Metodo Eplerr
Enviado por jvitkor45 • 23 de Septiembre de 2012 • 3.576 Palabras (15 Páginas) • 656 Visitas
15. EL MÉTODO E.P.L.E.R
Para mejorar nuestra capacidad de comprensión lectora existe un método
minucioso y detallado de la lectura, que es propiamente un verdadero método
de estudio.
Se lo conoce como método EPLER, tomando las iniciales de sus cinco
pasos.
E: Exploración o prelectura
P: Preguntas
L: Lectura
E: Exposición
R: Revisión y Repetición
E: EXPLORACIÓN O PRELECTURA: hay un proverbio popular que dice que
‘para armar un rompecabezas se necesita primero la imagen completa’. Y una
frase utilizada en la estrategia militar dice que ‘no hay mejor aprovechamiento
del tiempo que el invertido en el reconocimiento previo’.
Cuando consultamos un plano para localizar la intersección de una calle con
otra, no hacemos otra cosa que mirar el dibujo de una fotografía aérea. Es
decir, nos ayudamos con la representación de una visión realizada desde
arriba. El valor del reconocimiento previo estriba en que no recibimos la
información “gota a gota” mientras leemos, si no que ya contamos con una
visión de conjunto. Como ocurre a menudo en la lectura convencional, cuanto
más hechos, detalles y otra información intentamos cargar, menos asimilamos
y recordamos.
La prelectura está basada, por lo tanto, en un principio importante: el
aprendizaje eficaz se realiza ‘del todo hacia las partes’. La prelectura es un
vistazo de reconocimiento. Con ella ganaremos tiempo evitando regresiones
innecesarias, y lo que es muy importante, adquiriremos una visión global de
todo el material.
Es increíble la cantidad de personas que olvida detenerse en las numerosas
indicaciones que el autor, los redactores y el editor ponen en el libro para
facilitar el recorrido de la lectura, para indicar las intenciones y las distintas
direcciones y usos del texto. En general, el lector poco experto se lanza de lleno
a la lectura como el conducto novato que, al tener miedo del tráfico, es presa
del pánico y no ve las señales, no para en el STOP, sino que sigue adelante,
empujado por el fluir de los coches y sin saber exactamente adónde va. Para
cualquier excursión por la montaña usted confiaría en un mapa para estudiar los senderos más cortos o más interesantes que le llevasen a su destino. ¿Por
qué no hacer lo mismo antes de afrontar esa tierra desconocida que es un libro
nuevo?
Tratemos de descubrir ahora cuáles son esas señales que nunca hay que pasar
por alto antes de decidir si leer o no un texto. Atención a:
Los títulos
Los subtítulos
El índice
La disposición de los párrafos
La longitud de los párrafos
El uso de la negrita o la cursiva
Los esquemas o recuadros de recapitulación
Las ilustraciones
Las acotaciones
La información sobre el autor que pueda figurar en la solapa
La información en la contratapa
Las notas a pie de página
Todos ellos son espías luminosos que es absolutamente necesario aprender a
interpretar y utilizar, para poder obtener más ventajas con menor esfuerzo. En
efecto, en estas sencillas operaciones se invertirá pocos minutos, después de
los cuales sabrá qué contiene el libro y qué le es útil, mientras que sería poco
práctico ese cuarto de hora invertido en leer precipitadamente el primer
capítulo, que le podría desorientar y no darle un panorama de la obra.
Al mismo tiempo, este trabajo preliminar permitirá acopiar los elementos,
materiales complementarios y los libros de consulta que pueden necesitarse.
Conviene también apreciar si se trata de un tema nuevo, o es continuación de
otro ya estudiado. La toma de contacto debe durar sólo unos poco minutos, los
suficientes para hacerse una idea del terreno que se va a explorar, y para
completar la preparación del trabajo.
Será un recorrido ágil de la materia de estudio, en su totalidad, con el fin de
localizar los conceptos e ideas fundamentales y las áreas de dificultad. Debe
ser la ocasión para identificar las palabras desconocidas, así como los
conocimientos que se dan por sabidos y, en principio, se tienen dudas sobre
ellos. Hay que ir anotando unas y otros en un papel, para aclararlos luego. Esto
es muy importante puesto que cada autor basa su exposición en unos
conocimientos previos que supone en posesión del lector, y si éste no los
posee, difícilmente entenderá lo que le están explicando. La primera lectura
será rápida y de corrido, sin detenerse aunque algo no se entienda. En tal caso, conviene dejar al margen una señal a lápiz, por ejemplo, un signo
de interrogación.
Inmediatamente después de la primera lectura, hay que aclarar las palabras
desconocidas con ayuda del diccionario, y estudiar o repasar los conceptos que
el autor da por sabidos. En ningún caso debe pasarse a la segunda lectura sin
haber completado dicha labor, y ese será el fruto más valioso obtenido de la
primera lectura.
P: PREGUNTAS: En esta fase nos planteamos una serie de preguntas
fundamentales acerca del texto que consideramos o creemos necesario saber
responder después de la lectura. Podemos transformar en preguntas los
encabezamientos y los títulos.
Desde que se lee el título del capítulo o tema, o incluso en la etapa de
exploración, se puede hacer una detención de un minuto para preguntarse:
‘¿Cuál será precisamente el contenido del tema que lleva este título?’, y
conforme se vaya desarrollando la prelectura, formular algunas preguntas que
puedan ser contestadas mediante una cuidadosa lectura del material.
El poder de las preguntas estriba en que proporcionan objetivos inmediatos
que hay que investigar, y no precisamente una idea general de lo que se va a
percibir al leer toda la obra. Las preguntas pueden indicar lo que se debe
buscar en cada tema, subtema o párrafo. También facilitan concentrar la
atención en lo que se lee, ya que indican lo que hay que precisar a lo largo del
estudio.
Esta formulación de preguntas, además de despertar la curiosidad, estimula al
lector a compenetrarse debidamente del texto. Son de mayor
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