Mi lucha. Anécdotas de una experiencia universitaria

Julián David herrera muñoz.

Mi lucha.

Anécdotas de una experiencia universitaria.

Tengo una fuerte certeza que la realidad en que vivimos nos bombardea todos los días en búsqueda de un cambio, vivimos llenos de mentiras y no nos esforzamos por intentar cambiar un poco las cosas, simplemente pasar fácil por la vida esperando regalos sin esfuerzos y sin sacrificios, me pregunto todos los días al mirar en la universidad si estamos dispuesto a intentar por lo menos cambiar las cosas sí seremos profesores opresores mentiroso y utilizaremos moto cierras metafóricas para desmembrar con la nota los esfuerzos y sueños de los demás.  

Mi nombre es Julián David herrera muñoz, estudiante de la licenciatura en educación física de la universidad pedagógica nacional, tengo 22 años e ingrese a la facultad de educación física durante el periodo de 2015-2 luego de finalizar algunos estudios en otra institución, cuando ingrese a la universidad pedagógica pensé que la formación que acá se impartía estaba más enfocada en lo disciplinar ( fisiología y anatomía principalmente) pero todo esto se fue desvaneciendo lentamente en la primera semana, hasta que finalmente el primer viernes del semestre en el espacio de pedagogía me di cuenta de la realidad en la que estaba.

En efecto esa primera sesión marco bastante lo que hasta el momento ha sido mi vida universitaria pues la política, historia, el humor, la emocionalidad y otras se han hecho presente durante este espacio académico,  hemos reflexionado desde el primer minuto en el cual el profesor jair entro dando pasos largos y con  miradas perdidas todos quedamos pasmados sin entender lo que ocurría, al empezar en su clase nos enfrentamos a varias dudas como lo fueron ¿los mismos números que miden son los mismos números que cuentan?, ¿Qué es para usted la buena vida y la vida buena?  Y a demás de estas dudas también como hacer de esta vida algo polémica salir de la zona de confort y leer la realidad política de las cosas, Y así continúo este espacio en donde el silencio siempre ha sido cómplice del tiempo de clase.

Después de esta primera sesión salimos del espacio académico todos hablando enardecidos de pedagogía y como este espacio nos regalaría buenos momentos, nos construiría lentamente la concepción se sujeto y a demás de pedagogos, pero no todo  es felicidad porque solo estoy empezando mi relato.

Luego de esto  empezamos dentro del espacio a reflexionar intensivamente con ayuda de los textos frente a las preguntas del profesor jair, inicialmente empezamos con ¿el conocimiento no entra por lo sentidos?, y a través de las lecturas y del conocimiento reciproco que se da mientras nosotros como compañeros dialogábamos antes de entrar al salón teniendo como referencia los textos argumentábamos el por qué si o por qué no, así nos enfrentábamos al primer parcial,  para ese parcial el profesor dijo que organizáramos algo entre nosotros, por lo cal una compañera que ya no se encuentra con nosotros hizo un dado y dentro del salón dividimos el grupo en 2 y al lanzar el dado tocaba responder alguna pregunta pero en grupo, finalmente el profesor reflexiono y nos dijo “todos se leyeron y entendieron el texto, es decir que a cualquiera le puedo preguntar.” Y como siempre ha sido una constante el silencio impero de nuevo.  

Esto fue casi mes y medio de haber entrado a la universidad y realmente todo lo que había aprendido en otros lugares ya no eran la base de lo que yo soy ahora,  pienso que ese primer semestre donde realmente me esforcé por aprender por que los temas fueron muy complejos son la nueva base de mi formación, y además que en este tiempo trascurrido también me he dado cuenta de las personas que me rodean, y como unas personas lo pueden enriquecer a uno y otras simplemente empobrecer en términos intelectuales, no tanto empobrecer si no estancar sin generalizar, y a pesar de que este espacio de pedagogía lo proyectaba a uno en una constante reflexión individual en cuanto a la formación de maestro, tengo un gran miedo al fracaso puesto que hay muchas personas en este espacio que son como agujeros negros le quitan a uno todo pero no lo enriquecen nada, menos mal he dado con buenos grupos de trabajo y más que de trabajo amigos.

Para el segundo semestre de la formación en el espacio de pedagogía paso algo importante puesto que el profesor quería que nos hiciéramos a la idea de abordar autores, que los viviéramos y que desde esa visión pudiéramos argumentar lo que en realidad teníamos que vivir,  fue complejo sin embargo algunos compañeros tenían la idea más clara me sentí contento pero por otro lado inconforme con los procesos de formación que inclusive en la universidad se imparten, pues no puedes hablar de libertad cuando sometes con tu nota y empecé a leer mas meticulosamente otros espacios pero desde los autores manejados en pedagogía, es ahí donde se pregunta uno si realmente los espacios educan y si uno quiere seguir los pasos de alguien o creas su propio camino, ese segundo semestre me mostro lo que en realidad llegue a hacer a la universidad y acá no estoy por la nota por eso no me arrepiento de nada, acá estoy pero aprender pero no al ritmo de nadie si no a mi ritmo, por que quiero que no solo la universidad si no lo que aprenda en ella me lleven poco a poco a la felicidad y para ello no puedo vivir en una mentira y como leí por ahí.

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