Obra de teatro sobre abogados
Enviado por galileavillalva • 12 de Enero de 2020 • Trabajo • 1.383 Palabras (6 Páginas) • 3.236 Visitas
La herencia
Personajes: Abogado1, Abogado 2, Emilia, Fernanda, Camila
Tres hermanas se encuentran sentados en la oficina de un notario. Se trata de tres mujeres. Todas van vestidas de negro y se ven ansiosas. De pronto, entran las abogadas de la familia y toman asiento frente a ellas.
Abogada 1: Buenas tardes tengan ustedes.
Los tres le responden.
Abogado: No los demoraré con formalidades. Sabemos muy bien que han venido a conocer los pormenores del testamento de su señor padre, que en paz descanse. De modo que procederemos a ello.
Fernanda: ¡Finalmente!
Abogado 2: Como bien saben, el señor Urrutia era poseedor de una gran fortuna, entre la cual se encontraban sus tres principales propiedades, la mansión Urrutia-Villareal, el rancho Urrutia y el edificio de condominios que regentaba antes de su muerte.
Camila: Ajá si, eso ya lo sabemos, ¿podría ser más directa?
Abogado 1: En lo que a la cuenta grande respecta, con excepción de sus fideicomisos, su señor padre estableció que el resto del dinero se donará a una institución de caridad para niños huérfanos.
Emilia: ¡¿Qué?! ¡Eso es imposible! ¡Son quince millones, por Dios!
Abogado 2: Guarde la compostura, señorita. Así quedó establecido en la última voluntad del señor Urrutia. Me temo que de nada le servirá ofuscarse tanto.
Fernanda: Abogada, ¿podría hablar un momento con usted?, por favor.
Ambas mujeres salieron de la sala
Fernanda: Pero, ¿está segura de que no hay nada qué podamos hacer para apelar eso?, me refiero a que también a usted le iría muy bien si pudiera cambiar eso, no sólo me refiero al dinero, sino, también a la fama que se podría ganar por un caso como éste, mi familia aparte de tener mucho dinero, también tiene muchas influencias.
Abogado 2: ¿De cuánto estamos hablando exactamente?
Fernanda: No lo sé, todo depende de usted y que pueda convencer a la otra abogada. Hablando así, le tocaría hasta de un millón.
Abogado 2: Déjeme ver qué puedo hacer.
Ambas regresaron a la sala.
Camila: Se tardaron bastante, ya tengo hambre y ya me quiero ir.-Susurrando a Fernanda.- Oye, ¿y si la pudiste convencer?
Fernanda: No sé, espero que si la verdad.
Emilia: ¿Podríamos seguir con la herencia de nuestro papá que se acaba de morir por favor?
Las demás asintieron.
Abogado 1: Claro, bueno, dejando a un lado el dinero, les recuerdo que todavía cuentan con tres propiedades que por sí solas, valen una buena fortuna.
Camila: Nada más faltaba eso, ese señor siempre fue un codo cuando de su dinero se trataba. Y ahora tener que regalarlo todo.
Abogada 2: La primera propiedad pasará a la mayor de ustedes, la señorita Fernanda. El edificio de condominios.
Emilia: ¡La más cara para ella! ¡Qué injusto!
Fernanda sonríe con presunción.
Abogada 1: A usted, Emilia, su padre le ha dejado la residencia Urrutia-Villareal donde se crió. Y a usted, señorita Camila, le pertenecerá el rancho.
Camila: ¡Claro! Como soy el menor, me toca lo más barato.
Abogada 2: Hay un único detalle que me gustaría discutir con usted abogada, ¿podríamos salir?
Abogada 1: ¿Qué pasó?
Abogada 2: Pasa que parece que hay un error en el testamento que dejó el señor Urrutia, parece ser que el dinero no lo donó a la caridad.
Abogada 1: Pero, es imposible, revisamos el testamento y decía eso.
Abogada 2: Al parecer puede que haya habido otro testamento, en el cual el señor Urrutia le dejaba total poder del dinero a la señorita Fernanda.
Abogada 1: ¿Y dónde está ese testamento? Porque yo en ningún momento lo vi.
Abogada 2: Supongo que tendrás que confiar en mi y en la señorita Urrutia, posteriormente corregiremos el viejo testamento al nuevo.
Dudosa la abogada 1 regresó a la sala donde estaban todas.
Abogada 2: Chicas, buenas noticias, al parecer hay otro testamento donde su padre le cede el dinero restante a la señorita Fernanda, siendo ella quien se los reparta.
Emilia: ¿Es en serio?
Abogado 2: Pues esas han sido las disposiciones de su difunto padre.
Camila: ¿Entonces ella va a repartir el dinero?
Abogado1: Me temo que sí.
Fernanda: Bien, eso lo arreglaré después con ustedes.- Dijo mirando a sus hermanas.- Mientras tanto necesitamos terminar con esto de una vez.
Abogada 2: Me parece razonable, sólo tienen que firmar que están de acuerdo con las pautas establecidas por su padre.
Camila: ¡Yo no me voy a ir hasta que me digan que pasa con mi dinero!
Emilia: ¡Yo tampoco!
Fernanda: Ustedes dos se tienen que relajar, vamos por unos tacos y les explico.
Camila: No me vas a comprar con tacos Fernanda, ¿dime que vas a hacer con 15 millones?
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