PRAXIS CREADORA Y PRAXIS REITERATIVA
Enviado por coyos • 7 de Septiembre de 2012 • 1.231 Palabras (5 Páginas) • 2.325 Visitas
PRAXIS CREADORA Y PRAXIS REITERATIVA
Adolfo Sánchez Vázquez
Marx dice que toda vida social es esencialmente práctica. Pero esta totalidad práctico-social podemos descomponerla en diferentes sectores tomando en cuenta el objeto o material sobre el que ejerce el hombre su actividad práctica transformadora. Ahora bien, si la praxis es acción del hombre sobre la materia y creación –mediante ella- de una nueva realidad podemos hablar de niveles distintos de la praxis de acuerdo con el grado de penetración de la conciencia del sujeto activo en el proceso práctico y del grado de creación o humanización de la materia puesto de relieve en el producto de su actividad práctica.
La práctica reiterativa se emparenta con la espontanea, y la creadora con la reflexiva. Por ello, lo espontáneo no está exento de elementos de creación, y lo reflexivo puede estar al servicio de una praxis reiterativa.
La praxis se presenta bien como praxis reiterativa, es decir, conforme a una ley previamente trazada, y cuya ejecución se produce en múltiples productos que muestran características análogas, o bien como praxis innovadora, creadora, cuya creación no se adapta plenamente a una ley previamente trazada y desemboca en un producto nuevo y único.
La praxis creadora
Desde el punto de vista de la praxis humana, total, que se traduce en definitiva en la producción o autocreación del hombre mismo, es determinante la praxis creadora, ya que esta es justamente la que le permite hacer frente a nuevas necesidades, a nuevas situaciones.
El hombre es el ser que tiene que estar inventando o creando constantemente nuevas soluciones. En primer lugar, porque él mismo crea nuevas necesidades que invalidan las soluciones alcanzadas y, en segundo porque la vida misma, con sus nuevas exigencias, se encarga de invalidarlas.
El hombre no vive en un constante estado creador. Sólo crea por necesidad, es decir, para adaptarse a nuevas situaciones o satisfacer nuevas necesidades. Repite, por tanto, mientras no se ve obligado a crear.
La actividad práctica creadora no puede concebirse como una serie continúa de actos de conciencia que hayan de traducirse en otra serie de actos materiales, que se dieran en el proceso práctico en el mismo orden en que se dieron en la conciencia. La conciencia traza un fin abierto o un proyecto dinámico, y justamente por esta apertura o dinamismo ha de permanecer abierta y activa a lo largo de todo el proceso práctico.
La revolución como praxis creadora
Este proyecto originario ha tenido que plasmarse sobre una materia humana, social, que resiste, y con unos medios cuyas posibilidades sólo se han revelado en toda su dimensión en el proceso práctico. El proyecto ha tenido que modificarse en algunos aspectos tomando en cuenta la resistencia misma de la materia social, la presencia o ausencia de determinadas condiciones objetivas o el desarrollo de los factores subjetivos. El proyecto tiene que ser modificado ya que, en su realización, no todo puede ser trazado de antemano a la vez que se presentan circunstancias que no podían ser previstas.
La ley que descubre como ley de este proceso total no puede aplicarse sin más a otros procesos prácticos revolucionarios, ya que ello solo podría hacerlo olvidando la particularidad de sus condiciones objetivas y subjetivas. Esto no excluye la comunidad de rasgos esencialmente entre una y
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