POLITICA COMERCIAL DE VENEZUELA

01/11/2016

Venezuela, un país fuertemente golpeado por las medidas que el Estado ha tomado en una visión “Socialista” que ha acarreado tener serios problemas en cuanto a seguridad, a lo social y por supuesto el área económica que es la más afectada, la minería ha sido abandonada, la agricultura muy descuidada y el petróleo que es la principal fuente, ha sido malversado.

La destrucción del aparato productivo nacional entre otros factores,  nos ha sumergido en una profunda crisis a la que muchos ni siquiera le ven salida, cosa que no es cierta, realmente en la hipótesis de este ensayo es ¿Qué pasaría el día siguiente en que culmine la etapa socialista en Venezuela? Podemos observar que la salida no es fácil ni inmediata, pero tampoco difícil e imposible.

La cuestión radica en cuál sería Política Comercial que puede poseer el país al momento del “día después” que le permita ¿Por qué no? Salir del sistema socialista a las aguas del Libre Comercio. Donde se dan distintas propuestas en cuanto a la misma entre la principal y más radical: volver al Fondo Monetario Internacional y establecer unas amigables relaciones con Estados Unidos traducido en la nueva tendencia: Los Acuerdos Comerciales. Para abrir su mercado a los Estados Miembros no solo en cuanto Aranceles sino también en muchos otros ámbitos como servicios, un tema sumamente relevante hoy día. ¿Realmente esto sería la solución para los problemas Venezolanos o es preferible una política proteccionista en donde cerremos por completo nuestro mercado?

Hoy día se puede explicar lo que ha llevado a Venezuela a la crisis de distintas formas, pero soluciones a las que podemos realmente optar en caso que esté en nuestras manos “el día después” es bastante claro para algunos autores y en por supuesto algunos ámbitos, por ejemplo en este ensayo trataremos cuál podría ser la política comercial para el país en el instante que el presidente y por supuesto todo su aparato constitucional caiga.

Definido el contexto de esta forma ¿Cuál podrá ser la adecuada para Venezuela? Como bien se sabe el aparato productivo nacional está muy debilitado dentro del territorio, por lo que una política proteccionista sólo sumergiría a la población en mucha más pobreza  mientras las empresas vuelven a construirse y rehabilitarse, por tanto lo mejor sería una Política Comercial que promueva realmente el Libre Comercio y se eliminen todos esos tabúes que este gobierno ha fomentado.

No obstante, la apertura debe ser pausada –muy distinto al tipo de cambio que debe en primer lugar unificarse y posteriormente eliminarse por completo- para evitar tener mucha más crisis de la que ya se tiene y darle tiempo, de esta forma, a las empresas nacionales a recuperarse y empezar a abrirse el mercado nuevamente dentro de los venezolanos, desarrollen cierta diferenciación en sus productos y por supuesto sin mucho tiempo de por medio y contando que se está cambiando el sistema burocrático, también abrirse al mercado internacional. Las empresas no pueden mantener un monopolio, deben tener cierta competencia para que de esta forma sepan cómo tratar al momento que una empresa extranjera prevalezca en el mercado nacional; cabe destacar que como Venezuela no le es factible una época proteccionista los productos extranjeros que hoy día vemos serán los competidores de las empresas nacionales, ya que si cerramos el mercado a sólo nacionales es muy probable que no se puedan responder las necesidades de la población, siempre habrá productos extranjeros dentro de los mercados y en las alacenas de los consumidores, el papel del Estado será estimular la producción nacional en forma leal mediante los estatutos de la OMC^[1], se optaría por comenzar al uso de salvaguardias comerciales que nos permitan de esta manera favorecer la actividad empresarial emergente.

Es importante considerar promover y usar las Organizaciones y Mercados que ya se tienen, por ejemplo el MERCOSUR, a pesar de las duras sanciones que estamos sufriendo hoy día, se podría renegociar esto adoptando las medidas que este, para ir adquiriendo nuevamente la confianza en la región y a nivel mundial, para poder establecer nuevas alianzas o estrechar las existentes con gobiernos que nos permitan desarrollarnos como Estado y tengan en cambio algo que ofrecer, como Chile o Perú. Para luego hacer buen uso de las relaciones que posee el MERCOSUR para de esta manera ampliar nuestras relaciones comerciales en principio a la región –y con Estados Unidos- para luego de unos años al tener una industria mucho más estable, comenzar a formar parte de acuerdos en los que se incluya la Unión Europea o la región transatlántica.  También podríamos aprovechar las buenas relaciones con China

Podríamos quitar las telarañas existentes en la materia como instrumentos que posee la política comercial  como en los aranceles, las licencias y el tedioso proceso en las aduanas tanto en la exportación como en la importación –que lo explica muy bien Ricardo Hausmann^[2]-. El rol de garantía que se puede dar mediante los ACR^[3] es sumamente importante, ya que hablamos de un país que se encargó de fomentar a nivel internacional una profunda desconfianza en métodos y plazo de pago, por tanto como ya se habló es mejor optar por crear confianza en los acuerdos comerciales que ya se tienen para luego cobrar confianza a la perspectiva de otros países.

Acuerdos como la OPEP no deben ser los únicos existentes, a pesar que Venezuela es dependiente del petróleo y es su pilar más grande hoy día comprobamos que no es la solución, por tanto, es importante la industrialización dentro del país y promover acuerdos en el ramo comercial de bienes y servicios, en cuanto a los servicios es muy importante destacarlos, ya que estamos a nivel mundial entrando en muchos países en la Cuarta Revolución Industrial y puesto que los obreros empezaran a ser cada vez menos necesarios, es necesario promover como Estado el asunto de los servicios, primero a nivel regional y luego podemos unirnos a la tendencia de ACR transcontinentales como el AEGC^[4].

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