Palabras de despedida para una colega

Señora Directora Prof. Rosario López, Señora Vicedirectora Prof. Liliana Zerpa, Señor Vicedirector Prof. José Guaymás, Prof. Margarita Viroche, colegas, ex compañeras, personal de maestranza, padres, niños.

Hoy nos despedimos de alguien muy especial, de alguien que nos regaló bellos momentos compartiendo su conocimiento, su cariño, su paciencia y su dedicación. La experiencia vivida con nuestra colega Margarita, nos hizo comprender el verdadero significado de la unión, la solidaridad, la alegría y la confianza.

A lo largo del tiempo, Dios pone en nuestro camino a diversas personas que son difíciles de olvidar, porque han dejado una huella importante en nuestro corazón al acompañarnos en una etapa de nuestra vida, sin embargo no podemos quedarnos junto a ellos pues vivimos en un tren en donde tenemos que bajar en alguna estación, y despedir a esas personas que nos dejan añoranza, pero también nos dejan una parte de ellos que siempre estará presente para ayudarnos a seguir adelante.

Margarita, gracias por este vagón de buenos recuerdos y por el legado que dejas en cada uno de nosotras, de igual forma, agradecemos infinitamente cada minuto de tu tiempo y la paciencia que tuviste con tus alumnos, por sembrar tus conocimientos y valores, los cuales permanecerán en sus corazones, por eso en nombre de todos los colegas, directivos y alumnos que asistimos a esta escuela, expresamos nuestra gratitud porque en cada situación profesional o personal tuviste una palabra de aliento en el momento preciso, por tus consejos y tu apoyo.

No es fácil despedir a una gran persona como la Seño Margarita, pero es una enorme satisfacción haber sido parte de esta su historia, sabemos que no es un adiós, sino un hasta luego, porque la jubilación se la debe pensar no como una ocasión de renuncia o alejamiento, sino como el acceso a un grado de mayor libertad para la creación, la comunicación y la generosidad.

Decirte esto, no es suficiente para expresar lo que sentimos, estas palabras son una mezcla de tristeza, de felicidad de cariño, pues tenemos que decir adiós a tan querida maestra,

Margarita, quisiéramos que sepas que nos hubiera encantado tenerte más tiempo entre nosotros, pero comprendemos que tu ciclo concluyó para empezar otro que te ganaste con mucho esmero y dedicación, solo nos queda desearte muchos éxitos en tu vida de familia y amistades.

En realidad, querida colega, si alguna vez te dan ganas deseos de repetir alguna experiencia sensible y quieras volver a ver, oír, tocar y oler la Escuela. Si esto te sucede, sabes que encontrarás brazos extendidos, un mate dispuesto y, como siempre el cariño y aprecio intacto, aquí estaremos y recuerda: “LAS COSAS NO VALEN POR EL TIEMPO QUE DURAN SINO POR LAS HUELLAS QUE DEJAN” !!!

Que Dios te siga bendiciendo infinitamente en cada paso que des.

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