Mensajes Subliminales

Los mensajes subliminales son percepciones que nuestro sub-consiente capta a través del oído y la vista, y que provocan un comportamiento en el individuo (Jhonny). La información subliminal llega a nuestro cerebro pasando por “debajo” de nuestros límites normales de percepción. Esta información es captada por nuestro cerebro de manera inconsciente, a través de la percepción subliminal. La primera mención registrada sobre la percepción subliminal fue realizada en los escritos de Demócrito (400 a.C.); quien afirmó que "mucho de lo perceptible no es percibido por nosotros". En el artículo Percepción Subliminal se define dicho concepto como un proceso de extracción y análisis de información de estímulos de los que el sujeto no está consiente.

Los mensajes subliminales son posibles gracias a ciertas técnicas que manejan y transmiten el mismo al individuo. Según el antes mencionado artículo, Percepción Subliminal, una de las técnicas más utilizadas para crear percepción subliminal es él: Empotramiento: es insertar el estímulo crítico (palabra o figura) en el contexto de un material visual más complejo (fotografía); el estimulo critico se verá camuflado. Esta técnica es utilizada por la publicidad. Además, existen otras que son empleadas para hacer llegar el mensaje subliminal al inconsciente. Las mismas son: las reversiones en figura de fondo, el doble sentido, las exposiciones taquicoscópicas, el uso de sonidos de bajo volumen y el sonido ambiental, y el uso de mensajes al reverso de las cintas (en la música).

Al igual que cualquier mensaje, ya sea positivo o negativo, producen ciertos “efectos” en los individuos; los mensajes subliminales traen consigo una serie de consecuencias. Los efectos de este tipo de mensajes comúnmente son negativas y varían según el tipo de estimulo recibido a través del mensaje subliminal y el medio por el cual es transmitido. Entre las consecuencias provocadas por los mismos están: las modificaciones de las reacciones emotivas (pueden ocasionar frustración, depresión, necesidad, etc.), pérdida de control, reflejos y de concentración (provocan la necesidad de escuchar y/o ver el mismo), disminución del control sobre los impulsos inconscientes, sobreexcitación neuro – sensorial, estado hipnótico o cataléptico, estado depresivo que va desde la neurosis hasta la psicosis (producido por la música), tendencias suicidas (en homicidas), auto-estimulación, auto-inmolación y auto-castigo (de menor a mayor grado) e impulsos sobre los deseos de consumo (en anuncios publicitarios). Estos efectos subliminales pueden potenciarse o desaparecer completamente dependiendo de la estructura de la personalidad, necesidades biológicas, predisposición cognitiva, estado de conciencia, etc. del individuo.

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