Peces Dorados, Ensayo Película El Gran Pez

¿Por qué desde los inicios de un sentimiento de conquista y poder, se pensó que los “libros desbaratados y absurdos, es decir, mentirosos”, podían corromper la salud espiritual del hombre? ¿Acaso los españoles se dieron cuenta antes de tiempo, que el deseo de libertinaje de una persona se puede despertar desde una novela? ¡No solo despierta la libertad, sino la inmensa curiosidad natural del espíritu!

Sí, es verdad, la novela se basa en invenciones, tergiversaciones y exageraciones a partir de la vida y de “cosas que no son como vemos, sino como las recordamos”. Además, si establecemos que la literatura se vuelve para el lector una alegoría como representación de la realidad. Entonces, lo que ocurre entre novela-lector, es un fenómeno que consigue efectos psíquicos en la persona. ¿Cómo sucede esto? Todo depende de cómo el lector vive la novela, cómo juzgará y entenderá la magia o fantasía del libro.

Por esto, soy una convencida que la literatura y todo lo que se desprenda de ella, es indispensable para nuestras vidas. Porque en ellas, al despertar nuestra curiosidad, despertamos sueños; Florecen aventuras, aspiraciones y necesidades como objetivos para completar nuestro espíritu. Esto va más allá de la ambición y de frustraciones por insuficiencias de la vida que las novelas nos suscitan. Porque, todo depende del lector, de cómo yo voy a querer amar, sufrir y gozar con el despertar de la curiosidad y la imaginación. ¡Salgamos de nosotros mismos! ¿Qué hay de malo en experimentar riesgos de la libertad?¿De volvernos rebeldes y creer en ilusiones? Nos pueden llevar a ser grandes personas.

Querido lector, ¿alguna vez ha visto la película “El Gran Pez”? Cómo les explico el sentimiento que tuvo Edward Bloom al compararse con un pez dorado, que crecerá más en un medio más grande. Asimismo, Edward dedujo que su crecimiento se debía al hecho de estar destinado a hacer grandes cosas en la vida. ¿No deberíamos creer en que todos podemos ir más allá?

Esto es lo que sucede con las novelas, nos hacen creer y estas “mentiras” se volverán nuestro auténtico progreso, extendiendo la vida humana, alimentando nuestras vidas.

Muchas novelas nos llevarán a cuestionarnos sobre el sentido de la vida. Esto es simplemente perfecto. Aquí es cuando juzgaremos, por ejemplo, una sociedad injusta donde “las razones del bolsillo prevalecerán siempre sobre el corazón”.

Como dice Mario Vargas Llosa en su ensayo “El castillo en el aire”, sobre el libro “El Gran Gatsby”, nosotros juzgaremos en frío al condenar moralmente con nuestra conciencia a personajes. Y también tomaremos la benevolencia y comprensión de algunos de ellos, ya que de alguna manera se contagia la limpieza y bondad de estas personas ficciosas, en su grado de verosimilitud para nosotros. Así, estos personajes son propensos a despegar al mundo concreto, aplicando parte de ellos en nuestra realidad.

Para explicarlo de una manera más simple, niños y adolescentes generalmente se comparan con los demás, buscando su propia identidad. Ellos seleccionan modelos de conducta durante los años formativos, ya sean buenos o malos, afectando a sus propias decisiones. Es como ver el comportamiento que saben que es correcto reflejado en ellos de una manera real y justificable.

La diferencia aquí es,

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