Origen Del Instituto Científico Y Literario

Origen del instituto científico y literario

Curricula Docentes

La Constitución política del Estado de México, expedida el 14 de febrero de 1827, determinaba en su artículo 22 lo siguiente: “En el lugar de la residencia de los supremos poderes, habrá un Instituto para la enseñanza de todos los ramos de Instrumentación Pública”.

Al término de las sesiones ordinarias del segundo periodo constitucional, el gobernador Lorenzo de Zavala les decía a los señores diputados:

“Al aprobar el plan de establecimiento Literario que el ejecutivo ha tenido el honor de presentar al Congreso, deberá dar existencia moral al grande, rico y heroico Estado de México. La separación de su antigua Capital que por otra parte se ha traído muchas ventajas, les dejó sin esos grandes colegios y demás Institutos Literarios, que si bien resisten de los tiempos en que se fundaron por el método de estudios adoptados en ellos, tienen sin embargo muchos elementos de sabiduría y virtud. Al levantar este establecimiento se va a dar atención, majestad y grandeza a pueblos que yacen en la obscuridad y el olvido”.

En el siguiente periodo de sesiones, los representantes populares se dieron a la tarea de formar el reglamento interior del colegio, que dio origen al decreto promulgado el 3 de marzo de 1828, que creó a su vez el Instituto Literario del Estado de México, sustituto del que provisionalmente había fundado seis meses antes Lorenzo de Zavala Sáenz. Se estableció el Instituto Literario bajo la dirección de fray José de Jesús Villa Padierna.

La temporalidad de ejercicio del expresado instituto fue, en este primer ciclo, de dos años, dos meses y veintiséis días. Funcionando hasta el 29 de mayo de 1830, en que la III Legislatura del Estado, por su decreto número 109, “dispuso que cesara el Instituto y que a su tiempo se estableciera bajo el pie que correspondiera con arreglo al artículo 228 de la primera constitución expedida en febrero de 1827”.

Al pasar los poderes de Tlalpan a la ciudad de Toluca, el V Congreso Constitucional, por decreto 296, derogó el decreto número 95 del 18 de febrero de 1828 y facultó al ejecutivo para que estableciera en la ciudad de Toluca, el Instituto Literario del Estado de México con fecha 7 de mayo de 1833.

El mismo gobernador, Lorenzo de Zavala Sáenz, encargó su vigilancia y dirección a don José María González Arratia. El 30 de mayo del propio año de 1833 la citada legislatura, en su decreto número 318, declaró propiedad del Estado la fábrica conocida en Toluca con el nombre de El Beaterio y todos los bienes que pertenecían, debiendo ser destinada esa fábrica, en cuanto lo permitieran las circunstancias, para el local del Instituto Literario.

El 15 de enero de 1944 se le asignó el nombre de Instituto Científico Literario Autónomo del Estado de México, siendo gobernador el licenciado Isidro Fabela Alfaro.

En 1955 el Instituto Científico Literario Autónomo del Estado de México estaba integrado por la Facultad de Leyes, Escuela de Medicina, Pedagogía Superior y Comercio. El licenciado Juan Josafat Pichardo, en calidad de director del Instituto, entrevistó repetidamente al señor gobernador, el ingeniero Salvador Sánchez Colín, hasta que éste accedió a convertir al Instituto en Universidad Autónoma del Estado de México mediante el decreto No. 70 del 17 de marzo de 1956.

Se hizo la declaratoria oficial por el señor secretario de Economía Nacional, Gilberto Loyo, y por el presidente de la república, Adolfo Ruiz Cortines, el 6 de mayo de 1956.

Creación del Instituto Literario del Estado de México

El 04 de Septiembre de 1827 se iniciaron las clases delInstituto en Tlalpan, que entonces se llamaba San Agustín delas Cuevas y era la Capital del Estado de México, ubicándoseen la “Casa de las Piedras Miyeras”.

No fue una ceremonia del todo formal porque el Congreso del Estado no había autorizado todavía la fundación del Instituto entre tanto llevó el nombre de Colegio Seminario, del que fue el primer Director Don José María Alcántara y enseguida Don José de Jesús Villapadierna (1828-1830). El

Colegio contaba con un Programa Académico constituido por:

Escuela de Primeras Letras, Latinidad (equivalente a Bachillerato), Materias Jurídicas y Materias de Cultura General. El Decreto de Erección del Instituto fue aprobado el 16de febrero de 1828, y el 03 de marzo entró en vigor, por lo cual esta última fecha es la de la Fundación oficial del mismo. Esta primera etapa duró poco más de dos años, ya que el 29 de mayo de 1830, el Congreso del Estado decretó su clausura con motivo del traslado de los poderes públicos delEstado a la Ciudad de Toluca. (Tlalpan pasó a ser territorio del D.F).El Decreto del Congreso que dio Facultades al Gobernador Lorenzo de Zavala para reinstalar el Instituto fue aprobado el 07 de mayo de 1833; el 30 de mayo del mismo año los Diputados emitieron otro decreto mediante el cual se expropiaba a la familia Serrano un viejo y ruinoso edificio del Siglo XVIII que era conocido como “Beaterio”, y se le destinaba como sede del Instituto.Un Ciudadano Distinguido de la Ciudad de Toluca, Don José María González Arratia fue nombrado por el Gobernador (1833-1834) para hacerse cargo de la Dirección del Colegio quien se dedicó a hacer arreglos y reparaciones al deteriorado edificio, para que alumnos y profesores pudieran trabajar. Mientras tanto las cátedras se abrieron en el Antiguo Convento de la Merced. A fines de 1834, los alumnos, entre ellos los internos, pudieron finalmente mudarse a su propio edificio. El poeta José María Heredia fue el Director que sucedió a González Arratia. (1834-1835).Esta segunda etapa del Instituto fue tan breve como la primera pues el 5 de octubre de 1835, al entrar en vigor la Constitución de “Las Siete Leyes” (era Presidente de la República Antonio López de Santa Anna), se decretó nuevamente su clausura. Toluca perdió la categoría de Capital del Estado y pasó a formar parte de lo que se llamó Departamento de México. En 1846 las circunstancias políticas habían cambiado al establecerse nuevamente el sistema federal. Al Estado de México llegó un Gobernador progresista, Francisco M. Olaguíbel, quien nombró como director provisional al Lic. José María Romero Díaz pero ya en la apertura de los cursos (7 dejunio de 1847), se encontraba al frente del Instituto el destacado liberal Felipe Sánchez Solís, quien en 1851 terminó

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