Pedagogia Para La Paz
Enviado por natiis • 9 de Noviembre de 2011 • 784 Palabras (4 Páginas) • 699 Visitas
Tomar una Pedagogía de la Paz y hacerla encarnar en el aula, en la escuela y en las comunidades educativas es hoy, como diría E. Kant, un imperativo categórico.
En efecto, los docentes, que tenemos la tarea de educar = educere = sacar de adentro de cada ser humano lo mejor que hay en él, sabemos que la civilización bélica se ha desarrollado a un punto en el que tiene que parar.
Es tremendo el poder del docente y de la escuela para producir cambios e introducir en la organización de la sociedad elementos aptos para generar espacios pacíficos.
Los grandes procesos de cambio que se han vivido en la historia de las civilizaciones, si bien no han tenido como vientre a los ámbitos educativos, éstos han asumido el rol de nodriza, sin el cual no hubiesen podido subsistir.
Cuando revisamos las instituciones con las que cuenta la sociedad, vemos que la escuela es uno de los pocos -por no decir el único- espacio que nos queda donde trazar los caminos del consenso, donde aprender los roles de prevención, resolución y contención del conflicto que emerge naturalmente dentro de la relación humana y que, hasta hoy, no habíamos aprendido a manejar.
Construir una civilización del consenso es, a decir verdad, un gran desafío. Un desafío para esta humanidad que, siendo producto de una civilización bélica, tiene el mandato social de construir una civilización de paz.
Uno de nosotros puede hacer la diferencia...
Para dar un salto cuántico es necesario llegar a generar la “masa crítica”, ese número x que puede transformar lo cuantitativo en cualitativo.
Cuando un número de individuos de una especie aprende algo, los que nacen a partir de ese momento traen la habilidad incorporada. Trabajemos para aprender una pedagogía de la paz y los que vengan después de nosotros la traerán incorporada y tendremos una civilización de paz.
Cuando cada uno de nosotros toma la decisión de trabajar como pionero para bien de las generaciones futuras, trasciende su propia pequeñez y se vuelve un ciudadano del mundo.
Trabajemos como los ingenieros forestales que siembran los árboles que no llegarán a ver pero que darán sus sombras y frutos a sus nietos.
Recuperemos nuestra grandeza, nuestro poder de introducir los cambios, esos que serán palpables y visibles para nosotros y también aquellos que estamos construyendo y que no llegaremos a ver.
Somos los arquitectos del mañana, tomemos con gozo esa oportunidad y construyamos un mundo de grandeza como los padres de las patrias, como los que en el mundo sentaron las bases de las grandes civilizaciones que nos han traído hasta acá.
Hoy, construir la paz es posible...
Las ciencias de la conducta, las neurociencias, las ciencias sociales, han dado saltos cuánticos y han puesto
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