Materialismo
Enviado por LeandroMora • 19 de Marzo de 2012 • 1.834 Palabras (8 Páginas) • 434 Visitas
Materialismo
El materialismo es una corriente filosófica que surge en oposición al idealismo y que resuelve la cuestión fundamental de la filosofía postulando que el mundo está compuesto exclusivamente por cosas.
Según esta concepción, el mundo es material y existe objetivamente, independientemente de la conciencia. La materia es primaria y la conciencia, el pensamiento son propiedades de ésta a partir de un estado altamente organizado. El pensamiento es un nivel superior del conocimiento humano, un proceso de reflejo de la realidad objetiva. Sostiene, además, que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles.
Introducción
La oposición entre el enfoque materialista y el enfoque idealista es una de las polémicas filosóficas más antiguas y persistentes. En el siglo XVII el término «materialismo» se solía usar principalmente en el sentido de representaciones físicas acerca de la materia. En ese sentido las ciencias naturales modernas tienen un enfoque completamente materialista.
Historia
Doctrinas materialistas del Antiguo Oriente
Los primeros vestigios que se tienen de la doctrina materialista se remontan a fines del tercer y principios del segundo milenio a. de n. e. en las culturas egipcia y |babilónica, donde se formaron las primeras concepciones materialistas espontáneas. También y un poco más tarde pero con mayor integridad se la encuentra en la filosofía de la India y China Antigua.
En monumentos de la cultura egipcia antigua se menciona por ejemplo «el agua fría creadora de todos los seres y de la que proceden todas las cosas, así como el aire que llena el espacio y se halla en todas partes», lo cual muestra que ya en ese entonces se planteaba en forma embrionaria la cuestión del origen material de los fenómenos naturales. O puede que hayan interpretado estos elementos desde un punto de vista netamente simbólico.
En la cultura babilónica, por ejemplo, nos encontramos con el astrónomo Seleuco (siglo II a. de n. e.) quien ya en ese entonces formuló conjeturas acerca de la estructura heliocéntrica del mundo.
En la India Antigua aparece a mediados del primer milenio a. C. en la doctrina lokaiata (o escuela de los chárvakas) que sostenían que el mundo era material, compuesto de cuatro elementos primigenios: la tierra, el agua, el fuego y el aire. De estos elementos se formaban también los seres vivos, incluido el ser humano, los cuales luego de morir se descomponían nuevamente en estos elementos. Los chārvākas además, sometieron a crítica las doctrinas religiosas imperantes en esa época sobre la existencia de Dios, el alma y el mundo del más allá, demostrando que al morir el cuerpo, desaparecía la conciencia, por lo que consideraban absurda la doctrina de la transmigración de las almas.
El materialismo de los chárvakas se hallaba íntimamente relacionado con su ateísmo. Posteriormente en la corriente sankhya (cerca del año 600 a. C.) se sostenía que el carácter material del mundo se desarrollaba a partir de una substancia primigenia (prakriti); pero el logro más importante de esta corriente fue el postulado de que el movimiento, el espacio y el tiempo son propiedades inseparables de la materia.
Al comienzo de nuestra era esta corriente filosófica no resistió la lucha contra el idealismo y terminó por admitir la existencia de las almas aparte e independientemente de la materia.
A medida que se desarrollaba la filosofía hindú antigua, la concepción de la materia compuesta por los cuatro elementos (fuego, aire, agua y tierra) fue sustituida por representaciones más desarrolladas basadas en la estructura atomista del mundo. En las escuelas filosóficas niaia y vaisesika surgen las ideas de que el mundo se compone de pequeñas partículas de diversa cualidad que se hallan en el éter, en el espacio y en el tiempo. Estas partículas serían eternas, increables e indestructibles, al tiempo que los objetos compuestos de ellas serían mutables, inestables y transitorios. Estas ideas materialistas ejercieron un fuerte influjo sobre escuelas y doctrinas religiosas de la época, como por ejemplo en la escuela religiosa mimansa, la cual reconocía la realidad del mundo, cuyo ser no depende de ningún creador, existe eternamente y se compone de partículas regidas por la ley autónoma del karma.
En la China Antigua encontramos la doctrina materialista en la teoría del conocimiento de Mo-Tse (479 - 381 a. C.) en oposición a Confucio. Aportes importantes también las dio el Taoísmo, cuyo creador Lao-Tsé (siglos VI a. C. a IV a. C.) sostenía que el mundo, que es eterno, se halla en movimiento y mutación continuos. El movimiento, según los taoístas, es regido por el Tao (ley natural), que si bien es un concepto abstracto y metafísico, es al mismo tiempo anti-espiritista ya que al Tao se lo considera inmaterial pero natural, y no de origen divino o sobrenatural, por lo que la cosmovisión taoísta resulta en una dialéctica materialista-metafísica, dualmente naturalista y no espiritista.
Las ideas materialistas ingenuas cobraron sucesivo desarrollo en la doctrina de Xunzi (313 - 238 a. C.) una de las relevantes figuras del confucionismo, quien a diferencia de otros confucianos consideraba que el cielo no posee conciencia y es parte de la naturaleza, en la que incluía asimismo el Sol, la Luna, los astros, las estaciones del año, la luz y las tinieblas, el viento y la lluvia, y que la sucesión de fenómenos celestes discurre según determinadas leyes naturales, de modo que el destino de las personas no puede ser regido por una inexistente «voluntad del cielo».
Xunzi afirmaba que el ser humano, contrariamente a los animales, sabe mancomunar sus esfuerzos y organizar su vida pública, que puede
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