Museo En Bilbao
Enviado por nadiamolinadiaz • 23 de Junio de 2012 • 2.197 Palabras (9 Páginas) • 488 Visitas
Introducción
La notable evolución que han sufrido las técnicas de representación tridimensional en los últimos años ha sido importante en la práctica de la Arquitectura contemporánea. Más allá del goce estético producido por las imágenes como tal, podríamos mencionar el potencial de estos innovadores gráficos 3d como una gran herramienta que sirve para llevar el proceso de diseño a otro nivel que le permite a los arquitectos de una manera desafiante construir, reconstruir emular, restaurar o destruir lo que conocemos como establecido y replantear nuevos objetivos a nivel arquitectónico.
Es así como a partir de la década del 60, se origina una gran apertura en el ámbito cultural, la cual ha generado un ambiente propicio y liberador para nuevos diseños. Comenzando a emplearse en el espacio cultural e intelectual el calificativo de postmoderno, el cual vendrá a definir el verdadero ocaso del modernismo, en la década siguiente, el término no solo fue más allá del ámbito artístico y literario sino que además se integra de manera notable al mundo arquitectónico.
De esta manera la arquitectura no solamente será una gran proveedora de funciones estéticas, sino también éticas, morales y que además deben tomar en cuenta la manera de pensar, de vivir y habitar de los seres humanos reflejando a través del tiempo continuidad, transformación, universalidad, individualidad, intelectualidad y transitoriedad.
Personajes como Williams Morris consideraba que la arquitectura debería contemplar la consideración de todo espacio físico que rodea la vida humana; pues el hombre no puede sustraerse o separarse de ella, de esta manera la arquitectura es el conjunto de modificaciones y variaciones implantadas en el ámbito físico con el único objeto de satisfacer las necesidades humanas.
La aparición de algunos avances científicos y tecnológicos produjeron la ampliación del campo de las propuestas arquitectónicas, al mismo tiempo estos nuevos avances permitían mantener concordancia con los aspectos académicos y formales que requería el sistema arquitectónico, lo cual dará origen a una serie de propuestas innovadoras en este campo. De esta manera cada una de ellas estaba caracterizada por una técnica y una estética particular sin que necesariamente se cumplieran en todos los casos con los ideales morrisianos.
Esto trajo como consecuencia una transición que va de la ciudad industrial a la postindustrial, misma que supone un proceso constructivo sin precedentes y a su vez se intenta hacer grandes esfuerzos para mejorar el entorno urbano y las condiciones de vida, los hechos arquitectónicos resultantes, siguen el ideal de proyectos híbridos que combinan elementos tradicionales con otros modernos, poniendo en evidencia una característica señalada y que además ha sido bastante cuestionada a lo largo de todo este proceso que es la pérdida de identidad .
Robert Venturi plantea al inicio de su libro Complejidad y contradicción en la arquitectura, el cual es una especie de manifiesto en favor de lo que él llamó una arquitectura equívoca amparando claramente sus preferencias: Prefiero los elementos híbridos a los "puros", los comprometidos a los “limpios", los distorsionados a los "rectos", los ambiguos a los "articulados" los tergiversados que a la vez son impersonales, a los aburridos que a la vez son "interesantes", los convencionales a los "diseñados", los integradores a los "excluyentes", los redundantes a los sencillos, los reminiscentes que a la vez son innovadores, los irregulares y equívocos a los directos y claros. Aclarando además que una arquitectura de este tipo tiene que servir especialmente al conjunto; su verdad debe basarse en la totalidad y en sus implicaciones.
Bajo estas premisas la imaginación y las tecnologías serán elementos que en la actualidad van estrechamente de la mano. Lo que dará cabida a proyectos notables e innovadores como el museo Guggenheim, de Frank Ghery, siendo uno de los primeros arquitectos que mediante el manejo de las tecnologías digitales, apuesta a un proceso de construcción sin precedentes y que además logrará la concepción de un edificio formalmente complejo. Encontrando así dos vertientes: una que apunta a una producción teórica y otra que se consagra como una moda de rápida difusión por los medios de comunicación masivos.
El resultado es una sociedad postindustrial que se consagra en la era de la electrónica, implicando la automatización y la cibernética. Lo cual produce una profunda mutación en las estructuras sociales tales como la disminución de la cantidad de obreros agrícolas e industriales y el aumento de profesionales libres.
De lo imaginario a lo real
En la actualidad es más común la utilización de los medios digitales que dan paso a lo que hoy conocemos como arquitectura digital o virtual, entendiendo este último como aquel universo de objetos construidos, visualizados, manipulados y utilizados de manera tridimensional en un ámbito digital que les confiere su condición de virtualidad. En el campo del diseño arquitectónico, esta visión dicotómica funciona con una jerarquía establecida donde lo real es más importante que lo imaginario y lo imaginario existe siempre subordinado a lo real. Aquello que es producto de la imaginación en materia de diseño, solo adquiere legitimidad cuando su objeto se construye en lo real.
De este modo surge una de las primeras interrogantes que me sugiere el tema ¿dónde está el verdadero límite entre lo real y lo imaginario? “Las fronteras son siempre borrosas, son siempre superpuestas” .
Es así como surge uno de los grandes desafíos al tratar de integrar los medios digitales al proceso de diseño arquitectónico. Al mismo tiempo surge la consolidación de una conciencia que tiene presente la necesidad de investigación y conocimiento acerca de la naturaleza y potencial de las herramientas digitales, este nuevo escenario se presenta como un debate que toma cierta preponderancia en las críticas de la arquitectura contemporánea. Apareciendo de esta forma innumerables interrogantes tales como ¿será posible, conservar una postura honesta sobre la arquitectura que es material y tradicional en un mundo que se encuentra dominado por una virtualidad desmaterializada?, ¿Verdaderamente hay lugar para lo material, lo tectónico, lo real? , a partir de una serie de interrogantes de este tipo al cual ha dado origen el tema surgen a su vez algunos arquitectos con una actitud basada en una pose de cientificismo o de intelectualismo.
Como consecuencia el verdadero riesgo que deriva de esa actitud intelectual de la
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