Obsolescencia Programada

La obsolescencia programada es una estrategia de las empresas basada en acortar la vida de los productos para aumentar las ventas, su filosofía es “usar y tirar”, esta surgió con la revolución industrial, al mismo tiempo que la producción en masa y la sociedad de consumo, el motor secreto de nuestra economía. “la lógica de nuestra economía no es crecer para satisfacer necesidades, sino crecer por crecer”, y nuestro papel en ella es pedir créditos para comprar más y más.

Steve Bunn, coleccionista de bombillas, cuenta que la bombilla que lleva más de un siglo encendida, ubicada en una estación de bomberos en California fue fabricada en Ohio en 1895 y su creador Adolphe Chaillet que se llevó el secreto de su duración a la tumba.

Se han fabricado bombillas con una duración de hasta 100.000 horas que nunca han salido al mercado porque “si las bombilla duraban mucho era una desventaja económica”, por esto, es el primer producto en ser víctima de la obsolescencia programada en los años 20, cuando “fue limitada su vida útil hasta las 1000 horas, ley establecida por PHOEBUS, el primer cartel mundial conformado por fabricantes de bombillas cuyo objetivo era controlar la producción de bombillas y repartirse el mercado mundial” Markus Krajewski, Universidad de Bauhaus.

Bernard London, Inversor Inmobiliario, sugirió salir de la depresión económica haciendo obligatoria la obsolescencia programada, creía que con ella habría trabajo pata todos (empresarios, obreros…) y aunque su idea paso inadvertida, 20 años después, en los años 50 resurgiría pero esta vez se trataba no de imponer sino de seducir al consumidor para que posea algo un poco más nuevo, un poco antes de lo necesario.

Y aunque nuestra sociedad viene sometida a ella desde los años 20, actualmente hay una comunidad que se esta formando a favor del planeta para luchar en contra de la obsolescencia programada y abolir la manipulación que tienen sobre nosotros.

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