Opinión Pública Ensayo Publico Y Privado

Desmanicomializar no es vaciar ni desmantelar

Hace cinco meses, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, demostró, una vez más, su predilección por un modelo de Estado que elige privatizar lo público. Muestra de ello fue la decisión de construir un centro cívico en el Hospital Borda, en donde los trabajadores sufrieron la brutal represión llevada a cabo por la Policía Metropolitana, a cargo del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro

El 26 de abril último las fuerzas de seguridad porteñas custodiaban los alrededores del pabellón N°19 para que una empresa privada contratada por el Gobierno de la ciudad, pueda llevar adelante las tareas de demolición de los talleres de confección de sillas, camas, etc. Periodistas y funcionarios públicos que se hallaban en el Centro de salud mental, cubriendo y apoyando el reclamo de los internos, también sufrieron agresiones, dejando un saldo total de 36 heridos.

En el 2011 Mauricio Macri junto con Daniel Chain, Ministro de Desarrollo urbano de CABA, habían notificado la licitación de las obras del Centro Cívico, un proyecto que constaba en construir 40 mil metros cuadrados para trasladar allí la Jefatura de Gobierno y cinco ministerios. La obra fue adjudicada a las empresas Teximco SA, Ema SA y Dal Construcciones SA por 369 millones de pesos.

Desde ese entonces los integrantes del Gobierno de la Ciudad, encabezados por su actual Vicejefa, María Eugenia Vidal, intentaron utilizar todos los elementos a su disposición para llevar a cabo su proyecto/sueño inmobiliario, como negociaciones con los gremios, y recursos judiciales, que en verdad carecían de sustento para avalar la demolición y construcción del centro cívico. A pesar del revés de los fallos judiciales contra el proyecto, las apelaciones interpuestas por los legisladores Ibarra, Naddeo, sumado al amplio rechazo de Organismos de Derechos Humanos, no pudieron amedrentar el avasallamiento del Gobierno de la Ciudad.

Pero este no ha sido el primer intento de Mauricio Macri en avanzar sobre lo público. En varias ocasiones ha manifestado su intención por la privatización. Y a ese deseo, se le suma la cesión de 160 mil metros cuadrados del Parque de la Ciudad en forma gratuita a la empresa Dream Factory, la compañía privada que hace el festival Rock in Rio, edición Buenos Aires; en donde el gobierno porteño desembolsará cerca de 58 millones de pesos en acondicionar los terrenos, además de ofrecerles los empleados que necesite y hasta la publicidad del evento. Las medidas privatizadoras de los 90 siguen vigentes, por ahora, en la ciudad de Buenos Aires.

Existe una diversidad muy grande de umbrales en los cuales podemos encontrar la dicotomía público y privado. En este caso en particular podemos abarcar el conflicto del Hospital Borda desde tres puntos.

Si tenemos en cuenta como primer término que lo público abarca todo lo que concierne al Estado, el Gobierno de la Ciudad funcionaria como tal, y el actor privado son las empresas contratadas por el Gobierno para construir el Centro Cívico. Hasta acá parecería el ejemplo más lógico y visible sobre lo que es público y lo que es lo privado.

Los hospitales en la Argentina, incluidos los de salud mental, son públicos, y cuando se dice público, se refiere abierto a todo el público. Al Hospital Borda puede entrar cualquier ciudadano que quiera tratarse, aquel que quiera visitar y el que quiera ayudar. Pueden también entrar funcionarios públicos y cualquier integrante del Gobierno de la ciudad de Bs As.

El Centro Cívico que el Gobierno de la Ciudad iba a construir, hubiera quebrado esta condición, ya que si bien iba a pertenecer al Estado, podríamos decir que allí no podría entrar cualquier ciudadano. Se deben pasar por una suerte pasos burocráticos para poder llegar a alguna de esas oficinas, es decir, si aprueban aquellos que trabajan allí que se tiene algún tipo de vínculo con ese edificio se podría pasar. Dicho esto, la pregunta es ¿Hasta qué punto un edificio que pertenece al Estado es Público?

Como segundo término, siguiendo las lógicas de público/privado dentro del Conflicto del Borda, podríamos asociar el proyecto del Gobierno de CABA que pretende el ‘’desarrollo social, económico y urbanístico” de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires’’, que fue públicamente anunciado por el Mauricio Macri en los medios de comunicación, es decir, lo que pretendía hacer fue visible. Pero lo que, evidentemente se ocultó fue, en el caso del terreno del Borda, el llamado a licitaciones

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