Museo Interactivo Mirador

Reflexión sobre las políticas que abarcan la creación del

Museo Interactivo Mirador

El Museo Interactivo Mirador fue creado bajo la presidencia de Eduardo Frei

Ruiz-Tagle, y fue Marta Larraechea, el cuatro de marzo del último año del mandato de su esposo quien fundara el edificio ubicado en la comuna de La Granja, previa creación en 1995 de la Fundación Nuevos Tiempos, donde la Primera Dama asumiera la presidencia de dicha institución, y con la creación de esta, conviene la creación de lo que actualmente es el museo más visitado del país.

El MIM, sigla evidente, recibe el premio Bienal de Arquitectura, uno de los máximos galardones a nivel nacional, que reconoce los 7.200 metros cuadrados de la construcción que se emplaza en el Parque público Brasil, once hectáreas componen el parque que lo alberga, y que integra en un contexto medioambiental al Museo, actualmente cuenta con alrededor de 300 exhibiciones que abarcan de manera constructivista las distintas áreas del saber, áreas que van directamente relacionadas con los Planes y Programas de Educación que emite el Ministerio de educación, del mismo modo recibe un aporte monetario no menor, aproximadamente el 65% de los ingresos son de origen Fiscal.

Durante el gobierno de Ruiz-Tagle, ocurre la extensión de los horarios en la educación escolar, me refiero a la JEC (Jornada Escolar Completa) y la consulta sobre el Nuevo Currículum para Enseñanza Media, lo que se traduce en el extensión de las horas de permanencia en las aulas, lo que en el mejor de los casos transformó esas horas en talleres extraprogramáticos y optativos en las diferentes áreas, el problema ahora es permanecer en el aula.

El Museo Interactivo Mirador aproxima mediante las diferentes exposiciones a los alumnos a las ciencias, las artes y la tecnología de forma mucho más amistosa que las clases de aula, y es que en realidad es la misión del MIM, incitar una curiosidad dentro del niño, llamar la atención y así lograr aprendizajes significativos, aprendizajes que no serían posible sin el factor humano, donde los monitores cumplen un rol importante, pues las exhibiciones tiene los procedimientos, normas y conclusiones escritas de forma clara y visible, cosa que no es suficiente, pues, he visto como grandes y chicos presionan botones esperando que algo suceda, y cuando no sucede nada “asombroso” se retiran con aire de decepción de la muestra, el monitor evita ese sentimiento explicando con paciencia el funcionamiento de los artefactos, el problema de trasfondo es “nadie lee nada” cada vez son menos los que leen en todo ámbito, muestra clara es el reducido vocabulario de cada persona, y de cómo cada vez más las nuevas

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