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Medicamentos estimulantes


Enviado por   •  19 de Marzo de 2013  •  Monografía  •  2.007 Palabras (9 Páginas)  •  602 Visitas

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Capitulo 1

Metanfetaminas: Conocida como Speed la droga que acelera.

Es un ambiente escolar relajado, en el cual los chicos de cuarto bachillerato son un grupo que convencen a los maestros a no aprovechar el tiempo de sus clases y organizan una kermes.

Un día estaban en clase y el coordinador con un policía llamo a Felipe Meneses y le indicó que si podría abrir su locker lo cual el accedió, el policía reviso minuisiosamente su locker y en la parte de abajo encontró un cajita lo cual abrió y tenía unas pastillas envueltas en papel; Felipe indica que esa cajita era de Pascual, quien es un empleado de la escuela que ayuda a limpiar el laboratorio, etc.

- El coordinador le pregunta de nuevo a Felipe ¿que haces con esas pastillas? él le indica que Pascual le pidió, de favor que guardará esa cajita, lo cual el accedió porque en la escuela indicaban que el ayudaba a que obtuvieran mejores notas y que prefiere tener la puerta abierta por si se ofrece.

El coordinador accedió a llamar a Pascual y él niega que la caja de es suya. ----- Había una chica con bata blanca quien era la secretaria de salud y verifica que tienen la caja. Ella indica que es droga sintética.

El padre de Susana indica que ella le había comentado que esas pastillas se llaman “speed King” y que las había probado porque sus amigas la animaron y que le dicen que se sienten “prendidas” cuando las toman. La mujer de bata blanca afirma que efectivamente podría tratarse de la droga speed, speed King, arranque, hielo, chalk, meth, meta, tiza o vidrio lo cual algunos la usan de forma ilegal para adelgazar o mantenerse despiertos, aunque elevan los niveles de atención, también provoca ataque de pánico, ansiedad y nerviosismo. La secretaria de salud nos indica que esta droga que esta droga acelera funciones produciendo sensación de fuerza y autoestima; genera ideas rápidas y facilidad de palabra, quita el hambre y el sueño, somete a un sobreesfuerzo al corazón y cuando su efecto pasa cae en un agotamiento extremo, la persona se siente triste, desconfiada y deseosa de tomar más droga.

El padre de Susana se nota irritado y le reclama al director que la escuela tiene la culpa porque un trabajador vende droga a estudiantes y que lo a denunciar y va hacer escándalo. El director le responde que la droga está en todas partes, usted como padre de familia debería de instruir a su hija, indicándole los caminos que debe seguir y las consecuencias que causa, el padre de Susana se tranquiliza y le da razón; el director le pregunta a Pascual que cuanta droga vendió en la escuela y a quienes. Pascual

dice esas pastillas no son mías; todos me voltean a ver.

Capitulo 2

Enemigo al acecho

La mirada de todos apunta hacia mi culpabilidad.

-¿Cuántos años tienes Felipe?

-Dieciséis

- Todavía eres menor de edad, pero eso no te va a eximir de algunas sanciones penales.

Intento defenderme, dirigiéndome al ayudante del laboratorio.

- Tú dijiste que eras mi amigo, Pascual, ¿Por qué haces eso? Tarde o temprano va a saberse la verdad.

- Yo no soy amigo de gente como tú, Felipe, estoy limpio. Felipe trajo esas pastillas a la escuela. Me las ofreció. ¡yo también caí en la trampa! Creí que eran medicinas legales.

- ¡está mintiendo! ¡Jennifer! – Exclamo—díganle que venga. Por favor.

-¿Quién? pregunta el director

- Jennifer González. Estudia en mi salón. Pascual la invito a salir varias veces. Jennifer nos conoce bien a los dos. Háblenle. Ella dirá la verdad.

El director mueve la cabeza de forma asertiva y le pide al coordinador que vaya por la chica.

Jennifer llega con pasos tímidos, escoltada por el coordinador, se asusta al ver tanta gente reunida en la ofic

ina.

El director le pregunta:

-¿Pascual ha tratado de venderte pastillas como esta?—le muestra

- no

- ¿estás segura?

- me las regala.

-¿Cómo?

- a todos les vende, pero a mino. Me las recomendó para que pueda bailar mejor. Pertenezco a un grupo de jazz, solo 2 días tome esas pastillas y puede bailar como nunca. Tuve mucha energía, pero después pase las noches enteras sin dormir. Jamás volví a tomarlas.

- ¿dijiste que Pascual las vende? ¿A quiénes?

Jennifer prefiere salir por la tangente.

-eso se rumora- no lo sé.

-¡Jennifer! – le digo con voz suplicante-, no te quedes callada. Pascual está diciendo que la droga es mía.

Mi compañera observa el recuadro con detalle. Es fácil adivinar el temor de su rostro.

* Está bien—entrecierra los ojos—Pascual toma esas pastillas y otras. Dice que “se activa” con ellas. Un día se puso muy agresivo. Por eso ya no quise salir con él. Trae las pastillas a la escuela y guarda en el casillero de Felipe—yo lo he visto.

* El jefe de la policía tomas esas palabras como una confesión. Se acerca a Pascual y lo esposa por las muñecas.

* Tienes derecho a permanecer en silencio y a llamar a un abogado.

Al fin, el padre de Susana --emite con voz amenazante:

* Esto no acaba aquí. ¡ya detuvieron al vendedor pero la escuela también tiene culpabilidad. Voy a llevar a mi hija al doctor a una revisión y hablare con los padres de sus compañeras.

La secretaria de salud exclama--

* No se imagina el montón de casos que miro a diario, sinir tan lejos ayer llego una chica adicta a la cocaína. La chica sentía una dosis de bienestar y autoestima fuera de lo común. Elevo sus calificaciones, su aspecto físico, su estado emocional, su seguridad y fuerza de carácter. Se lleno de un poder artificial. Hoy su adicción la ha llevado a realizar los actos más inmorales. Esta arruinada. La droga brinda muchos beneficios inmediatos, pero usarla es como darle alojamiento en nuestra casa a un asesino. Aunque duerma un rato, en la noche despertara para matarnos.

* ¿de qué rayos habla?

* ¡de que lo le servirá de tratar de perjudicar la escuela! La droga seguirá danzando alrededor. Mejor. adviértale. Enséñele. Dele armas. Aborde el tema con ella abiertamente.

El hombre no parece persuadido. Se ve dispuesto a seguir rebatiendo. Aprovecho la leve pausa para preguntar.

* ¿nosotros podemos irnos?

* Si – dice el director—

* Me salvaste.

Jennifer parece preocupada. Sonríe sin responder nada. Llegamos al aula y todos quieren enterarse. Ella prefiere no dar explicaciones. Yo la apoyo.

...

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