ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA


Enviado por   •  3 de Marzo de 2014  •  3.258 Palabras (14 Páginas)  •  246 Visitas

Página 1 de 14

¿Sabes que es la Obsolescencia Programada?

Es probable que no te encuentres demasiado familiarizado con este término, aunque seguramente seas uno más de los millones de consumidores que han sufrido alguna vez sus efectos.

En la sociedad en la que vivimos, en la cual el consumo constituye una parte fundamental, no es de extrañar que muchas empresas pongan en marcha ciertas “estrategias” de dudosa validez ética y moral con el único fin de obtener beneficios económicos.

Estamos hablando de la denominada obsolescencia programada, la cual hace referencia al progresivo acortamiento de la vida de un producto con el fin de convertirlo en un objeto de casi “usar y tirar”, con el consiguiente gasto por parte del afectado al tener que comprar otro.

La operación es simple. Basta con la inclusión de pequeñas piezas defectuosas en nuestros ordenadores, lavadoras o televisores, de manera que éstos no tardan demasiado en dar problemas. Así, además de ahorrar material, logran que nos veamos en la necesidad de reparar el daño, con la consiguiente sorpresa que nos llevamos al conocer el precio del arreglo.

Desde los años 30 del pasado siglo comenzó a manejarse en la industria el concepto de la obsolescencia programada. Esto es, la capacidad de crear productos con una vida útil estimada preestablecida y, por lo general, no demasiado larga. Gracias a ello, los consumidores nos vemos obligados a renovarlos en un tiempo más o menos determinado, permitiendo que la rueda del consumo nunca se pare.

Como cuenta el famoso documental Comprar, Tirar, Comprar, esto comenzó a aplicarse en elementos como bombillas o medias, pero hoy en día es una práctica generalizada a todos los niveles e industrias. El principio es fácil: si los ingenieros creasen productos tan buenos que durasen demasiados años, las compañías venderían muchos menos productos nuevos y, consecuentemente, dejarían de ingresar el montante de dinero que ingresan. Éste es el documental:

Link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=p6GQX4qo4LU

Defensores y detractores

Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Los defensores de esta práctica aducen que este consumo programado impulsa el desarrollo, la generación de I+D y la innovación, algo que en el caso de la electrónica es especialmente notable, pues cada pocos meses tenemos nuevas gamas repletas de mejoras.

Los detractores, por su parte, recuerdan el ingente cantidad de material de desecho que generamos con este sistema (muchos difícilmente reciclables) y su inviabilidad a largo plazo para el medio ambiente si se mantiene el ritmo actual. Además, recuerdan algo que para muchos pasa desapercibido: la pérdida del negocio de las reparaciones. Hace muchas décadas, cuando los televisores duraban 20 años o más, existía un floreciente sector de reparación que se encargaba de arreglar los aparatos electrónicos por una pequeña suma.

Al final, ese modelo no estaba tan mal planteado. Los electrodomésticos y equipos electrónicos eran tremendamente caros, pero su vida útil era muy larga y cuando se estropeaban simplemente se reparaban. Los fabricantes ganaban (precios de venta altos y margen en los repuestos), los usuarios también (la renovación de los aparatos se alargaba mucho) y el medio ambiente sin duda, pues se generaban muchos menos residuos.

Reparar o comprar

En cambio, hoy día las cosas son muy diferentes, especialmente en el mundo de la informática y electrónica. Dejando de lado la obsolescencia que produce la industria del software (que obliga a reemplazar PCs o consolas por otros más potentes incluso cuando los antiguos funcionan perfectamente), vamos a ver qué podemos hacer como consumidores responsables con el hardware.

El tópico es que, en general, sale más caro reparar que comprar un nuevo producto, aunque esto no siempre es así. Hay muchas operaciones que, si somos capaces de acometer por nuestra cuenta, pueden costarnos unos simples euros. Otras circunstancias requerirán acudir a un servicio técnico, aunque en este caso también podemos encontrarnos con la sorpresa de que la reparación compensa.

Veamos, en base a grupos de productos, los principales problemas que podemos encontrar y las opciones que tenemos para repararlos sin necesidad de tirarlos.

Máquinas de sobremesa

Obsolescencia programada o cómo las empresas fabrican productos caducos

Tras más de 9 años de investigación, el empresario español Benito Muros junto a un grupo de ingenieros internacionales, ha desarrollado la tecnología y la fórmula necesarias para fabricar una bombilla que tiene una duración de por vida.

Con esta lámpara de luz, que será comercializada en breve, Muros no solo pretende revolucionar el mercado, sino también acabar con la "obsolescencia programada", una práctica comercial cada día más habitual y que consiste en diseñar productos para que se estropeen pasado un determinado tiempo de uso.

¿Compraría un móvil si supiera que está programado para dejar de funcionar tras 200 horas de uso? ¿Y una bombilla que se va a fundir tras 500 horas de utilización? La pregunta no debería ser si lo haría, sino si sabe que ya lo está haciendo. Lavadoras, bombillas, baterías de móviles, medias de mujer...

Gran parte de los productos que compramos en la actualidad están hechos para que dejen de funcionar pasado un determinando tiempo. De esta forma, sus fabricantes obligan al consumidor a comprar un producto nuevo, incrementando sus ingresos y, por tanto, sus beneficios.

Esa programación del fin de la vida útil de un producto se denomina obsolescencia programada o planificada y no solo perjudica a nuestro bolsillo sino que pone en peligro la sostenibilidad del planeta al suponer un derroche constante de recursos.

El primer caso, la bombilla

El 21 de octubre de 1879, Thomas Alva Edison presentaba una lámpara práctica y viable que permanecía encendida durante 48 horas ininterrumpidas. Unos meses después, las autoridades estadounidenses le concedieron la patente del que se considera uno de los inventos más útiles de la historia.

Han pasado casi dos siglos y, hoy en día, las lámparas de luz siguen siendo el motor de nuestra sociedad. Las hay en todas partes: En nuestra casa, en nuestro trabajo, en la calle, en los aeropuertos...

Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde que Edison patentó su invento, cabría pensar que las

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (21 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com