Objetos E Imaginarios Cotidianos

Algunos objetos permanecen por muchas generaciones y prácticamente se vuelven parte de la familia sin que los mismos miembros se den cuenta. Este es el caso de una finca en Guasca que ha permanecido por cinco generaciones a cargo de la familia Casas. A continuación, se intentará demostrar la manera en la que los sentidos que se le dan a esta finca cambian en cada generación sin dejar la continuidad que la caracteriza. Se hará énfasis en las dos últimas generaciones, por ser las mas cercanas y las mas diferentes. Para esto, será necesario contextualizar un poco contando cierta parte de la historia de la finca , así como identificar de cierta manera la personalidad de los hombres que han estado a cargo de ella.

Esta finca está ubicada en el kilómetro 15 entre los municipios de Sopó y Guasca. Su primer dueño fue el señor Beniso Antonio Casas. Para la época el terreno medía unas 180 fanegadas y estaba cultivada con maíz, trigo, cebada y ganado. (2:1). Era un señor muy adinerado e inclusive se dice que pudo haber comprado todo el pueblo de Guasca si hubiese querido. (3:2) No era un abuelo cariñoso (4:3) Pero era desprendido y no hacía alarde de su fortuna (5:1). Nunca habló de herencia ni generó una tradición o significado especial en sus hijos y nietos (6:1).

Era un hombre intelectual que pasaba su tiempo leyendo libros y tocando bandola. Murió a los 102 años (10:3) y fue entonces cuando empezó el momento de la primera sucesión por las tierras.

Aquí el objeto comenzó a ser apoderado , pues se mantuvo y se reprodujo. El señor Beniso Antonio se dedicó a comprar el terreno, cuidarlo y protegerlo tal vez sin intención alguna. Solamente para tener un lugar tranquilo donde vivir relajado, leer y estudiar. Se dice que no tenía muchos amigos ni intenciones de hacerlos. No salía mucho de su casa y sus trabajadores no tenían queja alguna ante sus tratos.

Cuando murió ya le había traspasado a unas hermanas una parte de la tierra pero el resto entró en sucesión. Cuando el señor Antonio murió, la mayoría sus nietos eran demasiado jóvenes y no encontraron mayor interés en el pedazo que podía corresponderles.(7:2) Las únicas personas que se interesaron fueron otras nietas mas grandes, una de ellas casada con un general de la república ellos remataron y se quedaron con la mayor parte de la finca. (7:5)

Años después la parte que el abuelo Antonio había traspasado, le correspondía ahora al señor Hernando Casas nieto de Antonio quien ya había fallecido y eran sus 7 hijos quienes debían repartirse lo que le correspondía a su padre. Entre esos Fidel Casas quién compró el terreno de dos de sus hermanos. Años mas tarde el hijo de Fidel Casas, Juan Manuel Casas decidió comprar otros dos terrenos de sus tíos que casualmente quedaba al lado de los de su padre quedando así un terreno mucho mas grande. Prácticamente la totalidad de lo que en un principio se había repartido. A grandes rasgos esta es la historia de cómo se ha traspasado el objeto de generación en generación hasta completar cinco.

Las dos generaciones que se analizarán de manera específica serán estás dos la de Fidel Casas y su hijo Juan Manuel Casas.

La finca le pertenece a Fidel Casas hace unos 12 años aproximadamente y se puede decir que llegó en un momento en el que no la esperaba, no contaba con que de esa sucesión algo le fuera a corresponder a él y a sus hermanos.

En el momento en el que la finca le perteneció Fidel le dio muchísimo valor y encontró en ella el fuerte amor que le tenía al campo, pues se considera una persona muy campesina (11:2). Vivió toda su vida en el campo y solo tuvo que ir a la ciudad a trabajar cuando ya fue grande. En varias oportunidades sus hermanos han querido vender el terreno, pero por cuestiones del azar el terreno de Fidel se encuentra justo en la mitad de el de sus hermanos y al no querer vender su parte sus otros hermanos tampoco podían hacerlo. (11:4) El adora esa finca y por ahora no quiere ni necesita venderla (11:3)

Aparentemente el significado que le da Fidel a la finca no es uno diferente al amor, el valor y el respeto al campo. Sin embargo es posible analizar otros aspectos de la entrevista como la relación que tenía Fidel con su abuelo Antonio, primer dueño de la finca. “ El señor no era un abuelo cariñoso entonces casi no nos gustaba ir allá” (4:3) Esta puede ser una razón de por qué no existía un sentido de pertenencia por parte de los nietos de Antonio. Su abuelo nunca se dirigió a ellos con amor y tampoco les hizo sentir que ese lugar al que iban les pertenecía o algún día les iba a pertenecer. Por el contrario nunca tuvieron una relación cercana con él .

En una parte de la entrevista en que la se basa este ensayo, Fidel afirma que hubo un cambio de pensamiento cuando llegó la herencia: “Nos tocó por herencia porque ya pensábamos de una manera diferente” (9:3). Lo mas probable es que se refiera precisamente a la ganancia monetaria que podía representar esa tierra. A pesar de que Fidel sabe que puede que haya un dinero invertido allí parece que su amor y su gusto por el campo son mucho más fuertes que el dinero pues hoy en día es él quien administra su tierra y la de su hijo Juan Manuel. “Soy yo quien está administrando esa finca” (13:2) “A mi me gusta mucho y afortunadamente

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