Oratoria.
Enviado por kajigas • 5 de Marzo de 2013 • Informe • 323 Palabras (2 Páginas) • 360 Visitas
¡Qué extraños somos la mayoría de los mortales! Cada uno de nosotros estamos aquí durante un breve tiempo; ¿con qué propósito? no lo sabemos, aunque algunas veces pensamos que lo presentimos. Pero sin una reflexión más profunda uno sabe, por la vida diaria, que existe para otras personas -- primero que nada para todos aquellos cuyas sonrisas y bienestar dependen totalmente de nuestra propia felicidad y después para los muchos, desconocidos para nosotros, a cuyos destinos estamos unidos por los lazos de simpatía. Cientos de veces al día me recuerdo a mí mismo que mi vida interior y mi vida exterior están basadas en las labores de otros hombres, vivos o muertos, y que así mismo yo debo esforzarme por dar en la misma medida en que he recibido y aún estoy recibiendo...
Nunca me he fijado en el bienestar o la felicidad como fines en sí mismos - esta base crítica yo la denomino el ideal de una pocilga. Los ideales que han iluminado mi camino una y otra vez y que me han dado el coraje para afrontar la vida con alegría han sido la Bondad, la Belleza y la Verdad. Sin el sentido del parentesco con hombres de la misma mentalidad, sin la actividad con el mundo objetivo, los eternamente inalcanzables esfuerzos en los campos de las artes y ciencias, la vida para mí estaría completamente vacía. Las cosas tan trilladas de los esfuerzos humanos - posesiones, éxito externo, lujos - siempre me han parecido contemplativos.
Mi apasionado sentido de justicia y responsabilidad social han contrastado siempre, extrañamente, con mi pronunciada falta de necesidad de contacto directo con otros seres humanos o comunidades. Yo soy verdaderamente un 'solitario' y nunca he pertenecido a mi patria, mi casa, mis amigos o aún a mi familia inmediata con todo mi corazón; a la vista de todas estas uniones, nunca he perdido el sentido de la distancia y la necesidad de la soledad...
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