Moda: un estilo de vida
Enviado por Judassh • 24 de Mayo de 2012 • Monografía • 2.362 Palabras (10 Páginas) • 574 Visitas
“La moda”
La moda (del francés, mode y éste del latín, modus, modo o medida) indica en su significado más amplio una elección o, mejor dicho, un mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de criterios subjetivos asociados al gusto colectivo.
La moda son aquellas tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de las personas. La moda en términos de ropa, se define como aquellas tendencias y géneros en masa que la gente adopta o deja de usar. La moda se refiere a las costumbres que marcan alguna época o lugar específicos, en especial aquellas relacionadas con el vestir o adornar.
Moda: un estilo de vida
Artículo principal: Diseño de modas.
La moda para muchos puede ser un trabajo y estilo de vida, como para los diseñadores y los modelos. Los estilos y tendencias deben ir de acuerdo con la persona que ocupa determinada prenda: las personas se tienen que ubicar en su edad, trabajo y/o gusto por la moda. Para que alguien se pueda ver moderno, se tiene que ver bien, no sólo es llevar ropa de la tendencia que llegó al mercado sino que tiene que coincidir con su carácter, fisonomía, edad, pero por sobre todo, se tiene que sentir bien consigo mismo/a. Para ello es importante conocer que existen diferentes tipos de cuerpo y que a cada uno le corresponde algo específico para resaltar sus mejores atributos y esconder sus pequeños defectos.
Estaríamos en un error cuando hablamos de moda y sólo pensamos en la pasarela o en grandes escaparates de ésta o aquella marca de confección. La moda representa todo lo relacionado con modos de vivir, con distintas culturas, abarcando todo lo que se refiere a nuestra existencia. Esto último no es una exageración ya que un en el principio de los tiempos, cuando el hombre buscaba refugio en las cavernas, las modas se hacían presentes en actividades como contar las jornadas de caza pintando las paredes de las viviendas, y más tarde con la decoración de sus cuerpos (imitando tal vez a los animales que se embadurnaban de barro para protegerse de los insectos). Posiblemente estas actividades constituyeron "modas" en su tiempo, aunque hoy en día se siguen practicando en muchas tribus de Australia, África, Oceanía, etc. Todo esto nos demuestra que la moda y la evolución humana van de la mano y que no se podrían entender la una sin la otra.
Los creadores de imagen
Durante cientos de años fueron los monarcas y los nobles los que marcaron las pautas de la moda. En el siglo XVII, Luis XIII, rey de Francia, decidió ocultar su calvicie con una peluca. Al poco tiempo, los nobles europeos comenzaron a afeitarse la cabeza y seguir su ejemplo, imponiendo un estilo que duró más de una decada.
En el siglo XIX, las revistas femeninas comenzaron a promocionar las nuevas tendencias e incluso a ofrecer patrones económicos para que las mujeres pudieran confeccionarse su propia ropa. Con la llegada del siglo XX y la popularidad del cine y la televisión, las estrellas de la pantalla se convirtieron en ídolos internacionales y empezaron a imponer la moda. Lo mismo sucedió con los músicos famosos, los cuales pusieron en boga estilos radicales que la juventud no tardó en imitar. Hoy en día, la situación apenas ha cambiado. Los anunciantes se valen eficazmente de desfiles de modelos, atractivas revistas de papel satinado, carteleras, escaparates y anuncios televisivos para crear una demanda de prendas nuevas.
"La moda una tendencia evolutiva"
La moda, es una tendencia en la cual el individuo ya sea del sexo femenino o masculino, adopta un vestuario apropiado a la época, implicando una forma determinada de vestir, del uso de accesorios o de la forma y/o color del cabello.
La moda hace alusión a la belleza estética, siempre y cuando guarde relación con la época que se esté viviendo o con un contexto determinado. Se suele utilizar el término moda como sinónimo de tendencia, haciendo referencia a lo que más se está usando en un tiempo determinado. Cada individuo busca verse bien y para ello sigue las normas impuestas por la moda que indican lo que se debe usar de acuerdo a la edad, sexo, altura y porte de la persona.
La moda como tal surgió en el siglo XIV, y ha ido evolucionando hasta nuestros días.
Transcurso de la moda
Siglo XVI
El Renacimiento italiano (capa corta y sin capucha), el birrete, el sombrero con plumas y los zapatos de punta roma y ancha. Las mujeres también llevaban sus bullones y acuchillados pero en las mangas, y su gorguera rizada, además de las faldas y sobrefaldas, jubones y corpiños, capas o mantos rozagantes y su cofia para la cabeza. A partir de la segunda mitad del siglo, la creciente importancia de la monarquía española, impone en Europa el estilo de la corte del emperador Carlos I de España, un estilo de gran sobriedad, caracterizado por el uso de colores oscuros y prendas ceñidas, sin arrugas ni pliegues y aspecto rígido, sobre todo en las mujeres en las que se impone el uso del verdugado. En el borde superior de la camisa se usa un cordón que dará lugar a la gorguera o lechuguilla.
Siglo XVII
En esta época domina la moda francesa tanto en hombres como en mujeres. Se utilizaban los calzones cortos con medias de seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con pliegues laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía francesa vuelve el traje simple y se llevan calzones ajustados hasta media pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo, pelucas empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos. Después de la revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa alta cónica o en tubo, con alas cortas y más tarde zapatos con tacón de color al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste con painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado y escote con gasas o encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga larga. En el traje francés, corpiño puntiagudo, mangas abolladas, faldas rectas y abiertas, que luego son drapeadas con polizón y larga cola. Cuello doblado, mangas tirantes hasta el codo con chorreras. Junto con la revolución desaparece el vuelo de la falda y se imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla corta con manga larga, falda con pliegues, grandes escotes, chales y guantes largos. En cuanto al peinado, hacia atrás con rizados que luego se hacen más altos y voluminosos con tirabuzones, lazadas y plumas. Bonetes y sombreros de alas anchas. Zapatos con tacón alto y punta estrecha, y luego de algún tiempo se pasaron a los bajos.1
Siglo XVIII
Vestimenta del siglo XVIII en un cuadro de Goya.
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