Muerte Subita Por Dopaje
Enviado por omairex01 • 1 de Junio de 2013 • 2.497 Palabras (10 Páginas) • 384 Visitas
DEPORTE
Cómo mata el dopaje
Infarto cerebral, riesgo de choque anafiláctico, infecciones, trastornos hematológicos... La lista de efectos adversos de las técnicas de dopaje sanguíneo es larga. Estas prácticas pueden ayudar a conseguir un podio, pero jugándose la vida
IGNACIO ROMO
Ilustración Santiago Sequeiros
Esta semana, el mundo del deporte en general, y del ciclismo en particular, se veía de nuevo sacudido por un escándalo relacionado con el dopaje, cuya dimensión real aún no se conoce a fondo. La Guardia Civil, en coordinación con la Secretaría del Estado para el Deporte, detenía a Manolo Saiz, director deportivo del equipo ciclista Liberty seguros; a Eufemiano Fuentes, médico deportivo teóricamente retirado pero siempre bajo sospecha; a José Luis Merino, hematólogo que trabaja en un hospital público y dirigió el centro de transfusiones sanguíneas de la comunidad de Madrid; a Alberto León, ex ciclista de montaña, y a Ignacio Labarta, segundo director deportivo del equipo Comunidad Valenciana.
Las autoridades les incautaron cientos de dosis de farmacos, así como material sanitario destinado a realizar autotransfusiones, un procedimiento empleado frecuentemente para mejorar el rendimiento de manera artificial que está expresamente prohibido por la normativa vigente.
Las bolsas con el material sanguíneo estaban almacenadas en unas condiciones higiénico sanitarias lamentables en un apartamento de la capital española próximo a la clínica privada de Merino.
Los infractores no sólo han cometido el delito de saltarse las normas que rigen actualmente en el deporte de la bicicleta y de querer ganar títulos de manera fraudulenta. Sus procedimientos para batir récords tienen efectos secundarios indeseables. Puede que los deportistas bajo su supervisión consiguieran llegar con ellos al podio, pero en el intento habrán puesto en riesgo sus vidas.
Han pasado cinco años desde que un hospital de Pamplona registrara una escena difícil de olvidar. Un ciclista granadino, que ha permanecido en el anonimato, se presentaba allí con cefaleas y recibía un diagnóstico tremendo: una trombosis cerebral situada en el seno venoso longitudinal superior de su cerebro.
Se trataba del primer caso perfectamente documentado de un embolismo cerebral asociado al consumo de sustancias dopantes en un deportista. El doctor José Manuel Martínez Lage, profesor y consultor de Neurología, fue quien llegó al diagnóstico tras una detallada anamnesis (historia clínica) y una completa batería de pruebas.
La analítica sanguínea mostraba un hematocrito -proporción de glóbulos rojos sobre el total del volumen del plasma sanguíneo- superior al 52% cuando en los deportistas de fondo debe oscilar de forma natural entre el 42% y el 45%, ya que presentan hemodilución (aumento del contenido líquido de la sangre, con la consiguiente disminución de la concentración de glóbulos rojos).
El paciente reconoció que había recurrido al dopaje sanguíneo (manipulación del plasma y realización de autotransfusiones, esencialmente), a la hormona de crecimiento (con conocidos efectos trombogénicos) y a altas dosis de vitamina A, que eleva la presión intracraneal cuando se da de forma masiva.
La suma de los efectos de todos estos productos fue la responsable del cuadro de trombosis sufrido por el ciclista. El alto riesgo de muerte quedó paliado por un tratamiento anticoagulante que consiguió la permeabilización completa del seno afectado y el restablecimiento del paciente sin secuelas.
DOPAJE SANGUÍNEO
En realidad, y aunque el caso del ciclista español constituye una prueba fehaciente, siempre se había conocido el riesgo de trombosis asociado a las transfusiones o al dopaje sanguíneo en general. Sin ir más lejos, entre 1987 y 1990 se registraron un total de 16 fallecimientos de ciclistas holandeses, entre ellos el campeón nacional Bert Oosterbosch, en circunstancias inexplicables, al menos en apariencia. La mayoría moría mientras dormía.
Pronto se sospechó la causa: la elevación del hematocrito por encima del 50% hasta situarla densidad de la sangre en límites muy peligrosos. «Esta subida [consecuencia del dopaje sanguíneo], unida a la baja frecuencia cardiaca típica del sueño hace que la sangre se convierta en barro», coinciden los hematólogos. Cuando un deportista recibe una transfusión sanguínea o se le administra EPO, su hematocrito se acerca al 55% y la sangre ya no circula por los vasos con fluidez.
Aquí reside el principal riesgo, no sólo por la mayor viscosidad del torrente sanguíneo sino porque además puede elevarse la cifra de plaquetas, lo que favorece aún más la aprición de trombos. Si éstos aparece en zonas vitales como las arterias del cerebro o las coronarias, hay un riesgo elevado de muerte súbita. El doctor Randy Eichner, catedrático de Hematología de la Universidad de Oklahoma City (EEUU), ha declarado que «el espesamiento de la sangre en deportistas es peligroso porque si un ciclista tiene un hematocrito superior al 55% y se dispone a participar en una carrera en ambiente caluroso, debido a la deshidratación, el hematocrito ascenderá al 70%».
En ese punto, pueden desarrollarse trombos con riesgo posterior de infarto de miocardio, embolia pulmonar o cerebral. Pero los peligros de estas prácticas no terminan ahí. Además, puede darse la aparición de un 'shock' anafiláctico (reacción alérgica instantánea y grave caracterizada por la inflamación de los tejidos de las vías respiratorias y la consiguiente asfixia del afectado) o una posible infección si la sangre que se emplea para tal fin no se conserva adecuadamente.
De hecho, la red desmantelada esta semana en Madrid hacía este tipo de intervenciones en un apartamento sin las condiciones mínimas de refrigeración y almacenamiento. Sólo hay que remontarse dos años atrás para recordar las declaraciones del 'ciclista' 'arrepentido' Jesús Manzano, que denunció prácticas dopantes que salpicaban al mundo del ciclismo, del fútbol y del atletismo, y el relato de la reacción anafiláctica que pudo costarle la vida por una transfusión realizada sin controles sanitarios.
ESTEROIDES
En Suecia no necesitan que nadie les recuerde los efectos letales de los esteroides anabolizantes, las sustancias análogas a la hormona masculina por excelencia, la testosterona, que proporcionan potencia y masa muscular.
Allí les basta con recordar los casos de sus mejores lanzadores de disco, Göran Svensson y Stefan Fernholm. Los dos fallecieron sin llegar a cumplir los 40 años. La historia de Svensson es representativa de muchos jóvenes atletas que deciden estudiar y entrenarse con una beca en una universidad estadounidense. Göran
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