Nueva versión Caperucita y el leñador
Enviado por Eliú Rangel • 13 de Diciembre de 2015 • Ensayo • 399 Palabras (2 Páginas) • 148 Visitas
Caperucita y el leñador
No hace muchos años una niña a la que le llamaban Caperucita roja, enfermó y le mando una carta a su anciana abuela diciendo:
Querida abuela, te mando un saludo y un beso, te escribo porque me enferme y no he podido salir por comida; por favor te pido que me traigas algunas galletas o algo para comer, ya que no he abandonado la cama.
Con cariño Caperucita roja
Algunas horas después le llego el mensaje a la abuela y lo vio. Muy apurada salió, luego de poner comida en la cesta que le llevaría. De tan apresurada que salió no se fijó al querer cruzarse la calle; al mismo tiempo un leñador que iba en su camioneta con la música al máximo la vio y por no querer atropellarla se volcó junto con los troncos de casi medio año de tala. El leñador después del choque se levantó y le dijo:
-Tenga más cuidado, por su culpa perdí más de 15 troncos en perfectas condiciones-
-Lo siento, pero mi nieta enfermo y salí muy de prisa de mi casa para llevarle comida- dijo la abuela con preocupación.
Con un tono sarcástico el leñador dijo:
-¿Cuál es la dirección? Tal vez yo la conozco y la puedo llevar-
La abuela muy ingenia se la dijo; pero el leñador no hizo nada, solo le dijo un camino por el que podía ir, pero el camino era erróneo.
El leñador con ganas de vengarse de la abuela fue a la casa de caperuza que estaba en una colina pequeña. El leñador se escondió detrás de un arbusto para que cuando llegara la tirara por la colina.
La abuela llego 20 minutos después, por que llego del otro lado de la colina por el camino que le dijo el leñador. Antes de tocar la puerta noto algo muy raro. Dijo en voz alta:
-¿Qué hay de diferente aquí?-
En ese instante salto el leñador, pero tropezó con un escalón y cayo por la colina.
No se hizo mucho daño pero tuvo una lección muy importante: “No hago el mal y tampoco tomo venganza encontrar de las personas”
Fin
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