Obra teatral:"La niña de la caja de cristal"
Enviado por liztessyguzman • 9 de Diciembre de 2015 • Apuntes • 679 Palabras (3 Páginas) • 1.021 Visitas
Obra teatral: “La niña de la caja de cristal”
NARRADORA: En nuestro pueblo vivía una maravillosa y pequeña muchacha. Era tan delicada que su preocupada madre la encerró en una caja de cristal.
MAMÁ: Hija mía me preocupa que andes por ahí y que te pasen alguna enfermedad.
NIÑA: ¡Pero mamá!
MAMÁ: Por eso te pondré en una caja de cristal para que ninguna plaga se meta en tu cuerpo.
NARRADORA: Esta caja debía proteger a la niña del viento y de la lluvia, de la enfermedad y de todo peligro, ni el menor polvillo podía tocar su blanco vestido, ninguna palabra ofender su oído.
NIÑA: Mamá, pero el mundo esta lleno de peligros y tú me puedes ayudar a salir adelante.
MAMÁ: Yo quiero para ti y por eso te protegeré de todo peligro.
NARRADORA: La buena madre quería proteger a su hijita de toda la maldad del mundo.
MAMÁ: Aquí está la caja de cristal que te protegerá de todo mal.
NIÑA: Esta bien mamá. Se que me quieres por eso me pondrás en esta caja de cristal para que ninguna enfermedad invada mi cuerpo.
MAMÁ: A esta caja de cristal le pondré 4 ruedas y de esta manera llevare al jardín.
NIÑA: ¡Gracias mamá! Así podre contemplar la naturaleza.
NARRADORA: Ya en el jardín:
NIÑA: ¡Que hermoso suena la melodía de los pajaritos!, ¡Que hermoso se ven las flores! ¡y! ¡Que entretenidos se ven los niños brincando de alegría!
NARRADORA: Ella, en cambio, estaba sentada inmóvil en su sillita, estaba delicada, y cada día se hacía más pálida. La madre no perdía de vista ni por un momento la caja de cristal.
Pero, un día:
MAMÁ: Hija tengo que salir un momento a hacer unos encargos y estaré afuera por una horas.
NIÑA: Ya mamá, pero no tardes mucho.
MAMÁ: ¡Cuídate mucho! “Besos”
NARRADORA: Entonces penetró por los cristales un pequeño duende y dijo solamente:
DUENDE: ¡Jui jui! ¡Jujui! ¡Que hermosa caja de cristal, me la llevare…!
NARRADORA: - Este grito hizo estremecer a la niña encerrada en la caja de cristal. Sus ojos se movieron de izquierda a derecha, hacia arriba y hacia abajo, y lo que vieron a su alrededor era alegría y vida. Afuera reinaba el otoño, y el viento celebraba una fiesta…
DUENDE: ¡Vengan! – Les gritó- ¡Vamos a bailar!
NARRADORA: Entonces la pequeña niña olvidó que estaba tan delicada que ningún viento ni lluvia ni polvo podían tocarla, ni podía oír ninguna palabrota. Sin poder contenerse, grito:
NIÑA: ¡Espéreme, voy también con ustedes!
NARRADORA: Pero las puertas de la casita de cristal estaban cerradas. Fue inútil
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