Para Qué Evaluamos

¿Para qué evaluamos?

La evaluación es de vital importancia en todo proceso educativo. Al momento de hablar de evaluación, debemos tener presente algunos puntos como los factores que la condicionan, las decisiones pedagógicas y el contexto en que se realizará. Esto nos aportará información relevante para el mejoramiento del proceso enseñanza aprendizaje, sin embargo debemos estar conscientes que estamos evaluando por una razón, pero ¿tenemos claro cuál es esta razón?

Comenzaremos planteando una definición de evaluación. Es un proceso sistemático, continuo y dinámico en el cual podemos verificar los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos, es decir, buscamos consistencia entre lo que se enseña y lo que se evalúa, por lo tanto evaluamos para comprobar los aprendizajes adquiridos.

Según Miguel Ángel Santos “no resulta fácil saber cuándo y cómo ha realizado el alumno los aprendizajes pretendidos. Pero hay otro componente de la evaluación que es tenido muy poco en cuenta y que no es menos importante: el de explicación o atribución”. Quiere decir que la evaluación nos hará saber qué tan bien estamos haciendo nuestro trabajo, ya que no solo es responsabilidad del que aprende sino que es un trabajo colectivo y a su vez la evaluación reflejará esto.

Por otra parte, el foco de la educación no debe ser el obtener un número significativo en una prueba, ya que con esto no sabremos si realmente el alumno(a) aprendió y si alcanzó el objetivo planteado, debemos ver la evaluación como una forma de evidenciar las debilidades de los educandos, para poder tomar decisiones en cuanto a la implementación y metodología utilizada, y así retroalimentar los futuros procesos educativos.

Según el texto, así es como llegamos a darle un doble valor al conocimiento académico. Podemos hablar de un valor de uso, donde el conocimiento será relevante en la vida de los alumnos (as), sirviendo como motivación, ya que estarán conscientes de que podrán usarlo alguna vez en su vida.

Y por otra parte, tiene valor de cambio, es decir que se valora el resultado del aprendizaje, y no el proceso, no conlleva un análisis de la enseñanza, se ve traducido en una nota individual.

En vista de estas dos concepciones, podemos inferir que lo más apropiado sería que el conocimiento tuviese siempre un valor de uso, porque será significativo para los alumnos(as), ya que podrán usarlo en su vida cotidiana y cada vez que se enfrenten a problemas familiares sabrá cómo enfrentarlos.

Según David Ausubel (1986), “El individuo aprende mediante Aprendizaje Significativo, que se entiende como la incorporación de nueva información a la estructura cognitiva del individuo”. Esto creará una asimilación entre el conocimiento que el individuo ya posee en su estructura cognitiva, con la nueva información adquirida, facilitando así el aprendizaje.

Esta es una teoría cognitiva, por lo tanto tiene como objeto explicar el proceso de aprendizaje. Se preocupa de los procesos de comprensión, transformación, almacenamiento y uso de la información envueltos en la cognición. La estructura cognitiva de un individuo es un complejo organizado de ideas, conceptos, relaciones, informaciones, vinculadas entre sí y cuando llega una nueva información, ésta puede ser asimilada en la medida que se ajuste bien a la estructura conceptual preexistente la cual, sin embargo, resultará modificada como resultado del proceso de asimilación.

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