PEATONES Existen Por Lo Menos Cinco Motivos Que Impiden Caminar Por La Ciudad

Los médicos dicen que caminar es el deporte más completo aconsejable para las personas de toda la edad. Eso lo saben muchos, pero a pesar de ello, esta actividad no es una práctica común entre los cruceños. Hay quienes aducen que el obstáculo para pasear por las calles de la ciudad es que hay por lo menos cinco motivos que atentan contra el peatón.

El primero de ellos es el caótico tráfico vehicular que reina ya no sólo en las horas picos. No hace falta hablar mucho con los peatones para darse cuenta de que ellos sufren en las esquinas, en las rotondas y cuando quieren cruzar de una acera a otra.

Se los ve afligidos, con los ojos puestos en el semáforo, con un pie en la acera y otro en la calle, aguardando a que los vehículos que se aproximan aminoren la velocidad. Pero no todos tienen paciencia. Hay quienes se lanzan a la otra esquina porque los semáforos ya no son capaces de garantizar el orden, porque loa motorizados están hecho un nudo, porque el tiempo los pisa y hay que llegar a tiempo al trabajo.

Rosita Artunduaga, que se gana la vida como empresaria de productos de cocina, dice que es una caminante frustrada desde que se cayó en un tráfico infernal. “Antes iba caminando a mi trabajo, ahora sólo lo hago hasta donde pasa el micro, que queda a una cuadra de mi casa”, explica.

La inseguridad es otro motivo para caminar.

Las calles y avenidas silenciosas y con escasa iluminación son como un muro para los peatones, puesto que cuando se topan con ellas, prefieren evitarlas tomando taxi. En la ciudad hay varias arterias que son el “coco” para mucha gente. Hay quienes incluso antes de cruzar por ellas, se persignan y caminan con el Jesús en la boca rogando para que ninguna mano aparezca de alguna parte para arrebatarle la cartera o poner su vida en peligro.

Las calles silenciosas no sólo hay en los barrios periféricos, sino incluso en los residenciales, claro, que en estos últimos existen guardias privados que hacen sentir más seguros a los peatones.

Gloria Ruiz, por ejemplo, cada vez que puede trata de evitar las calles angostas que hay por la zona de la avenida Landívar, porque ésta, dice, es poco concurrida, no pasan vehículos y a veces está oscura. Pero no todo está perdido.

La ciudad cuenta con espacios que sí invitan a tomar el aire y lanzarse a caminar, o a manejar bicicleta o movilizarse en patines.

Así se lo puede comprobar especialmente en horas de la mañana y en las noches.

Los nuevos parques públicos (como el de Los Mangales y de la Autonomía), el remozamiento del Parque Urbano y las mejoras realizadas en la avenida del Canal Cotoca, entre otras, son una alternativa para practicar ese deporte que, según los entendidos, es capaz de disminuir el colesterol, fortalecer el sistema cardiovascular y dar más esperanzas de vida.

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