Mi Obsesión
Enviado por isidora_paz • 18 de Junio de 2015 • 581 Palabras (3 Páginas) • 132 Visitas
La vida te puede llevar a extremos dónde ni tú mismo sabrás tus limites, hasta que algo te despierte de choque.
Esta es mi historia, esta es mi verdad, que te sirva de ejemplo y sepas diferenciar la realidad de la ficción.
Suavemente los rayos de sol rozan su mejilla pálida, suavemente acaricia sus pómulos, ruborizados por mi presencia, y hace brillar su pelo largo fino, cobrizo que se revuelve con el viento, moviendo suavemente el pasto y las hojas que caen, es otoño. Sigo observándola, su cara, su hermoso rostro que luce inocente, de niña, amable y jovial, está en la mejor edad, es joven y hermosa, envidio el sol que puede recorrer esa perfecta figura, es perfecta boca, esas largas pestañas que rodean unos grandes ojos marrones, redondos, los cuales no dejan de entre cerrarse por las cálida caricias del sol otoñal, sol que se posa en sus pómulos y me llevan a una nariz pequeña y respingada.
Me fijo en su boca que posee una leve sonrisa, y pronuncia las palabras.-“Es un día perfecto para estar contigo, para disfrutar tú compañía”-. A lo que respondo.-“No podría ser mejor, no quisiera que acabara”-.Ambos sonreímos y nos miramos, observo nuevamente sus ojos marrones que expresan cariño y felicidad.
Deseo besarla, me he obsesionado con su rostro, su pelo, ella por completo. Tomo la iniciativa y la acaricio suavemente en su rostro, tengo miedo, miedo a que me rechace, ella pone su mano sobre la mía y cierra tiernamente sus ojos embozando una hermosa sonrisa, alejándose lentamente de mí. A lo que acudo en un desesperado intento a que vuelva a mí su suave, delgada y pequeña mano, la abrazo, de la forma más delicada que puedo, su dulce aroma llena mis pulmones, estoy embobado, absolutamente fascinado, ella pone su rosto en mi cuello y me abraza, simplemente la adoro.
Reposo en el pasto a su lado, y comienzo a ver todo borroso, qué está sucediendo, me incorporo, todo mi alrededor se vuelve gris, nuboso y oscuro.
Veo su rostro y todo vuelve a colorearse, sus ojos marrones me observan de pies a cabeza, siento que me domina, me siento feliz, su brillante reflejo, frente al sol, pienso que decirle.
Pero ella también está cambiando, se vuelve delgada, casi esquelética, tengo miedo, y ella sigue mirándome, sus ojos me asustan, dónde quedo esa mirada de cariño, todo perdía su brillo, y yo repetía -Bastián cálmate, debes estar dormido- . Su piel se estaba volviendo azul y donde se supone que están los ojos había cavidades huecas. Comencé a gritar, estaba asustado, esto era horrible, -¿porqué, qué ocurre?-, vuelve a mi Amalia, por favor regresa, No, no por favor, dime que esto no es verdad.
Me di cuenta que todo lo ocurrido era una ilusión, simplemente mi imaginación, su falta me había enloquecido, había perdido mis cinco sentidos, la amaba, la deseaba, como ningún otro, y no quería que nadie la amara y mirara , yo había acabado
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