Maquiavelo '' El Principe
Enviado por ndapersonal • 5 de Noviembre de 2013 • 2.710 Palabras (11 Páginas) • 377 Visitas
CAPITULO I
Al leer el primer capítulo de la obra nos muestra sobre los estados (soberanías) que podían ser republicados o principados, se dice que estos eran hereditarios o nuevos, ya que los nuevos podían ser obtenidos con armas propias o ajenas (bien con habilidad o valentía).
CAPITULO II
Sabemos que los principados (que era un tipo de poder militar) , se daban de dos maneras ; la manera hereditaria eran los que más fácil llegaban a gobernar porqué solo seguían la organización ya establecida , así que no merecía mucho respeto , en cambio un principado natural era más apreciado porque tenía o alcanzaba lo que tenía con su esfuerzo.
CAPITULO III
En este tercer capítulo aparece el principado mixto, pero qué es o a qué se refiere, bueno no es nada de otro mundo simplemente se trata nada más de aquellos territorios que estuvieron anexados a otro estado y se han adherido al nuevo principado, a través de la conquista claro está, una manera de que estos dejen de pertenecer a los mixtos es media las rebeliones de su gente (muchas veces porque no están conformes con los nuevos príncipes)
Al tener la unión de los principados entre estado pueden ser:
Con el mismo país y lengua, se podría decir que llevan una buena relación ya que poseen las mismas costumbres y el mismo idioma para que estas dos posean una buena relación se tendría que eliminar o desaparecer la antigua dinastía y modificar las leyes y las costumbres ya establecidas.
Pero ahora que pasa si son del mismo país pero diferente lengua, con una seria de costumbres diferentes para evitar discordancia entre los pobladores se dice que el príncipe debe ir a este nuevo pueblo conquistado y establecerse, creciendo juntos para así el entendimiento y la armonía. Cuando se tiene un nuevo estado diferente al del príncipe se dice que se debe proteger a los más débiles y someterse a los grandes, el que no acate lo que el príncipe quiere hacer perderá todo lo dado y tendrá dificultades. Como sabes también por disconformidades podemos tener golpes del estado , pero este para evitarlo decía que era mejor poner colonias para el dominio que mandar a todo el ejército , ósea que unos pocos monitoreen todo y así no tenía muchos gatos y poseía más hombre fieles .
El príncipe que procura el engrandecimiento de otro, labra se propia ruina. Porque para ello empleara su propia fuerza, su ingenio y esto levantara sospechas dentro de aquel que ha llegado a ser poderoso.
CAPITULO IV
Todos los principados son gobernados por dos modos: por un príncipe absoluto que escoge a sus ministros entre sus vasallos, y en otra ocasión por un príncipe y los grandes de aquel estado. En los países gobernados por un príncipe y por sus siervos, el príncipe tiene mucha más autoridad porque nadie reconoce en su estado alguien más poderoso que él.
En la segunda, el rey está rodeado de personas ilustres, que tienen sus propios siervos, que los obedecen y estiman como sus señores.
CAPITULO V
Para conservar los estados adquiridos el príncipe tiene tres medios:
Arruinarlos
Fijar su residencia en ellos
Dejarle sus leyes, exigirles un tributo y construir un estado con un corto número de personas que mantengan la paz en el.
Este estado nuevo depende del poder del príncipe así que es fácil mantener la posesión del territorio. Pero esta última no es la apropiada, destruirlas o fijar su residencia en ellas es la mejor opción.
CAPITULO VI
Los hombres que forjan sus propios caminos llegan a ser príncipes. Grandes obstáculos y grandes dificultades enfrentaron los primeros, necesitaban mucho valor y talento para vencerlos. Obtienen asi, respeto y autoridad en muchos principados.
CAPITULO VII
Poco esfuerzo les cuesta adquirir un principado a aquellos que de simples particulares se les alza en lo más alto , a través de la fortuna y sin tener el menor obstáculo, enfrenta muchas y grandes dificultades.
CAPITULO VIII
Otra forma de adquirir un principado es, por una malicia o daño o por el apoyo de sus conciudadanos. El ocupador de un estado debe procurar acumular todas sus crueldades en una sola ocasión, para no tener necesidad de repetirlas y poder ganar a los hombres sin beneficio.
CAPITULO IX
Los principados civiles son aquellos que se logran con la ayuda de los conciudadanos. El principado lo fundan el pueblo y los nobles, según lo decida la fortuna.
CAPITULO X
Solo pueden defenderse por si mismos de una invasión los príncipes que se encuentran con una cantidad suficiente de hombres y dinero para presentar una campaña. Es triste la situación de un príncipe que se ve reducido a encerrarse en su ciudad y esperar en ella al enemigo.
CAPITULO XI
Los principados eclesiásticos son los únicos que poseen estados sin defenderlos y tienen súbditos sin gobernarlos, son los únicos cuyas tierras se respetan y en cuyos vasallos no hay voluntad ni medios para sustraerse de su dominio; en una palabra, son los únicos estados en los que el príncipe se encuentra ventura y seguridad.
CAPITULO XII
Las tropas que sirven para defender un estado son: nacionales, mercenarias o mixtas.
Las mercenarias son inútiles y peligrosas, nunca tendrá seguridad el príncipe con semejantes soldados.
CAPITULO XIII
Las tropas auxiliares son las que un príncipe recibe prestadas de sus aliados para su socorro y defensa. Son tan inútiles como las mercenarias.
Un príncipe que no puede defender sus estados con tropas extranjeras, se halla a la merced de la fortuna y sin recurso alguno contra la adversidad.
CAPITULO XIV
El arte de la guerra es el estudio al que deben dedicarse principalmente los príncipes, por ser la ciencia de los que gobiernan. La pérdida de los estados deriva en la incapacidad de los príncipes de estudiar para la guerra.
CAPITULO XV
El que prefiere vivir con lo que debe hacerse a lo que se hace en realidad corre su propia ruina, segura e inevitable.
Para el príncipe, hay virtudes que si se aplicasen producirían su ruina, y defectos y vicios que puestos en práctica producirán felicidad y provecho.
CAPITULO XVI
Un príncipe para no llegar a ser pobre, para poder, en caso de invasión, defender sus estados y no despojar a sus súbditos, no debe sentir que se le tenga por avaro, supuesto que en este llamado vicio consiste la estabilidad y la prosperidad de su gobierno.
...