un tejido excitable, actividad eléctrica de manera controlada y focal. La técnica basada en la inducción electromagnética descubierta por Michael Faraday en el siglo XIX. Sin embargo, fueron Anthony Barker y sus colaboradores quienes, en 1984, consiguieron desarrollar un estimulador capaz de despolarizar neuronas en la corteza cerebral y evocar movimientos contra laterales al activar vías cortico espinales.
MAGNETOTERAPIA Y SU APLICACIÓN EN LA MEDICINA
La terapia magnética, también denominada magnetoterapia, magnoterapia o imanoterapia, es una práctica de medicina alternativa que implica el uso de campos magnéticos estáticos o alternos sobre el cuerpo humano. Aunque algunas personas refieren haber respondido favorablemente al tratamiento de algunos casos de dolor al someterse un corto periodo de tiempo a campos magnéticos producidos por imanes permanentes, sin embargo, se la considera una seudociencia ya que ningún estudio ha comprobado su eficacia más allá del Efecto placebo. El magnetismo constituye una ciencia que tiene en su haber el juez del tiempo, para evaluar su eficacia.
La cura mediante el imán se conoce desde hace siglos. La palabra magneto (equivalente en español a imán) deriva de la antigua ciudad griega de Magnesia donde se explotaba el material magnético, el óxido ferroso férrico, como materia prima. Existen leyendas no documentadas que señalan que los chinos ya conocían y utilizaban el imán 4 500 años antes de Cristo.
El polvo magnético se utilizaba antiguamente con objetivos curativos, por ejemplo en forma de pastillas por vía oral, de enemas, cataplasmas o se utilizaba para preparar “bebidas de la eterna juventud“, etc. Las cataplasmas con polvo magnético fueron particularmente efectivas en la sanación de heridas o en estados postaccidentales, también en el caso de dolores de articulaciones o de la columna e inflamaciones articulares causados por una contusión. Ya el emperador romano Claudio se curaba de artritis en baños llenos de „peces eléctricos“. Ahora sabemos que se trataba del pez raya que descargaba corriente eléctrica al contacto y generaba un campo magnético. Entre los años 1649 y 1655 fueron fabricados en las fábricas siderúrgicas suizas y alemanas los primeros imanes artificiales permanentes de acero carbónico. Los primeros imanes curativos y electroimanes los crearon el inglés W. Sturgeon y el americano J. Henry en los años 1826 y 1928. Los seguidores de estos científicos fueron Faraday, Maxwell y Herz. Los cimientos científicos de la magnetoterapia se establecieron a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX en relación al desarrollo de la física, química y electrofísica. El origen de la teoría del campo electromagnético está relacionado con el físico inglés J. C. Maxwell quien descubrió las propiedades básicas del campo electromagnético y en el año 1864 presentó una teoría general sobre los fenómenos magnéticos y eléctricos conocidos como las ecuaciones de Maxwell. Actualmente, muchos de los especialistas en medicina (ahora quizá más que antes) reconocen la importancia de la prevención de enfermedades tanto a nivel general como en el estado subclínico de la enfermedad concreta. El asesoramiento médico acerca de los instrumentos magnéticos puede ser de una ayuda incalculable para mucha gente con problemas subclínicos que implican neuropatías, enfermedades del sistema motriz , de la piel y otros órganos.
Mecanismo De La Magnetoterapia:
Hay tres métodos para generar un estímulo eléctrico en la reparación de tejidos:
• La aplicación del estímulo eléctrico directo, a través de electrodos, que se implantan en el hueso, lo que resulta invasivo, doloroso y poco práctico. En esta técnica, se aplican corrientes directas del orden de 5-100 micro-amperes que son suficientes para generar hueso nuevo.
• Aplicación de un campo eléctrico, por medio de un acoplamiento capacitivo. En este método, se colocan electrodos sobre la piel en el sitio de la fractura sin la presencia de yeso o de férula, y se aplica una tensión senoidal con frecuencias desde 20 hasta 200 KHz. Como resultado, se produce un campo eléctrico con magnitud desde 1 hasta 100 mV/cm.
• El tercer método es la aplicación de un acoplamiento inductivo. En este método, se colocan una o más bobinas, cerca del miembro dañado, ya sea un hueso fracturado o de un tejido blando, sin necesidad de quitar el yeso, férula y/o de tocar al paciente. Por la bobina se hace pasar una corriente eléctrica variable lo que genera un campo magnético pulsante (CMP) variable en el tiempo que penetra el cuerpo. Ya que una propiedad de los CMP es inducir un campo eléctrico (E), y dado que el tejido vivo es tiene una determinada conductividad , este campo generará una densidad de corriente eléctrica (j) en mA/m², es decir un estímulo eléctrico. A esta propiedad se le conoce en física comoLey de inducción de Faraday.
Efectos curativos del campo magnético pulsante (CMP) de baja frecuencia y de la magnetoterapia
Los cambios biológicos en los tejidos que se originan debido a la actuación del campo magnético pulsado de baja frecuencia se pueden utilizar positivamente en toda una serie de problemas de salud. Los efectos se pueden resumir en seis grupos básicos y efectos curativos:
Efecto contra el dolor (analgésico) – El campo magnético pulsante de baja frecuencia condiciona, gracias a la inducción, la formación de corriente en las fibras nerviosas que imposibilita el paso de impulsos dolorosos desde el lugar afectado a través de la médula espinal hasta los centros del cerebro y, a consecuencia de este proceso y de otros mecanismos (la formación elevada de endorfinas, represión de la inflamación
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