Mexicanidad Y Esquizofrenia
Enviado por karenn093833 • 30 de Septiembre de 2013 • 2.020 Palabras (9 Páginas) • 4.002 Visitas
Resumen de Libro: “Mexicanidad y esquizofrenia-Los dos rostros del MexiJano” de Agustín Basave
Presenta: Raúl González López.
Tal vez parezca extraño haber seleccionado este libro como elemento de análisis para un curso de liderazgo. Quizá lo más obvio hubiera sido seleccionar más bien el texto biográfico de algún personaje interesante, de preferencia de esos que retratan al individuo de manera holista, compleja, con claro-oscuros, hecho con ganas de entender que también los grandes líderes son personas parecidas a nosotros, imperfectas.
En ese sentido, este libro habla de un vacío y de una enorme necesidad de liderazgo trasformador en este país. Para Basave, sin la iniciativa y el ejemplo de líderes realistas y congruentes, todo esfuerzo de cambio en una nación como la nuestra será estéril.
Congruencia, el meollo del asunto. Basave deslinda de entrada a aquellos rarísimos mexicanos que la hacen suya, pero considera que como sociedad somos “idiosincráticamente proclives a la esquizofrenia”. Es un concepto muy poderoso en su libro pues la conciencia escindida del mexicano es precisamente la que le impide ser congruente.
Basave va más allá y abunda en la alegoría que aparece en el subtítulo del libro, Jano, nos recuerda, es una deidad de la mitología romana a la que se representa con dos rostros unidos por la nuca, mirando en direcciones opuestas, con la capacidad de ver el pasado y futuro y actuar con sabiduría en el presente.
El “MexiJano” de Basave, se encuentra tan obsesionado con las dos visiones que omite la tercer y más importante característica del Dios aludido; actuar en el presente, ya no digamos con sabiduría. Somos simplemente incapaces de actuar.
El autor nos advierte que su objetivo es analizar con crudeza una mentalidad que nos impide como mexicanos la salida del subdesarrollo, se concentra en nuestros defectos idiosincráticos dejando de lado nuestras cualidades pues, sí que las tenemos, reconoce.
De manera enfática sostiene que “hablar de predisposiciones mentales o proclividades culturales” no significa sentencia inmutable. La cultura es un ente vivo y cambiante, nos recuerda, por ello es necesario reconocer nuestra condición para poderla cambiar.
Ya en la introducción de su obra nos expresa su ambición: “que los mexicanos seamos más honestos, menos mentirosos, más respetuosos de la ley, menos egoístas, más responsables, menos improvisados, más ahorrativos, menos desordenados, más innovadores, menos impuntuales, volvernos mucho más exigentes con la calidad de los
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que hacemos de manera que logremos elevar nuestro bienestar ya hacer de nuestro país uno más próspero en todos los sentidos”.
La obra se divide en diez capítulos, cada uno diseñado para que reconozcamos como sociedad, un conjunto de comportamientos auto limitantes, de bajísima calaña que hemos adoptado en la cultura nacional, imperceptibles, embebidos.
Capítulo I: Prolegómenos esquizoides. ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?
Basave cita a Chava Flores pues encuentra en la popular frase una “profunda disociación entre las ambiciones y las posibilidades del mexicano” en capítulo el autor exalta las contradicciones que nos definen. De cómo privilegiamos el discurso de la intensión para pasar a ser inoperantes en la acción. El poco o nulo respeto a la ley, de cómo exigimos nuestros derechos pero soslayamos nuestras responsabilidades.
Capítulo II: Agrafía Jurídica. El abismo entre norma y realidad
“La tradición jurídica mexicana parce estar obsesionada en modelos morales intachables, inalcanzables. En normatividad inspirada, bien escrita, pero poco práctica, inoperante. El efecto se acentúa cuando el legislador esta tan distante, tan ajeno al cumplimiento de la norma que piensa, es eso problema de otros, del Poder Ejecutivo, del Judicial”. Una de las peores consecuencias de esta situación, nos dice el autor, “ha sido la prevalencia de leyes inflexibles que se aplican flexiblemente, en vez de leyes flexibles que se apliquen inflexiblemente” Basave nos recuerda en el capítulo, como las leyes y reglamentos “laberínticos y fragosos” están hechos con la sola intensión de que el ciudadano busque su simplificación práctica, el atajo, la mordida.
Capítulo III: El corrupto legal. Deshonestidad con estricto apego a derecho.
Basave analiza las corruptelas políticas, nos dice “En el antiguo régimen mexicano y en el actual la mayoría de los políticos corruptos de altos vuelos solían y suelen ser excelentes juristas”. En cuanto la legislación que priva en nuestro país el autor señala: “Triste mundo es aquél en el que, cuando la imperfección legislativa provoca el dilema entre aplicar la ley y hacer justicia, la autoridad se conforma con aplicar la ley y se olvida del imperativo de legislar para hacer más justa la norma”, En el capítulo analiza también a líderes sindicales “quienes ante la imposibilidad de ganar para su gremio la lucha de clases decidieron cambiar de clase”. Y por último, a los empresarios corruptos
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“que aplaudieron al régimen autoritario cuando inauguró el proteccionismo y les dio el abrigo de permisos, concesiones y contratos”.
Capítulo IV: Represión o Lenidad. Ilegalidad y ambivalencia ciudadana.
Esta sección cita al liderazgo, Basave comenta “Evidentemente, la ejemplaridad del liderazgo lleva la batuta en la difusión de paradigmas y su encauzamiento. Si hay un primer responsable en contrarrestar la predisposición a la corrupción es quién ejerce la autoridad”. Parecía entonces que al cambiar de líderes, cambarían los ejemplos que nos modelan como sociedad. La alternancia no lo solucionó. El autor nos dice: “Y es que los mexicanos parecemos estar atrapados entre la represión y la lenidad. O se aplastan con brutalidad inadmisible los movimientos sociales, o se les deja hacer y deshacer el orden jurídico” El fantasma de las encuestas hace que al gobernante en turno tema “quemar” su capital político, perder popularidad en las encuestas es inadmisible, preferible abandonar la responsabilidad para la que fue contratado, o electo, que debería entenderse igual.
Capítulo V: Anemia y Anomia: Autoridades y criminales en una lucha sin fronteras
“Nuestro país padece anemia estatal, una enfermedad causada por la infección autócrata y la hemorragia neoliberal, cuyos síntomas son palpitaciones de injusticia, taquicardia de corrupción y depresión de funcionalidad de leyes e instituciones, todos ellos reflejados en una gran debilidad” Cuatro palabras usa el autor para diferenciar a los Estados fuertes del nuestro que padece senilidad precoz: “Acuerdo
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