¿POR QUÉ LA COMPETENCIA IMPORTA?

¿POR QUÉ LA COMPETENCIA IMPORTA?

La competencia es la concurrencia en un mismo mercado de múltiples empresas que producen bienes o servicios similares y de un gran número de consumidores que compran libremente con suficiente información. La competencia beneficia a todos, permite a los consumidores escoger entre más productos y de mayor calidad y supone un abaratamiento de los precios, estimula a las empresas para innovar y aumentar su eficiencia y es un factor generador de empleo porque dinamiza la actividad económica y la inversión.

La competencia nos beneficia como consumidores porque cuando tienen que competir entre ellas, las empresas buscan constantemente mejorar sus productos y servicios, para atraer cada vez más consumidores, ofreciendo mejores servicios, y precios por supuesto, y una gama más amplia de productos y mejor calidad. Sin importar cual estrategia sigan, las empresas buscan mejorar sus productos con base en las necesidades y gustos de los consumidores, es así que los consumidores ganamos, porque; cuando hay competencia podemos estar seguros que encontraremos el producto o servicio que mejor se ajuste a lo que buscamos.

Pero ¿qué pasa cuando no hay competencia? ¿Qué pasaría si solo hubiera un solo supermercado en la zona por dónde vivimos? ¿te imaginas que solo pudiéramos comprar automóviles de una sola marca? ¿Y que ni siquiera nos preguntaran cuál?;  si esto fuera así estaríamos ante la existencia de un monopolio.

Un monopolio es una situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un vendedor que posee un gran poder de mercado y es el único en una industria dada que posee un producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado. El problema no es que exista un solo vendedor, si no que este puede aprovechar que los consumidores no tenemos otra alternativa y así cobrarnos de más u ofrecernos productos o servicios de mala calidad, al fin y al cabo este vendedor sabe que no tenemos a quien más comprarle.

Sin competencia el negocio monopolista no tendría ningún tipo de presión ni de necesidad para bajar sus precios, ya que los consumidores no tendrían otra opción más; que comprar únicamente en ese lugar. Sin competencia la marca única de automóviles tampoco tendría motivos para ofrecernos mayor variedad ni mucho menos para asegurarnos que el vehículo que compráramos fuera de buena calidad.

En resumidas cuentas cuando no hay alternativas, los monopolios pueden producir y cobrarnos lo que quieran, sin prestar atención a las necesidades del consumidor

¿Y solo pierden los consumidores? No definitivamente no, también pierden las empresas que se ven impedidas a competir en condiciones de igualdad. Puede que exista una barrera legal que no permita la creación de nuevas empresas en un sector; o puede que la empresa más grande en un sector se aproveche de su poder para prevenir que entren más competidores. A ver por ejemplo, imaginemos esto, una empresa fabrica chocolates y otros productos como papas y chicles que se venden en las tienditas de la esquina, imaginémonos que para poder vender estos productos las tienditas tienen que aceptar la condición de no vender chocolates de otras marcas, de lo contrario el fabricante le retiraría la distribución de todos sus productos, en este caso el fabricante estaría imponiendo barreras a la competencia. Para el dueño de la tiendita sería muy difícil tomar la decisión de  aceptar vender otras marcas de chocolates ya que perdería la posibilidad de vender otros productos. Esta situación además de afectar a otros fabricantes de chocolates que podrían vender sus productos en las tienditas, impediría que los consumidores decidan que chocolate desean comprar.

...