PARTO EN EL AGUA

PARTO EN EL AGUA

En la actualidad, las mujeres embarazadas optan por nuevas alternativas a la hora de dar a luz, una de estas es el parto en el agua. A pesar de que en nuestro país esta práctica no es tan común, las gestantes modernas se informan y buscan nuevas rutas más cómodas, como lo es esta. La Dra. Mari Luz Falcó explica que “La mujer que viene a parir a nuestra clínica es diferente de la de hace 30 años”. Ella agrega “Antes el perfil era el de una mujer naturista o poco convencional; ahora es una mujer cualquiera: profesora, arquitecto, ingeniera, ama de casa, etcétera”.

Este tipo de procedimiento es beneficioso para la madre. La inmersión en agua caliente alivia el dolor de las contracciones y favorece la dilatación del cérvix, especialmente en pacientes que presentan contracciones ineficaces. El agua tiene que estar a 37 ºC, ya que más caliente podría provocar una hipotensión o una taquicardia y si está más fría no ayuda a relajarse. En cuanto a la profundidad, varía según la bañera, sin embargo, lo ideal es que la mujer esté sumergida hasta el pecho ya que si hay menos agua las contracciones pueden disminuir. Hay que aclarar que el objetivo no es parir en el agua, aunque si la madre lo desea puede hacerlo; el objetivo es que durante la dilatación esté relajada y cómoda, cuando ya se encuentra en ese estado, sin prisas y con control de la situación, el cerebro medio trabaja de manera muy precisa para producir las hormonas necesarias en el momento adecuado, siguiendo así un proceso natural (y generalmente más corto) que culminará en el nacimiento.

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